martes, 29 de abril de 2014
1970 Y MÁS TARDE
1970 Y MÁS TARDE
Muchas cosas quedan suspendidas en el tiempo. La bicicleta sin frenos con la que descendías montañas sigue rodando a toda velocidad
El río donde se hicieron los veranos es hoy una cinta de hielo entre las piedras de ambas orillas
La joven que un día -al amanecer- se despidió, aún sigue agitando la mano
Sospechas que la luna llena que brillaba sobre los olivos, todavía sigue brillando
Y esta noche te duele la rodilla, magullada y herida, que fue lastimada en 1970
Muchas cosas quedan atrás, luces rotas en la distancia. Se descubren nuevos planetas
Imaginas un mundo habitado sólo por animales y plantas, sin tu presencia
No hay ciudades en ese mundo. Los gatos y las bestias campan a sus anchas
Un león duerme sobre la hierba, un tigre parte las ramas de un árbol, un rostro se divide en dos mitades
Muchas cosas simples se complican, quedan pintadas, detenidas y congeladas, en la pantalla intermitente del tiempo
Te sientas frente a una pared blanca para contemplar las imágenes de ese mundo
Al otro lado de los muros permanece vacía la piscina donde se hicieron los veranos
Y sin embargo queda una montaña que deberás subir sin bicicleta
Un río donde sentir sus aguas heladas, una cueva más profunda como un ocho quebrado que comunica sus aguas
La lengua seca anhela esas aguas y pronuncia con dificultad sus nombres
La naturaleza está poblada por nombres
Agua Fría. Agua Espejo. Agua Agujero. Agua Galante. Agua Histérica. Agua Resplandeciente
Las cosas más simples tienen más nombres que las muy complejas
Se abre la puerta ( pintada de blanco en la pared ) y comienzan a desfilar caballos sentados en sillas de ruedas, osos sentados en sillas de ruedas, serpientes enroscadas en los círculos de las ruedas de las sillas, arañas dormitando suspendidas sobre los asientos de sillas de ruedas
Todo esfuerzo conduce a alguna parte. Para llegar a todo, ningún esfuerzo parece suficiente
Viajan los impedidos en avión, pero el viaje siempre es mental
Se juegan partidas de ajedrez sobre sillas de ruedas
Salvador Alís.
Muchas cosas quedan suspendidas en el tiempo. La bicicleta sin frenos con la que descendías montañas sigue rodando a toda velocidad
El río donde se hicieron los veranos es hoy una cinta de hielo entre las piedras de ambas orillas
La joven que un día -al amanecer- se despidió, aún sigue agitando la mano
Sospechas que la luna llena que brillaba sobre los olivos, todavía sigue brillando
Y esta noche te duele la rodilla, magullada y herida, que fue lastimada en 1970
Muchas cosas quedan atrás, luces rotas en la distancia. Se descubren nuevos planetas
Imaginas un mundo habitado sólo por animales y plantas, sin tu presencia
No hay ciudades en ese mundo. Los gatos y las bestias campan a sus anchas
Un león duerme sobre la hierba, un tigre parte las ramas de un árbol, un rostro se divide en dos mitades
Muchas cosas simples se complican, quedan pintadas, detenidas y congeladas, en la pantalla intermitente del tiempo
Te sientas frente a una pared blanca para contemplar las imágenes de ese mundo
Al otro lado de los muros permanece vacía la piscina donde se hicieron los veranos
Y sin embargo queda una montaña que deberás subir sin bicicleta
Un río donde sentir sus aguas heladas, una cueva más profunda como un ocho quebrado que comunica sus aguas
La lengua seca anhela esas aguas y pronuncia con dificultad sus nombres
La naturaleza está poblada por nombres
Agua Fría. Agua Espejo. Agua Agujero. Agua Galante. Agua Histérica. Agua Resplandeciente
Las cosas más simples tienen más nombres que las muy complejas
Se abre la puerta ( pintada de blanco en la pared ) y comienzan a desfilar caballos sentados en sillas de ruedas, osos sentados en sillas de ruedas, serpientes enroscadas en los círculos de las ruedas de las sillas, arañas dormitando suspendidas sobre los asientos de sillas de ruedas
Todo esfuerzo conduce a alguna parte. Para llegar a todo, ningún esfuerzo parece suficiente
Viajan los impedidos en avión, pero el viaje siempre es mental
Se juegan partidas de ajedrez sobre sillas de ruedas
Salvador Alís.
domingo, 27 de abril de 2014
DIBUJANDO UN CÍRCULO
DIBUJANDO UN CÍRCULO
Hace ya mucho tiempo: te bañabas en el río y eras el río
Morir es lo mismo que vivir. A veces, se pasa bien; a veces, se pasa mal; pero sabes quien eres y adonde vas
Hace ya mucho tiempo: heridas en la cara, jugando con la Naturaleza
Hoy tu cara revela algunas quejas. Andar es lo que importa
Senderos en la montaña, mapas urbanos, zonas acotadas
Al viento vuela una pequeña nube de humo que es tu alma. Y cada día desde entonces vas formando tu alma con pequeños soplos de humo
Hace ya mucho tiempo: las enormes piedras desprendidas dando forma a círculos en el barranco. En el agua contenida en esas formaciones
Hace ya mucho tiempo: te adentrabas en los pozos de las paredes exteriores y te bañabas en las aguas subterráneas
La gran pregunta tiene una respuesta simple
Hoy duermen las tres gatas en sus lugares favoritos
Pretendes escribir una carta de extensión variable. Esa carta podría comenzar por el fin
Nuestra historia se condensa -no sólo en humo- en pinturas y fotografías, en gatos en miniatura y en collages de cuero
Veinte mil cabras o cuarenta mil toros sobre el pasto, al atardecer
El sol molesta en una mitad de la cara al que tiene que morir
La estrategia de las rayas pintadas en las pieles de las cebras
Hace ya mucho tiempo: torturabas a los animales
Morir es lo mismo que vivir. A veces, se mata con remordimientos; a veces, se muere en paz
Un empleado de Correos cae en trance. No sabe quién es ni lo qué hace en su departamento
Las cartas no llegan. Ruidos en la escalera los hubo antes y los hay ahora
El actor no tiene que aprender su diálogo frente a la figura negra en la última representación. Simplemente habla por sí mismo
Hace ya mucho tiempo: hablando con los conejos blancos, con las gallinas amarillas, con el cerdo degollado
La Naturaleza tan altiva en los muros y en los pozos, y en las aguas subterráneas del castillo. Andar es lo que importa
La edad precisa visitas a domicilio. La ceguera pide ojos que aún vean
Victorias en postales negras. Y esqueletos en pinturas en gran abundancia
Toda cifra es arbitraria; todo cambio de sentido, a propósito
Insectos y super-héroes bajo el mismo sol de la infancia. Hace ya mucho tiempo
El padre y su cabellera blanca, el custodio del dinero que -de tanto en cuanto- se retiraba a un segundo plano para que el ladrón pudiera robar
Es tan simple como una exhalación de humo; algo más complejo que descorchar una botella
Sombra te hace una visita
Hace ya mucho tiempo: entre olivos en un campo y arañas voladoras y la luna llena
Hace ya mucho tiempo: sobre la alfombra de un hotel barato en Madrid
Hace ya mucho tiempo: frente a la fortaleza de Spandau
Hace ya mucho tiempo: cabellos rubios sobre un jersey colorado
Hace ya mucho tiempo: cortaste una flor. Y comprendes que cortar una flor es lo mismo que encontrar una piedra
Todo se halla al mismo nivel. Piedras y flores, hojas y notas, sonidos intermedios
Mañana será el principio del fin. Dibujando un círculo
Salvador Alís.
