lunes, 1 de febrero de 2016

CONSEJOS PARA UN BUEN GOBIERNO

CONSEJOS PARA UN BUEN GOBIERNO

Hoy el despertador ha sonado a las 12:30.
A las 13:00 entraba yo, sucesivamente, en sucursales del BMN y del BBVA
para pagar las cuotas mensuales de la Comunidad y la Hipoteca,
deberes ineludibles. Lo hago siempre personalmente,
lo prefiero así. Después he comprado en una farmacia del barrio
una caja de somnovit por un precio ridículo
(si te tienen en cuenta los beneficios o se comparan con el coste),
simplemente adjuntando mi tarjeta de la Seguridad Social.
Antes de volver a casa, he tomado un café muy caliente (con sacarina)
y leído -parcial y rápidamente- el Diario de Mallorca.
A la hora de comer: un entrecot hecho en la nueva sartén de piedra
que me regaló mi mujer (donde nada se pega),
con una guarnición de alubias rojas y tomate crudo;
y todo ello acompañado por media botella de vino tinto.

"El pueblo tiene hambre
porque los monarcas exigen muchos impuestos.
Por esto tiene hambre.
El pueblo se rebela
porque el monarca actúa demasiado.
Por esto se rebela.
El pueblo no teme a la muerte
porque vive con dificultad.
Por esto no teme a la muerte.
Quien vive con mucha dificultad
no puede estimar la vida."
(LXXV / Tao Te King.)

A las 17:00 he sacado un número y esperado mi turno
en un comercio de compra-venta de teléfonos móviles.
Por mi viejo Iphone-3 me han dado 40 euros
y por el Samsung Galaxy S-III otros 70.
A continuación, un lago paseo bajo el sol
hasta las proximidades del antiguo Matadero de S´escorxador
(conjunto de edificios modernistas de principios del siglo XX),
reconvertido en Espacio de Ocio (supermercado, bares, terrazas,
biblioteca, centro gourmet, multicines...).
En un típico almacén de muebles de segunda mano,
ropa, objetos diversos y libros, he comprado a un euro el ejemplar:
de Samuel Beckett, El innombrable, Alianza, 1971 y
Textos para nada, Tusquets, 1971,
y de Lao Tse, Tao Te King, Ricardo Aguilera Editor, 1972.

"¿Dónde ahora? ¿Cuándo ahora? ¿Quién ahora? Sin preguntármelo.
Decir yo. Sin pensarlo. Llamar a esto preguntas, hipótesis.
Ir adelante, llamar a esto ir, llamar a esto adelante.
Puede que un día, venga el primer paso, simplemente haya permanecido,
donde, en vez de salir, según una vieja costumbre,
pasar días y noches lo más lejos posible de casa, lo que no era lejos.
Esto pudo empezar así. No me haré más preguntas.
Se cree sólo descansar, para actuar mejor después, o sin prejuicio,
y he aquí que en muy poco tiempo se encuentra uno
en la imposibilidad de hacer nada. Poco importa cómo se produjo eso.
Eso, decir eso, sin saber qué. Quizá lo único que hice
fue confirmar un viejo estado de cosas."
(Así comienza El innombrable.)

En la zona gourmet me espera una copa de godello
de la bodega Armas de Guerra, cuyo símbolo, en la etiqueta,
es una corvella de dientes de sierra. 
Mientras se degusta el vino voy leyendo a Lao Tse, todo concuerda.

"(...) Las armas son instrumentos nefastos,
no adecuados para el hombre de bien.
Sólo las usa en caso de necesidad,
y lo hace comedidamente,
sin alegría en la victoria.
El que se alegra de vencer
es el que goza con la muerte de los hombres.
Y quien se complace en matar hombres
no puede prevalecer en el mundo.
(...) Quien haya matado
debe llorar con dolor y tristeza.
La victoria en la guerra
debe seguir el rito funerario."
(XXXI / Tao Te King.)

