viernes, 26 de mayo de 2017

LILA DOWNS / URGE

CONTRA LA MUERTE

CONTRA LA MUERTE

Ante la muerte nada temo porque yo ya me maté y soy su igual.
Muerte contra muerte se anulan y disuelven en el ataque y la defensa
de su empeño y de su ley.
Muerto de verdad y sin retorno,
finjo que estoy vivo porque me ha sido concedido ese poder.
Que vivo solo en la noche es tan verdad y, al tiempo, mentira pura
porque no vivo más que en sueños en esta eterna pesadilla del morir.
En este lecho sin orillas y en esta habitación oscura donde brilla
un sol que nada teme pues sabe que nada lo puede oscurecer.
Ante la muerte nada temo, ante la vida me muestro indiferente,
vivo y muerto soy el mismo.
Le doy la espalda al público y, cuando el espectáculo acaba,
me llevo a los labios la infalible copa helada.

Salvador Alís.




domingo, 14 de mayo de 2017

DORMIR O NO DORMIR

DORMIR O NO DORMIR

"Pero él no podía conciliar el sueño. 
Advirtió que no había actuado con la debida prudencia. 
Algo monstruoso podía atacarles desde la cercana espesura. 
Deberían haber puesto centinelas. 
Durante algún tiempo reflexionó si no debería asumir él personalmente esta función. 
Pero río irónicamente en la oscuridad, dio media vuelta y suspiró. 
No se dio cuenta de cuándo se quedó dormido."

Stanislaw Lem. Eden. Alianza. 1991. Pág.: 64. 

No acostumbro a tomar café por la noche. Lo más tarde a las cinco. 
Ayer Nube se escapó de casa a las siete y estuvo tres horas perdida en la escalera. 
Sé lo que hice en esas tres horas, hasta que a las diez volví 
y la encontré maullando. Entonces el perro del tercero comenzó a ladrar. 
A las once la niña del segundo le ha cantado a un conejo blanco 
al que abrazaba acostada en su hamaca de colores. 
Yo he tendido la ropa, he reflexionado, pero ninguna explicación se da.

Los veinte papeles fabriano están por concluir, dibujos-pinturas
comenzados en Maracalagonis (Cerdeña) en noviembre del año pasado.
Queda el último en blanco, el inesperado, el que cierra un círculo de papeles.
En las leyes naturales no se puede intervenir. Por eso el pequeño elefante,
al ser atacado por cocodrilos, perderá la cola y la mitad de su trompa.
¿Dormir o no dormir? ¿Estar dormido o estar despierto? Las horas
se consumen en papeles en blanco. El pequeño elefante se alegra
de haber sobrevivido, encontrado a la manada, ser acariciado por su madre.

Salvador Alís









martes, 2 de mayo de 2017

CONCHA BUIKA / AY DE MI PRIMAVERA

SI POR MÍ FUERA

SÍ POR MÍ FUERA

Si por mí fuera no escribiría poemas,
pero es el otro, siempre es el otro,
quien los escribe. Hoy, sin ir más lejos,
ha dictado un poema magistral
en una conversación improvisada.
Diez horas después es otro quien anota
los falsos versos, las líneas discontinúas.
La infancia condiciona las habilidades
y las valentías; lo que no se perdió en la infancia,
lo que jamás nos infunde temor.
Los más atrevidos practicantes de parapente
suben hasta cuatro mil metros;
yo he subido -dice el otro- hasta los 650.
Yo derribaba piñas de murciélagos con una caña,
los cogía con las manos
y los encerraba en un saco y después
en una jaula.

Salvador Alís.