Hace ya mucho tiempo: te bañabas en el río y eras el río
Morir es lo mismo que vivir. A veces, se pasa bien; a veces, se pasa mal; pero sabes quien eres y adonde vas
Hace ya mucho tiempo: heridas en la cara, jugando con la Naturaleza
Hoy tu cara revela algunas quejas. Andar es lo que importa
Senderos en la montaña, mapas urbanos, zonas acotadas
Al viento vuela una pequeña nube de humo que es tu alma. Y cada día desde entonces vas formando tu alma con pequeños soplos de humo
Hace ya mucho tiempo: las enormes piedras desprendidas dando forma a círculos en el barranco. En el agua contenida en esas formaciones
Hace ya mucho tiempo: te adentrabas en los pozos de las paredes exteriores y te bañabas en las aguas subterráneas
La gran pregunta tiene una respuesta simple
Hoy duermen las tres gatas en sus lugares favoritos
Pretendes escribir una carta de extensión variable. Esa carta podría comenzar por el fin
Nuestra historia se condensa -no sólo en humo- en pinturas y fotografías, en gatos en miniatura y en collages de cuero
Veinte mil cabras o cuarenta mil toros sobre el pasto, al atardecer
El sol molesta en una mitad de la cara al que tiene que morir
La estrategia de las rayas pintadas en las pieles de las cebras
Hace ya mucho tiempo: torturabas a los animales
Morir es lo mismo que vivir. A veces, se mata con remordimientos; a veces, se muere en paz
Un empleado de Correos cae en trance. No sabe quién es ni lo qué hace en su departamento
Las cartas no llegan. Ruidos en la escalera los hubo antes y los hay ahora
El actor no tiene que aprender su diálogo frente a la figura negra en la última representación. Simplemente habla por sí mismo
Hace ya mucho tiempo: hablando con los conejos blancos, con las gallinas amarillas, con el cerdo degollado
La Naturaleza tan altiva en los muros y en los pozos, y en las aguas subterráneas del castillo. Andar es lo que importa
La edad precisa visitas a domicilio. La ceguera pide ojos que aún vean
Victorias en postales negras. Y esqueletos en pinturas en gran abundancia
Toda cifra es arbitraria; todo cambio de sentido, a propósito
Insectos y super-héroes bajo el mismo sol de la infancia. Hace ya mucho tiempo
El padre y su cabellera blanca, el custodio del dinero que -de tanto en cuanto- se retiraba a un segundo plano para que el ladrón pudiera robar
Es tan simple como una exhalación de humo; algo más complejo que descorchar una botella
Sombra te hace una visita
Hace ya mucho tiempo: entre olivos en un campo y arañas voladoras y la luna llena
Hace ya mucho tiempo: sobre la alfombra de un hotel barato en Madrid
Hace ya mucho tiempo: frente a la fortaleza de Spandau
Hace ya mucho tiempo: cabellos rubios sobre un jersey colorado
Hace ya mucho tiempo: cortaste una flor. Y comprendes que cortar una flor es lo mismo que encontrar una piedra
Todo se halla al mismo nivel. Piedras y flores, hojas y notas, sonidos intermedios
Mañana será el principio del fin. Dibujando un círculo
Salvador Alís.
viernes, 25 de abril de 2014
TRAGICOMEDIA
TRAGICOMEDIA
Con el tiempo se escribe más y se habla menos, se lee menos y se entiende más
Con el tiempo el amor se convierte en sueño y el sueño se repite cada noche según la lógica de las ensoñaciones
Un reloj de pulsera que nunca se detiene, abrazando la muñeca como un guante
Las finas saetas cuando se superponen; a veces son del mismo color, a veces hay una negra o plateada y también una roja o blanca o amarilla
El encendedor metálico junto a la pequeña brasa. La plata dormida, el oro devaluado, el coral roto
El fumador y su constante exhibición de humo. Su repertorio de gestos
El escritor, al igual que el pintor, frente a su papel en blanco
El actor que ha sido abandonado en un escenario frente a un público exigente
El mago que saca de un viejo baúl tigres y leones y otras fieras semejantes
Gatos saltando alocadamente por el escenario vacío donde el actor recita
Con el tiempo se abren grietas en el lienzo, en la hoja de papel aparecen manchas, el cuaderno amarillo se deteriora
El coro que se coloca más tarde junto al actor lo componen mujeres de bocas muy grandes abiertas elásticamente
El escritor piensa que podría escribir una canción para el coro
La música aún no ha hecho acto de presencia
Esas mujeres que forman el coro tal vez sólo existan como pinturas en un decorado
Una de las mujeres del coro tiene la voz muy débil
El coro eleva la voz y el actor se calla. Las finas saetas del reloj de acero se alcanzan y se sobrepasan
"En la noche -dice el coro- un mago abre un viejo baúl: surge otra mujer partida en dos. Del baúl surge un sombrero y del sombrero un conejo blanco que, a su vez, porta un sombrero del que sale una mariposa negra y también un murciélago
El suelo del escenario está tapizado con terciopelo y el actor se encuentra descalzo
El reloj de pared encerrado en un círculo de madera
El zafiro que protege a las finas saetas
En la parte posterior del escenario, ocultos por un enorme telón de fotografías, el escritor frente a su teclado y el pintor lavando sus pinceles
Las colas de los tigre, de los leones, de los gatos y de otras criaturas semejantes, se hunden en botes de pintura diseminados por el escenario y luego manchan, salpican y rozan al público exigente
Se crea así un cuadro vivo del que pronto se observan fugas
Algunos espectadores, como luces que se apagan, abandonan el teatro. Con el tiempo, unos se aburren y otros sienten temor
Con el tiempo importa más la escritura y menos las palabras, se recuperan papeles de otras épocas, se comprende todo un poco mejor
"En la puerta posterior del teatro aguardan dos mujeres con la boca cerrada
"Y otra mujer en el extremo de un pasillo que finaliza
"Brotan como setas silvestres gatos de colores del terciopelo que tapiza el escenario
"Luces indirectas los iluminan en sus vuelos alocados
"La escritura que escriben puede ser traducida -dice el coro- en palabras que no importan
Pero el rostro del actor indica todo lo contrario. Sabe que su rostro está en juego
Algunos instrumentos en un ángulo del escenario. La música rebotando contra las paredes interiores de un cubo profusamente ornamentado
La Turca en el escenario adelantándose al coro. Se escribe cada vez más y se habla menos
Sobran las explicaciones. Piensa el pintor que sus colores lo dicen todo por él. El escritor ante tu teclado. El actor descalzo sobre el terciopelo
Una cámara sigue al actor en sus monólogos. Mientras envejece
Algunas de las setas silvestres son claramente venenososas y otras pasan desapercibidas. Pero los gatos no inoculan veneno alguno
Escriben sueños donde se repite el amor cada noche según la lógica de las ensoñaciones
A medida que el público, asustado o aburrido, abandona el teatro, los gatos en el escanrio exigen respeto para el actor
El coro guarda silencio ante La Turca. El pintor pretende pintar un cuadro de grandes dimensiones. El escritor traiciona sus palabras
La música se adueña del escenario. Todo se diluye
El esqueleto de un pájaro de grandes dimensiones ocupa el escenario
Entre sus costillas curvadas (dos peines sinuosos en forma de corazón) las bocas del coro reclamando vida. Pero la vida es soñada cada noche y el discurso cambia
La canción es otra, la pintura se modifica
Salvador Alís.