A las 20:00, en una tienda de vinos de la calle Blanquerna,
descubro una única botella de Finca Sobreño Crianza 2009,
y a pesar del riesgo de su ajustado precio y años transcurridos,
la compro y salgo a la calle con ella
en una bolsa de plástico transparente. Le busco el complemento ideal:
70 gramos de jamón ibérico de bellota de Extremadura,
en finas lonchas cortadas a mano frente a mí.
Y de este modo, aún con 90 euros en la cartera,
con libros, vino y jamón, vuelvo a casa para comprobar
mis fallos y mis aciertos. Y la cena resulta deliciosa.
Si esta noche fuera acosado por la ansiedad
-cosa que a veces sucede y a veces no-
andaría loco tratando de fotografiar la botella con mi nuevo Huawei
y enviar esa imagen a otros, con el comentario:
¡un vino extraordinario! Y eso, ¿de qué nos valdría?
Mejor apaciguar los sentimientos (no los sentidos)
y guardar un discreto silencio.

"Pero el deseo de saber, ¿qué se ha hecho del deseo de saber?
(...) el corazón no está, la cabeza no está, nadie siente nada, nada pregunta,
nada busca, nada dice, nada oye, es el silencio y no es el silencio,
nadie hay y alguien hay, nada niega nada.
Y la voz, la vieja voz desfalleciente, se callará por fin
aunque no será cierto, como no es cierto que hable, no puede hablar,
no puede callar. Y habrá un día aquí, donde no hay días,
aquí que no es un lugar,
originado por la imposible voz el infactible ser,
y un comienzo de día, en que todo será silencioso y vacío y oscuridad,
como ahora, como pronto cuando todo haya acabado,
cuando todo esté dicho (...)"
(Así acaba Textos para nada.)

Según el catedrático José Ramón Saraluce (en su libro:
Historia del arte para incrédulos), el verdadero protagonista
de Las Meninas de Velázquez no es la infanta Margarita de Austria,
sino el inmóvil mastín a su lado,
al que podría serle aplicado muy adecuadamente
el epitafio que Lord Byron dedicó a su perro:
"bello sin vanidad, fuerte sin soberbia, valiente sin ferocidad".
El genio español pintó este cuadro (presumiblemente) en 1656.
También conocido como La familia de Felipe IV,
lo cierto es que el rey y la reina apenas aparecen reflejados
en un pequeño espejo al fondo.

"El gran gobernante pasa inadvertido por el pueblo.
A éste sucede el que es amado y elogiado por el pueblo.
después, el que es temido.
Y finalmente, el despreciado.
Si no hay una confianza total,
se obtiene la desconfianza.
El gran gobernante practica el no hacer
y así, a la obra acabada sigue el éxito.
Entonces, el pueblo cree vivir según su propia ley."
(XVII / Tao Te King.)

Al acabar la cena (todavía queda media botella de Sobreño),
la gata Sombra reclama -como cada día, dos veces al día-
su masaje: 5 minutos sobre mis piernas mientras mis manos
recorren, aprietan, pellizcan y zarandean su cuerpo.
Yo puedo olvidarlo, pero ella no lo olvida nunca;
admirable su memoria y su constancia.
Luego, poco antes de encarar esta entrada,
leo en la versión digital de El Mundo
que un tal Abdelaziz al Sheij, jeque, mufti o gran autoridad religiosa
de Arabia Saudí, ha declarado (en un programa de televisión)
que el ajedrez es un aborrecible juego, "obra de Satanás",
porque "hace pobre el rico y rico al pobre" y es causa
de "odio y enemistad".
Justifica esta condena en algún versículo del Corán
donde se prohiben los juegos de azar. Como si el azar no fuera
la propia voluntad de dios, de su mismo dios o de otros dioses.
Ajedrecistas por todas partes se han apresurado a rebatir sus argumentos.
A mí, la verdad, me importa más bien poco esta polémica;
y sólo la cito aquí porque forma parte de mis vivencias de hoy.