Con el tiempo se escribe más y se habla menos, se lee menos y se entiende más
Con el tiempo el amor se convierte en sueño y el sueño se repite cada noche según la lógica de las ensoñaciones
Un reloj de pulsera que nunca se detiene, abrazando la muñeca como un guante
Las finas saetas cuando se superponen; a veces son del mismo color, a veces hay una negra o plateada y también una roja o blanca o amarilla
El encendedor metálico junto a la pequeña brasa. La plata dormida, el oro devaluado, el coral roto
El fumador y su constante exhibición de humo. Su repertorio de gestos
El escritor, al igual que el pintor, frente a su papel en blanco
El actor que ha sido abandonado en un escenario frente a un público exigente
El mago que saca de un viejo baúl tigres y leones y otras fieras semejantes
Gatos saltando alocadamente por el escenario vacío donde el actor recita
Con el tiempo se abren grietas en el lienzo, en la hoja de papel aparecen manchas, el cuaderno amarillo se deteriora
El coro que se coloca más tarde junto al actor lo componen mujeres de bocas muy grandes abiertas elásticamente
El escritor piensa que podría escribir una canción para el coro
La música aún no ha hecho acto de presencia
Esas mujeres que forman el coro tal vez sólo existan como pinturas en un decorado
Una de las mujeres del coro tiene la voz muy débil
El coro eleva la voz y el actor se calla. Las finas saetas del reloj de acero se alcanzan y se sobrepasan
"En la noche -dice el coro- un mago abre un viejo baúl: surge otra mujer partida en dos. Del baúl surge un sombrero y del sombrero un conejo blanco que, a su vez, porta un sombrero del que sale una mariposa negra y también un murciélago
El suelo del escenario está tapizado con terciopelo y el actor se encuentra descalzo
El reloj de pared encerrado en un círculo de madera
El zafiro que protege a las finas saetas
En la parte posterior del escenario, ocultos por un enorme telón de fotografías, el escritor frente a su teclado y el pintor lavando sus pinceles
Las colas de los tigre, de los leones, de los gatos y de otras criaturas semejantes, se hunden en botes de pintura diseminados por el escenario y luego manchan, salpican y rozan al público exigente
Se crea así un cuadro vivo del que pronto se observan fugas
Algunos espectadores, como luces que se apagan, abandonan el teatro. Con el tiempo, unos se aburren y otros sienten temor
Con el tiempo importa más la escritura y menos las palabras, se recuperan papeles de otras épocas, se comprende todo un poco mejor
"En la puerta posterior del teatro aguardan dos mujeres con la boca cerrada
"Y otra mujer en el extremo de un pasillo que finaliza
"Brotan como setas silvestres gatos de colores del terciopelo que tapiza el escenario
"Luces indirectas los iluminan en sus vuelos alocados
"La escritura que escriben puede ser traducida -dice el coro- en palabras que no importan
Pero el rostro del actor indica todo lo contrario. Sabe que su rostro está en juego
Algunos instrumentos en un ángulo del escenario. La música rebotando contra las paredes interiores de un cubo profusamente ornamentado
La Turca en el escenario adelantándose al coro. Se escribe cada vez más y se habla menos
Sobran las explicaciones. Piensa el pintor que sus colores lo dicen todo por él. El escritor ante tu teclado. El actor descalzo sobre el terciopelo
Una cámara sigue al actor en sus monólogos. Mientras envejece
Algunas de las setas silvestres son claramente venenososas y otras pasan desapercibidas. Pero los gatos no inoculan veneno alguno
Escriben sueños donde se repite el amor cada noche según la lógica de las ensoñaciones
A medida que el público, asustado o aburrido, abandona el teatro, los gatos en el escanrio exigen respeto para el actor
El coro guarda silencio ante La Turca. El pintor pretende pintar un cuadro de grandes dimensiones. El escritor traiciona sus palabras
La música se adueña del escenario. Todo se diluye
El esqueleto de un pájaro de grandes dimensiones ocupa el escenario
Entre sus costillas curvadas (dos peines sinuosos en forma de corazón) las bocas del coro reclamando vida. Pero la vida es soñada cada noche y el discurso cambia
La canción es otra, la pintura se modifica
Salvador Alís.
miércoles, 23 de abril de 2014
EL GRAN CIRCO
EL GRAN CIRCO
El Gran Circo se describe a si mismo hasta el final, hasta lo más insólito
El lector encuentra un libro de poemas de Nietzsche. Se oyen pasos en la escalera
Un video de finales de abril tarda en pasar de la cámara de fotos al ordenador
Se oyen pasos y ladridos de perros, y crujen los techos y las paredes
Hay una salida por la cocina. La noche está esperando
El castillo, en el horizonte próximo de la más cercana montaña, insolente y antiguo, permanece en pie
Una mujer vestida de rojo aguarda en el pasillo
El Gran Circo se convierte en teatro. Y el teatro se llena de dobles, intrigas, telones de fondo, encuetros cara a cara, visiones y monólogos
La agilidad de los tigres para pasar a través de un aro de fuego
En apenas 2 horas se pintan 6 autorretratos. Más tarde se someterán al juicio de los ojos
La clara voluntad de no perder el tiempo, mientras los demás se entretienen por el camino
No importa quién se queda atrás
Anochece y amanece a un ritmo vertiginoso
Una ola avanza hasta la orilla. El profundo mar permanece inmóvil
Salvador Alís.
El Gran Circo se describe a si mismo hasta el final, hasta lo más insólito
El lector encuentra un libro de poemas de Nietzsche. Se oyen pasos en la escalera
Un video de finales de abril tarda en pasar de la cámara de fotos al ordenador
Se oyen pasos y ladridos de perros, y crujen los techos y las paredes
Hay una salida por la cocina. La noche está esperando
El castillo, en el horizonte próximo de la más cercana montaña, insolente y antiguo, permanece en pie
Una mujer vestida de rojo aguarda en el pasillo
El Gran Circo se convierte en teatro. Y el teatro se llena de dobles, intrigas, telones de fondo, encuetros cara a cara, visiones y monólogos
La agilidad de los tigres para pasar a través de un aro de fuego
En apenas 2 horas se pintan 6 autorretratos. Más tarde se someterán al juicio de los ojos
La clara voluntad de no perder el tiempo, mientras los demás se entretienen por el camino
No importa quién se queda atrás
Anochece y amanece a un ritmo vertiginoso
Una ola avanza hasta la orilla. El profundo mar permanece inmóvil
Salvador Alís.
lunes, 21 de abril de 2014
EL SOL DECLINA
EL SOL DECLINA
" ¡Pronto cesará tu sed,
ardiente corazón !
El aire es sofocante,
un soplo me llega desde bocas desconocidas,
- empieza a refrescar...
Mi sol ardía sobre mí a mediodía:
¡ Bienvenidos seáis,
vientos inesperados,
fríos espíritus del atardecer !
Pasa la brisa extraña y pura.
¿ Me estará haciendo guiños la noche
con su oblicua
mirada seductora ?
¡ Mantente firme, valiente corazón !
No preguntes por qué.
¡ Días de mi vida !
El sol declina.
Dorada está ya
La superficie del agua.
Cálida respira la roca:
¿ durmió sobre ella la dicha
su siesta a mediodía ?
Entre verdes luces
prueba suerte todavía el oscuro abismo.
¡ Días de mi vida !
Ya anochece.
Ya tus ojos brillan
semicerrados,
ya caen gota a gota
lágrimas de tu rocío,
ya sobre la blancura de los mares
se extiende tu purpúreo amor,
tu última felicidad vacilante.
¡ Ven, áurea serenidad,
el más dulce sectreto y anticipado gozo
de la muerte !
- ¿ Recorrí demasiado presuroso mi camino ?
Justo ahora que mis pies están cansados
me alcanza tu mirada,
me alcanza tu dicha.
Sólo olas y juego alrededor.
Todo cuanto fue fatigoso una vez
se ha hundido en azul olvido -
Ociosa está ya mi barca.
¡ Ha dejado atrás tormenta y viaje !
Ahogados deseo y esperanza,
en calma están el alma y el mar.
¡ Séptima soledad !
Nunca sentí
tan cercana la dulce certeza,
tan cálida la mirada del sol.
- ¿ No resplandece aún el hielo en mi cumbre?
Plateado, ligero, un pez
desliza ahora mi barca..."
( Friedrich Nietzsche. Poemas. Hiperion. 1979. )
sábado, 19 de abril de 2014
TITO PUENTE / PARA LOS RUMBEROS
Al final de esta actuación, Tito Puente, vestido con una chaqueta blanca con reflejos plateados,
enloquece y saca la lengua.
( Si es posible: a pantalla grande y máximo volumen. )
DIONISO BAILA EN OTRA ISLA
DIONISO BAILA EN OTRA ISLA
La copa permanece vacía en la mano. El tiempo detenido
Dioniso baila en otra isla
Tu primera novela fue protagonizada por un joven estudiante que sentía fobia ante las escaleras
En sus recelos, odiaba todo lo que se encontraba en las alturas
De niño seguía a su hermano por una oscura, húmeda y resbaladiza escalera de caracol de setenta metros. La cifra es arbitraria
Al final de esa escalera había cuatro campanas de bronce
Las campanas, o mejor aún, el sonido de las campanas fue lo que hizo que el niño sintiera su primer vértigo
El hombre que fue un joven estudiante que fue un niño subiendo escaleras de caracol recuerda que entonces buscaba un vasito de vino en la trastienda
En el sótano: los esqueletos. En la planta baja: las estatuas. En las alturas: las campanas de bronce
Tu segunda novela se titula Las llaves falsas. El protagonista se pierde en una biblioteca pública
Esa biblioteca es un laberinto
Tu segunda novela es la única escrita en un número considerable de páginas. No fue entendida. La rechazó el editor
La copa permanece vacía en la mano
Un dios estricto escribe sus mandamientos en cúpulas de papel que serán, a su vez, moldes de campanas
En cúpulas del cielo aparecen planetas similares a 500 millones de años luz
Afirmar tal cosa es dar veracidad a los pasos que suben la escalera
En cúpulas de color azul claro, invertidas y llenas de agua, pasaba los veranos el niño que fue joven estudiante. En cúpulas pintadas al óleo, resquebrajadas
Tu tercera novela cuenta la historia de un hombre que vuelve al pasado para encontrarse con sí mismo. El tiempo detenido
Al final de la escalera, en la terraza que mira la vieja ciudad, hay postales esparcidas por el suelo que muestran imágenes, en blaco y negro, de Estambul
Tu cuarta novela, donde el yo que habla de sí mismo no es el mismo yo del que se habla
En Anadolu Kavagi, arriba en la colina, el templo de Zeus se ha convertido en un castillo bizantino y éste en una ruina
Tu quinta novela ya ha sido escrita en tu memoria
La copa permanece vacía en la mano. El tiempo detenido
Salvador Alís.
Vergiss nicht, Mensch, den Wollust ausgeloht:
du - bist der Stein, die Wüste, bist der Tod...
( No olvides, hombre, el placer extinto:
Tú - eres la piedra, el desierto, eres la muerte... )
Friedrich Nietzsche. Ditirambos Dionisiacos. 1888.
La copa permanece vacía en la mano. El tiempo detenido
Dioniso baila en otra isla
Tu primera novela fue protagonizada por un joven estudiante que sentía fobia ante las escaleras
En sus recelos, odiaba todo lo que se encontraba en las alturas
De niño seguía a su hermano por una oscura, húmeda y resbaladiza escalera de caracol de setenta metros. La cifra es arbitraria
Al final de esa escalera había cuatro campanas de bronce
Las campanas, o mejor aún, el sonido de las campanas fue lo que hizo que el niño sintiera su primer vértigo
El hombre que fue un joven estudiante que fue un niño subiendo escaleras de caracol recuerda que entonces buscaba un vasito de vino en la trastienda
En el sótano: los esqueletos. En la planta baja: las estatuas. En las alturas: las campanas de bronce
Tu segunda novela se titula Las llaves falsas. El protagonista se pierde en una biblioteca pública
Esa biblioteca es un laberinto
Tu segunda novela es la única escrita en un número considerable de páginas. No fue entendida. La rechazó el editor
La copa permanece vacía en la mano
Un dios estricto escribe sus mandamientos en cúpulas de papel que serán, a su vez, moldes de campanas
En cúpulas del cielo aparecen planetas similares a 500 millones de años luz
Afirmar tal cosa es dar veracidad a los pasos que suben la escalera
En cúpulas de color azul claro, invertidas y llenas de agua, pasaba los veranos el niño que fue joven estudiante. En cúpulas pintadas al óleo, resquebrajadas
Tu tercera novela cuenta la historia de un hombre que vuelve al pasado para encontrarse con sí mismo. El tiempo detenido
Al final de la escalera, en la terraza que mira la vieja ciudad, hay postales esparcidas por el suelo que muestran imágenes, en blaco y negro, de Estambul
Tu cuarta novela, donde el yo que habla de sí mismo no es el mismo yo del que se habla
En Anadolu Kavagi, arriba en la colina, el templo de Zeus se ha convertido en un castillo bizantino y éste en una ruina
Tu quinta novela ya ha sido escrita en tu memoria
La copa permanece vacía en la mano. El tiempo detenido
Salvador Alís.
jueves, 17 de abril de 2014
PARALELEPÍPEDO
PARALELEPÍPEDO
"Un paralelepípedo (del latín parallelepipĕdum, y este del griego antiguo παραλληλεπίπεδον1 parallēlepípedon2 ‘planos paralelos’) poliedro de seis caras (por tanto, un hexaedro), en el que todas las caras son paralelogramos, paralelas e iguales dos a dos. Un paralelepípedo tiene 12 aristas, que son iguales y paralelas en grupos de cuatro, y 8 vértices.