"(...) se trata de un sueño, quizá sea un sueño, lo que me sorprendería,
voy a despertarme, en el silencio, no dormirme más,
seré yo, o seguir soñando, soñar un silencio, un silencio de sueño,
lleno de murmullos, no sé, son palabras, no despertarme nunca,
son palabras, es lo único que hay,
es menester seguir, es cuanto sé, ellos van a detenerse,
conozco eso, los noto que me abandonan, será el silencio,
un breve instante, un buen momento, o será el mío, el que dura,
que no duró, que dura siempre, seré yo, es menester seguir, no puedo seguir,
es menester seguir, voy, pues, a seguir, hay que decir palabras,
mientras las haya, hay que decirlas, hasta que me encuentren,
hasta que me digan, extraño castigo, extraña falta,
hay que seguir, acaso esto se haya hecho ya, quizá me dijeron ya,
quizá me llevaron hasta el umbral de mi historia,
ante la puerta que da a mi historia, esto me sorprendería,
si ocurre, seré yo, será el silencio, allí donde estoy, no sé, no lo sabré nunca,
en el silencio no se sabe, hay que seguir, voy a seguir."
(Así acaba El innombrable.)

En el fondo son tres libros breves, de páginas contadas.
Se acaba el vino y se acaban las lecturas. Las palabras, no.
Un alto muro de nubes grises (tal vez de un kilómetro de altura)
se alza sobre el mar y yo lo veo detrás de los conocidos edificios
del paisaje nocturno visible desde las ventanas abiertas de la cocina.
A pesar del somnovit, ayer soñé que la casa de mi infancia
se desmoronaba, caía en pedazos, estruendo y polvo,
tejas y cristales rotos. Y al despertar, al abrir un armario:
dos arañas muertas, secas, de largas patas, como disecadas,
sobre mi mochila gris.

"Quien pretende el gobierno del mundo
y transformar éste,
se encamina al fracaso.
El mundo es un vaso espiritual que no se puede manipular.
Quien lo manipula lo empeora,
quien lo tiene lo pierde.
Porque, en las cosas,
unas van por delante, otras detrás.
Unas soplan suavemente, otras con fuerza.
Unas son vigorosas, otras débiles.
Unas permanecen, otras caen.
Por esto, el sabio rechaza todo exceso,
evita lo pródigo
y rebaja toda exuberancia."
(XXIX / Tao Te King.)

Perros con distintos collares. Los amos no cambian.
Clones de clones de sí mismos.
Ya tocaba alertar con un nuevo virus: el Zika.
Las farmacéuticas juegan sus juegos de azar
con la población mundial. Por suerte para mí, yo soy inmune.
Hace justo un año, en el peor febrero de mi vida,
un febrero frío y no cálido como el que ahora se inicia,
padecí los cuatro síntomas principales del Zica, a saber:
fiebre, sarpullido, dolor en articulaciones y conjuntivitis.
Pero esta inmunidad (sumada a todas las anteriores)
me ha vuelto aún más descreído, más escéptico.
Si el mosquito afectara -como dicen- a las embarazadas y a sus fetos,
si fuera verdad que por su picadura nacieran bebés con microcefalia, 
el Zica se postula entonces como el mejor argumento
para un efectivo control de la natalidad en América Latina.
Este mundo -tan distinto y tan semejante al de Lao Tse-
reclama urgentemente una drástica mengua de su población.

"(...) Me siento lejos de esas historias, no debería ocuparme de ellas,
no necesito nada, ni ir más lejos, ni quedarme donde estoy,
todo me resulta verdaderamente indiferente."
(Así comienza Textos para nada.)

No lean a Samuel Beckett, un consejo para los que pretendan gobernar.
Fue un genio pedante, aburrido, reiterativo, negativo, triste,
agobiante, maléfico. Pero hagan un pequeño esfuerzo y lean
los 81 breves poemas del Tao te King. 
Si no llueve pronto en esta isla, el agua dulce se acabará
y tendremos que beber agua salada.

A las 4:30 confirmo que se ven pocas estrellas en el cielo,
en esta noche, ya, del 2 de febrero de 2016,
eso desazona a cualquiera. Luego cierro los ojos y miles de luces
de colores iluminan un universo propio y tan gratificante.
En la copa de cristal queda todavía algo de Sobreño.
Y las tres gatas duermen bajo sus mantas de selvas y leones,
de azules y piel de tigre.

"El camino del cielo
semeja a quien tensa el arco.
Humilla lo alto y alza lo bajo.
Rebaja lo que sobra y completa lo que falta."
(LXXVII / Tao Te King.)

Salvador Alís.




















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