Se pueden dar tres definiciones equivalentes de un paralelepípedo:
Las casas tienen ojos. Algunas, ojos cegados; otras, ojos luminosos
Los ojos de algunas casas son como los ojos de los insectos ( facetas, retículas y celdas ) y multiplican las miradas y las imágenes capturadas en esa visión
Tus ojos no son verdes ni azules pero, según la forma del día, se confunden con un color u otro
También las nubes, según la estación del año, contienen ojos y los retienen o los dejan caer
Los ojos del ángel ríen. Los ojos de la virgen lloran
La cojera del ángel no tiene necesariamente que ser significativa, un impedimento. El ángel no debe olvidar que tiene alas
La vergüenza de la virgen es acariciada por el oro
A la última cena en el castillo asisten los discípulos y el maestro
Ese castillo se encuentra en ruinas, y no obstante se mantien en pie
En las paredes de piedra sin encalar, cientos de ojos brillan en las armas y en los trofeos
Las casas tienen ojos exteriores e interiores
Los muros encierran prisioneros cuyos ojos anhelan el exterior
La noche tiene los ojos vueltos del revés
La muerte es una figura ciega y su guadaña un simple bastón
Los ojos de las nubes caen en invierno y migran en verano
El ángel vuela entre las nubes del verano sin atreverse a migrar
Los puntos del relieve del mapa ( ante tus ojos ) muestran destinos y metas
Pero la noche mira para otro lado
Los ojos castaños que, al leer, también escriben
Los ojos verdes que persiguen toda su vida el color gris
Los ojos azules como cantos rodados que el mar expulsa sobre la playa
Hay casas con cinco pares de ojos y hay casas con cuatro pares. En el invierno y en el verano, las cosas son distintas
Alguien fue testigo: alguien puso una botella en un mensaje y lo arrojó al mar
Tus hazañas alrededor del castillo. Las contemplas desde una hendidura en los muros
Quedan tus huellas en las paredes. Los comensales de la última cena admiran las armas y los trofeos
Ojos que a veces miran sin ver
El ángel no termina de aceptar que puede usar sus alas para hablar con su cojera, para convencerla de que su tiempo pasó
Si el ángel pintara su autorretrato, si anotara en un cuaderno amarillo sus pensamientos, sus viajes al cielo y a los infiernos, su agitado vuelo entre las nubes
El maestro nunca se defiende, sólo esquiva
Un día sí y otro no, los ojos que se abren y se cierran. Vivir en el tiempo de un parpadeo
A poco que uno escarbe, se encuentra con uñas de gato
En los ojos de los gatos hay uñas de gato
En la música hay ojos que te escuchan, hay música que te devuelve la mirada
Ante el castillo se ha detenido un viajero. Ha descubierto una rendija en los muros. Cuando acerca a la rendija su ojo derecho, su ojo izquierdo lo contempla desde el otro lado de la rendija
Un ciego señala con su bastón al cielo. El ángel de la escritura sobrevuela el castillo
En el castillo, una torre; en esa torre, una doncella
La virgen de largas trenzas se rodea con un manto negro cuando cae la noche
Las gotas de sangre en la escalera son ojos dejados caer por la virgen
Vientos aulladores soplan por las calles. Las casas tienen ojos
Salvador Alís.
"Un paralelepípedo (del latín parallelepipĕdum, y este del griego antiguo παραλληλεπίπεδον1 parallēlepípedon2 ‘planos paralelos’) poliedro de seis caras (por tanto, un hexaedro), en el que todas las caras son paralelogramos, paralelas e iguales dos a dos. Un paralelepípedo tiene 12 aristas, que son iguales y paralelas en grupos de cuatro, y 8 vértices.
Se pueden dar tres definiciones equivalentes de un paralelepípedo:
- Es un poliedro de seis caras (hexaedro), cada una de las cuales es un paralelogramo.
- Es un hexaedro con tres pares de caras paralelas.
- Es un prisma cuya base es un paralelogramo.
Las casas tienen ojos. Algunas, ojos cegados; otras, ojos luminosos
Los ojos de algunas casas son como los ojos de los insectos ( facetas, retículas y celdas ) y multiplican las miradas y las imágenes capturadas en esa visión
Tus ojos no son verdes ni azules pero, según la forma del día, se confunden con un color u otro
También las nubes, según la estación del año, contienen ojos y los retienen o los dejan caer
Los ojos del ángel ríen. Los ojos de la virgen lloran
La cojera del ángel no tiene necesariamente que ser significativa, un impedimento. El ángel no debe olvidar que tiene alas
La vergüenza de la virgen es acariciada por el oro
A la última cena en el castillo asisten los discípulos y el maestro
Ese castillo se encuentra en ruinas, y no obstante se mantien en pie
En las paredes de piedra sin encalar, cientos de ojos brillan en las armas y en los trofeos
Las casas tienen ojos exteriores e interiores
Los muros encierran prisioneros cuyos ojos anhelan el exterior
La noche tiene los ojos vueltos del revés
La muerte es una figura ciega y su guadaña un simple bastón
Los ojos de las nubes caen en invierno y migran en verano
El ángel vuela entre las nubes del verano sin atreverse a migrar
Los puntos del relieve del mapa ( ante tus ojos ) muestran destinos y metas
Pero la noche mira para otro lado
Los ojos castaños que, al leer, también escriben
Los ojos verdes que persiguen toda su vida el color gris
Los ojos azules como cantos rodados que el mar expulsa sobre la playa
Hay casas con cinco pares de ojos y hay casas con cuatro pares. En el invierno y en el verano, las cosas son distintas
Alguien fue testigo: alguien puso una botella en un mensaje y lo arrojó al mar
Tus hazañas alrededor del castillo. Las contemplas desde una hendidura en los muros
Quedan tus huellas en las paredes. Los comensales de la última cena admiran las armas y los trofeos
Ojos que a veces miran sin ver
El ángel no termina de aceptar que puede usar sus alas para hablar con su cojera, para convencerla de que su tiempo pasó
Si el ángel pintara su autorretrato, si anotara en un cuaderno amarillo sus pensamientos, sus viajes al cielo y a los infiernos, su agitado vuelo entre las nubes
El maestro nunca se defiende, sólo esquiva
Un día sí y otro no, los ojos que se abren y se cierran. Vivir en el tiempo de un parpadeo
A poco que uno escarbe, se encuentra con uñas de gato
En los ojos de los gatos hay uñas de gato
En la música hay ojos que te escuchan, hay música que te devuelve la mirada
Ante el castillo se ha detenido un viajero. Ha descubierto una rendija en los muros. Cuando acerca a la rendija su ojo derecho, su ojo izquierdo lo contempla desde el otro lado de la rendija
Un ciego señala con su bastón al cielo. El ángel de la escritura sobrevuela el castillo
En el castillo, una torre; en esa torre, una doncella
La virgen de largas trenzas se rodea con un manto negro cuando cae la noche
Las gotas de sangre en la escalera son ojos dejados caer por la virgen
Vientos aulladores soplan por las calles. Las casas tienen ojos
Salvador Alís.
martes, 15 de abril de 2014
KARL MARX
KARL MARX
Hace apenas una hora, mientras reposabas tu cabeza en un sillón de Ikea ( en una mano la copa, en otra un cigarrillo, en otra el mando a distancia ), se te aparece Karl Marx, de repente, en el comedor. Las gatas no muestran recelo
Vestía una gabardina negra, abrochada hasta el cuello. Pero su larga cabellera y su barba blanca eran inconfundibles
Lentamente fue abriendo uno a uno los botones de su gabardina
Días de vino y (el dibujo de la muerte segando los racimos
Fotografías cosidas sobre el forro interior de la gabardina
El mando a distancia se apaga, el cigarillo se apaga. La copa se llena
Gandhi junto a Hitler, Stalin a la izquierda, sobre Lenin junto a Mao, y a la derecha Búfalo Bill
Lo que dice el que se quita la gabardina, ya completamente abierta, resuena en el comedor
No hay que olvidar las frutas y verduras de temporada
No hay que olvidar los productos locales. Los emblemas en la gabardina hablan por sí solos
Una bailarina con los pies de hierro
Las frutas y verduras maduran y se pudren
Dice Marx que nada ha cambiado, que la productividad es solo una excusa, que nadie sabe dónde va
La bailarina con los pies de hierro gira sobre sí misma
Sobre el escenario tapizado con fotografías de héroes, hombres con traje gris y mujeres emplumadas
Dice Marx que nos roban el tiempo con decisiones inútiles
La gabardina sobre el suelo como un charco de agua al amanecer
Dice Marx que la élite está estudiando cómo escapar del planeta
Aquí se hace un silencio. La figura de Karl Marx desaparece
Se enciende otro cigarrillo, se apura la copa y el mando a distancia es capturado por la pornografía
Los colores dorados y naranjas del comedor
No es habitual que Karl Marx se te aparezca en el comedor. La puerta cerrada y la puerta abierta
Y no es previsible que hablen por ti
Bajo la cúpula: él y ellos y yo
Para olvidar al fantasma de otros tiempos, imaginas construir un gran cuadro de círculos concéntricos o espirales formadas con tapones de corcho cosidos sobre tela y sobre cuero o pegados sobre madera
Hace apenas una hora, mientra reposabas tu cabeza en un sillón de Ikea
El mando a distancia te traslada a otro escenario
Allí combaten el fuego y el viento
La tierra y el mar son pinturas en el último decorado. Abandonar el planeta no es complicado si te quedas en el planeta
Pero ésta es una decisión inútil si te roba tiempo
Para olvidar la aparición se tejen, entretejen y destejen hilos de lana
Se cosen o se pegan tapones de corcho para dar forma al cuadro
Días de vino (y un esqueleto con guadaña segando los racimos
Salvador Alís.
Hace apenas una hora, mientras reposabas tu cabeza en un sillón de Ikea ( en una mano la copa, en otra un cigarrillo, en otra el mando a distancia ), se te aparece Karl Marx, de repente, en el comedor. Las gatas no muestran recelo
Vestía una gabardina negra, abrochada hasta el cuello. Pero su larga cabellera y su barba blanca eran inconfundibles
Lentamente fue abriendo uno a uno los botones de su gabardina
Días de vino y (el dibujo de la muerte segando los racimos
Fotografías cosidas sobre el forro interior de la gabardina
El mando a distancia se apaga, el cigarillo se apaga. La copa se llena
Gandhi junto a Hitler, Stalin a la izquierda, sobre Lenin junto a Mao, y a la derecha Búfalo Bill
Lo que dice el que se quita la gabardina, ya completamente abierta, resuena en el comedor
No hay que olvidar las frutas y verduras de temporada
No hay que olvidar los productos locales. Los emblemas en la gabardina hablan por sí solos
Una bailarina con los pies de hierro
Las frutas y verduras maduran y se pudren
Dice Marx que nada ha cambiado, que la productividad es solo una excusa, que nadie sabe dónde va
La bailarina con los pies de hierro gira sobre sí misma
Sobre el escenario tapizado con fotografías de héroes, hombres con traje gris y mujeres emplumadas
Dice Marx que nos roban el tiempo con decisiones inútiles
La gabardina sobre el suelo como un charco de agua al amanecer
Dice Marx que la élite está estudiando cómo escapar del planeta
Aquí se hace un silencio. La figura de Karl Marx desaparece
Se enciende otro cigarrillo, se apura la copa y el mando a distancia es capturado por la pornografía
Los colores dorados y naranjas del comedor
No es habitual que Karl Marx se te aparezca en el comedor. La puerta cerrada y la puerta abierta
Y no es previsible que hablen por ti
Bajo la cúpula: él y ellos y yo
Para olvidar al fantasma de otros tiempos, imaginas construir un gran cuadro de círculos concéntricos o espirales formadas con tapones de corcho cosidos sobre tela y sobre cuero o pegados sobre madera
Hace apenas una hora, mientra reposabas tu cabeza en un sillón de Ikea
El mando a distancia te traslada a otro escenario
Allí combaten el fuego y el viento
La tierra y el mar son pinturas en el último decorado. Abandonar el planeta no es complicado si te quedas en el planeta
Pero ésta es una decisión inútil si te roba tiempo
Para olvidar la aparición se tejen, entretejen y destejen hilos de lana
Se cosen o se pegan tapones de corcho para dar forma al cuadro
Días de vino (y un esqueleto con guadaña segando los racimos
Salvador Alís.
domingo, 13 de abril de 2014
LÓGICA Y TEATRO
LÓGICA Y TEATRO
Cuando las preguntas no se formulan de acuerdo a la lógica de las preguntas, algo resulta sospechoso
El general con sus heridas se acomoda sobre un lecho de mármol, el arquero tensa el arco, la bailarina muestra sus velos
La tarde dará paso a la noche y la noche al día y el día a la tarde y la tarde a la noche
Las repeticiones en las preguntas, según una lógica extraña
Querer saber más de lo que se sabe. Querer apartar los velos de la bailarina. Querer disparar la flecha y evitar la flecha
En voz baja, puesto que en voz alta el oído izquierdo no distingue la fortaleza de los sonidos
En voz baja: susurros y venenos
Se aparta el telón y surgen de entre las sombras siete columnas negras sobre las que se yerguen siete gatas blancas
Las gatas observan a los espectadores que las observan
Ellas salieron de sus jaulas. Ellos han pagado su entrada
Siete gatas es una cifra arbitraria. Pudieran ser cinco o tres. Siempre números impares
El actor principal aguarda en su camerino
Hace la presentación de la obra un filósofo venido a menos
Me alegro que te sirva de ayuda este camino de vida
Asunto: me ayudas a vivir
Mensaje: Me ayudas a vivir, Luz. Te quiero
Y de repente, el escenario se queda a oscuras. Aparecen dos personajes que conversan
Les preocupa el banco de hierro, la poca luz de las farolas, la caída de la noche
Un templo a los gatos sobre una colina
Las pinturas se borraron hace siglos
Luz no se altera si otras sombras irrumpen
Los ojos de mármol blanco donde cicatrizan las heridas, el arco forzado hasta su tensión extrema, la bailarina ya desnuda. Sin más velos
A veces todo es claro y todo se entiende. A veces
Una población con forma de ocho, el símbolo del infinito. Y en su centro un castillo. Y la luz
En el centro de esos ojos. Cuevas y fortificaciones frente a esos ojos
Y en el interior de las cuevas: arcilla para modelar una gata tan orgullosa de sí que muta en leona
Felina que controla tu debilidad y tu falta de oído
En voz baja
Salvador Alís.
Cuando las preguntas no se formulan de acuerdo a la lógica de las preguntas, algo resulta sospechoso
El general con sus heridas se acomoda sobre un lecho de mármol, el arquero tensa el arco, la bailarina muestra sus velos
La tarde dará paso a la noche y la noche al día y el día a la tarde y la tarde a la noche
Las repeticiones en las preguntas, según una lógica extraña
Querer saber más de lo que se sabe. Querer apartar los velos de la bailarina. Querer disparar la flecha y evitar la flecha
En voz baja, puesto que en voz alta el oído izquierdo no distingue la fortaleza de los sonidos
En voz baja: susurros y venenos
Se aparta el telón y surgen de entre las sombras siete columnas negras sobre las que se yerguen siete gatas blancas
Las gatas observan a los espectadores que las observan
Ellas salieron de sus jaulas. Ellos han pagado su entrada
Siete gatas es una cifra arbitraria. Pudieran ser cinco o tres. Siempre números impares
El actor principal aguarda en su camerino
Hace la presentación de la obra un filósofo venido a menos
Me alegro que te sirva de ayuda este camino de vida
Asunto: me ayudas a vivir
Mensaje: Me ayudas a vivir, Luz. Te quiero
Y de repente, el escenario se queda a oscuras. Aparecen dos personajes que conversan
Les preocupa el banco de hierro, la poca luz de las farolas, la caída de la noche
Un templo a los gatos sobre una colina
Las pinturas se borraron hace siglos
Luz no se altera si otras sombras irrumpen
Los ojos de mármol blanco donde cicatrizan las heridas, el arco forzado hasta su tensión extrema, la bailarina ya desnuda. Sin más velos
A veces todo es claro y todo se entiende. A veces
Una población con forma de ocho, el símbolo del infinito. Y en su centro un castillo. Y la luz
En el centro de esos ojos. Cuevas y fortificaciones frente a esos ojos
Y en el interior de las cuevas: arcilla para modelar una gata tan orgullosa de sí que muta en leona
Felina que controla tu debilidad y tu falta de oído
En voz baja
Salvador Alís.
VORSICHT MIT DER KATZE
VORSICHT MIT DER KATZE
Este vacío a veces se llena con algo inesperado. La palabra "vacío" se emplea muy a la ligera
Una pequeña mariposa bate sus alas de seda para divertimento de las gatas
Las tres mueven la cola y la cabeza, y dirigen hacia todas las direcciones los ojos y las orejas
Las patas delanteras de Lolita son columnas de piedra cubiertas de nieve
La cola de Sombra es un látigo que sirve para espantar moscas imaginarias
Los ojos de Nube son dos gotas de cristal azulado
En el interior de esas gotas se guardan minúsculos mares y minúsculas islas. Y no eres tú el que comtempla lo que está a la vista
Las gatas escrutan todo a su alrededor, te detectan en las vibraciones de sus bigotes, escuchan tus llaves a cien metros, atrapan con la mirada el más leve movimiento y sonido
Cuando la mariposa desaparece vuelve la calma
En sentido inverso: a veces la mariposa no busca a las gatas. Amanece mientras la mariposa abre el sol con sus alas. La calle se llena de vuelos en primavera
Sombra duerme sobre la tela naranja, entonces no espanta moscas con la cola
Las moscas y los automóviles se parecen. Los unos y las otras: versiones molestas de un mismo movimiento
Los taxis blancos. Una paloma blanca muerta en el asfalto
A veces este vacío se llena con algo inesperado
Imaginas que en un espacio en L, cuyos dos brazos miden 4 x 2 metros, interaccionan 3 gatas. Eso llena el vacío
El azulejo dice: VORSICHT MIT DER KATZE
Se atraviesa la ciudad de parte a parte sin saber dónde está la meta. Aquiles no alcanza a la tortuga
Hombres colgados con sus arneses de cuerdas que cuelgan por las paredes
La torre de las gatas asediada y atacada
Al pie de las escaleras, la enfermedad se propone subir las escaleras
Las máquinas en el gimnasio prometen curar toda enfermedad
Se corre en una cinta sin fin, se levantan pesos no humanos, se toman bebidas que no alimentan el cerebro. Conan haría estragos en cualquier gimnasio
En este mundo futuro ya se dispone de exoesqueletos
Este vacío a veces se puede llenar con algo inesperado
El concepto "vacío" se opone a los conceptos "lleno" y "saturado
Llamadas de teléfono en la noche llenan y no llenan este vacío
Salvador Alís.
Este vacío a veces se llena con algo inesperado. La palabra "vacío" se emplea muy a la ligera
Una pequeña mariposa bate sus alas de seda para divertimento de las gatas
Las tres mueven la cola y la cabeza, y dirigen hacia todas las direcciones los ojos y las orejas
Las patas delanteras de Lolita son columnas de piedra cubiertas de nieve
La cola de Sombra es un látigo que sirve para espantar moscas imaginarias
Los ojos de Nube son dos gotas de cristal azulado
En el interior de esas gotas se guardan minúsculos mares y minúsculas islas. Y no eres tú el que comtempla lo que está a la vista
Las gatas escrutan todo a su alrededor, te detectan en las vibraciones de sus bigotes, escuchan tus llaves a cien metros, atrapan con la mirada el más leve movimiento y sonido
Cuando la mariposa desaparece vuelve la calma
En sentido inverso: a veces la mariposa no busca a las gatas. Amanece mientras la mariposa abre el sol con sus alas. La calle se llena de vuelos en primavera
Sombra duerme sobre la tela naranja, entonces no espanta moscas con la cola
Las moscas y los automóviles se parecen. Los unos y las otras: versiones molestas de un mismo movimiento
Los taxis blancos. Una paloma blanca muerta en el asfalto
A veces este vacío se llena con algo inesperado
Imaginas que en un espacio en L, cuyos dos brazos miden 4 x 2 metros, interaccionan 3 gatas. Eso llena el vacío
El azulejo dice: VORSICHT MIT DER KATZE
Se atraviesa la ciudad de parte a parte sin saber dónde está la meta. Aquiles no alcanza a la tortuga
Hombres colgados con sus arneses de cuerdas que cuelgan por las paredes
La torre de las gatas asediada y atacada
Al pie de las escaleras, la enfermedad se propone subir las escaleras
Las máquinas en el gimnasio prometen curar toda enfermedad
Se corre en una cinta sin fin, se levantan pesos no humanos, se toman bebidas que no alimentan el cerebro. Conan haría estragos en cualquier gimnasio
En este mundo futuro ya se dispone de exoesqueletos
Este vacío a veces se puede llenar con algo inesperado
El concepto "vacío" se opone a los conceptos "lleno" y "saturado
Llamadas de teléfono en la noche llenan y no llenan este vacío
Salvador Alís.
viernes, 11 de abril de 2014
miércoles, 9 de abril de 2014
MANICOMIOS
MANICOMIOS
Trabajas en una especie de laboratorio sociológico, un manicomio controlado por alguien en las alturas
El más loco controla a los menos locos. Hace años
Los manicomios de tu juventud, con altos muros y paredes blancas, un jardín sin flores, fuentes abiertas permanentemente
La piedra en los manicomios tradicionales ha sido sustituida por cristal
Las torres son de cristal reforzado, doble o triple cristal. A lo lejos, un mujer en cuya capa está pintado el mar
Vigilantes en las torres, algunos locos con propensión a las alturas
Sombra se estira y posa sobre la nevera gris metalizada
Un paseo por el jardín sin flores, el ruido del agua de las fuentes al caer
En un extremo de la calle, un campanario escalonado. Lo atraviesa una serpiente, una escalera de caracol
Se definen palabras en el laboratorio, se inventan palabras en el manicomio
Locos felices hacen sus dibujos, roban muñecos y los envuelven con cordones de lana
Lo mismo que hacen los gusanos
En un óvalo de lana de colores muta el gusano en otro ser
Trabajas en un lugar donde la tierra desafía al cielo y el cielo desafía a la tierra
Loco entre locos, intentando subir por la escalera
Escribes notas con un rotulador azul en las paredes blancas, dibujas las mil caras de la locura
Analizas en tu laboratorio los pros y los contras
Aclaraciones innecesarias
En los paseos por los caminos sin flores, al exterior del edificio principal, se escucha una música débil
Las ventanas en gruesos muros y sus barrotes de agua
Cristales blindados de metros de altura
Trabajas en la construcción de una fortaleza
El más loco de los locos ha dado la orden
Haces cuatro agujeros con una llave en una bolsa negra de papel. La bolsa está vacía
Letras plateadas en la bolsa indican que pertenece a Hugo Boss
El fundador de la Compañía diseñó uniformes para el ejército nazi
Muchos locos no reaccionan
Hay un loco que se piensa ángel. Hay un loco gigante y otro loco que aspira a la santidad
La nostalgia del manicomio
Hay locos eventuales que entran y salen, no duran mucho. Los funcionarios no los tratan como a locos
Dibujas al loco que toca la batería y al loco que ama sus zapatos
Rectificas dibujos de Napoleón a caballo y de sus tropas adentrándose en el frío
Sobre las torres de cristal blindado, los vigilantes mueven a los locos con su mirada
El halcón sobre la peña esboza una sonrisa
Despegan y aterrizan aviones en el patio sin fin del manicomio
El hombre con la bolsa de Hugo Boss en la cabeza. El miedo es semejante a la risa. No hay una noche
A veces una frase se rompe, a veces un sonido leve se convierte en agudo
El acto de romper es de color verde. Todo se rompe siete veces, pero esa cifra es arbitraria
Lolita podría ser la diosa de la belleza, y entonces la luna sería su figura. Sombra, la diosa del sol, tiene una doble en el manicomio. Y Nube, en todo caso, debe ser un tema aparte
Gatos en el manicomio. Suben a los tejados y obsevan a los locos
Trabajas en una especie de laboratorio donde se llevan a cabo ciertos experimentos
Los menos locos sienten temor ante el más loco
Los vigilantes hacen bien su trabajo porque contemplan el cielo
Sobre la cúpula azul que remata al manicomio, sobre su parte interior, se dibuja un cielo falso que no engaña a los verdaderos locos
Hay hermanos en extremos opuestos del manicomio, padres e hijas, y madres
Amantes a un lado y al otro del manicomio
Hay un loco cuya locura consiste en no crecer, hay un loco enano y un loco en miniatura
Las tres gatas que te acompañan no están locas. No forman parte del manicomio
A veces hay que sacar a la fuerza a un loco del manicomio. A veces el manicomio permanece cerrado
¡Son tan diferentes los veranos de los inviernos en el manicomio
Las fuentes no suenan igual en cada época del año
Se echan de menos algunos manicomios: Sevilla, Ibiza, Berlín, París, Estambul, Túnez, El Cairo, La Habana, Isla de la Reunión, Praga, Marienbad, Santorini, Lisboa, Madeira
Y se echan de menos algunos barrios (El Carmen), algunas calles (Lope de Vega, Paz, Martí
El día en que los hermanos descubren coincidencias numéricas
El día en que el ángel y el enano entablan lucha
El funcionario de bata blanca que limpia el laboratorio barre plumas y uñas quemadas
El loco que colecciona mecheros y se quema las uñas jugando
El loco que demanda un mechero para su cigarrillos
El funcionario que juega con locos sin saber que el más loco entre ellos juega con él a través de esa locura
La fascinación de diseñar uniformes en un tiempo de guerra
Vestir uniformes en un tiempo de guerra
La guerra exterior al manicomio no se parece ni afecta a la guerra interior
No hay una noche que no pienses en ti
Salvador Alís.
Trabajas en una especie de laboratorio sociológico, un manicomio controlado por alguien en las alturas
El más loco controla a los menos locos. Hace años
Los manicomios de tu juventud, con altos muros y paredes blancas, un jardín sin flores, fuentes abiertas permanentemente
La piedra en los manicomios tradicionales ha sido sustituida por cristal
Las torres son de cristal reforzado, doble o triple cristal. A lo lejos, un mujer en cuya capa está pintado el mar
Vigilantes en las torres, algunos locos con propensión a las alturas
Sombra se estira y posa sobre la nevera gris metalizada
Un paseo por el jardín sin flores, el ruido del agua de las fuentes al caer
En un extremo de la calle, un campanario escalonado. Lo atraviesa una serpiente, una escalera de caracol
Se definen palabras en el laboratorio, se inventan palabras en el manicomio
Locos felices hacen sus dibujos, roban muñecos y los envuelven con cordones de lana
Lo mismo que hacen los gusanos
En un óvalo de lana de colores muta el gusano en otro ser
Trabajas en un lugar donde la tierra desafía al cielo y el cielo desafía a la tierra
Loco entre locos, intentando subir por la escalera
Escribes notas con un rotulador azul en las paredes blancas, dibujas las mil caras de la locura
Analizas en tu laboratorio los pros y los contras
Aclaraciones innecesarias
En los paseos por los caminos sin flores, al exterior del edificio principal, se escucha una música débil
Las ventanas en gruesos muros y sus barrotes de agua
Cristales blindados de metros de altura
Trabajas en la construcción de una fortaleza
El más loco de los locos ha dado la orden
Haces cuatro agujeros con una llave en una bolsa negra de papel. La bolsa está vacía
Letras plateadas en la bolsa indican que pertenece a Hugo Boss
El fundador de la Compañía diseñó uniformes para el ejército nazi
Muchos locos no reaccionan
Hay un loco que se piensa ángel. Hay un loco gigante y otro loco que aspira a la santidad
La nostalgia del manicomio
Hay locos eventuales que entran y salen, no duran mucho. Los funcionarios no los tratan como a locos
Dibujas al loco que toca la batería y al loco que ama sus zapatos
Rectificas dibujos de Napoleón a caballo y de sus tropas adentrándose en el frío
Sobre las torres de cristal blindado, los vigilantes mueven a los locos con su mirada
El halcón sobre la peña esboza una sonrisa
Despegan y aterrizan aviones en el patio sin fin del manicomio
El hombre con la bolsa de Hugo Boss en la cabeza. El miedo es semejante a la risa. No hay una noche
A veces una frase se rompe, a veces un sonido leve se convierte en agudo
El acto de romper es de color verde. Todo se rompe siete veces, pero esa cifra es arbitraria
Lolita podría ser la diosa de la belleza, y entonces la luna sería su figura. Sombra, la diosa del sol, tiene una doble en el manicomio. Y Nube, en todo caso, debe ser un tema aparte
Gatos en el manicomio. Suben a los tejados y obsevan a los locos
Trabajas en una especie de laboratorio donde se llevan a cabo ciertos experimentos
Los menos locos sienten temor ante el más loco
Los vigilantes hacen bien su trabajo porque contemplan el cielo
Sobre la cúpula azul que remata al manicomio, sobre su parte interior, se dibuja un cielo falso que no engaña a los verdaderos locos
Hay hermanos en extremos opuestos del manicomio, padres e hijas, y madres
Amantes a un lado y al otro del manicomio
Hay un loco cuya locura consiste en no crecer, hay un loco enano y un loco en miniatura
Las tres gatas que te acompañan no están locas. No forman parte del manicomio
A veces hay que sacar a la fuerza a un loco del manicomio. A veces el manicomio permanece cerrado
¡Son tan diferentes los veranos de los inviernos en el manicomio
Las fuentes no suenan igual en cada época del año
Se echan de menos algunos manicomios: Sevilla, Ibiza, Berlín, París, Estambul, Túnez, El Cairo, La Habana, Isla de la Reunión, Praga, Marienbad, Santorini, Lisboa, Madeira
Y se echan de menos algunos barrios (El Carmen), algunas calles (Lope de Vega, Paz, Martí
El día en que los hermanos descubren coincidencias numéricas
El día en que el ángel y el enano entablan lucha
El funcionario de bata blanca que limpia el laboratorio barre plumas y uñas quemadas
El loco que colecciona mecheros y se quema las uñas jugando
El loco que demanda un mechero para su cigarrillos
El funcionario que juega con locos sin saber que el más loco entre ellos juega con él a través de esa locura
La fascinación de diseñar uniformes en un tiempo de guerra
Vestir uniformes en un tiempo de guerra
La guerra exterior al manicomio no se parece ni afecta a la guerra interior
No hay una noche que no pienses en ti
Salvador Alís.
lunes, 7 de abril de 2014
LUZ CASAL / NO, NO y NO
Luz dando toda su energía en una canción.
A pantalla completa y máximo volumen.
TIEMPO CERO
TIEMPO CERO
Una parte importante de tu vida se encuentra en una jaula en tu cabeza
Esa jaula primera no es la única
En esa jaula hay una mujer desnuda cubierta con muchas capas
Las capas son de distintas telas, algunas bordadas, otras pintadas
Las fronteras que son los barrotes de esas jaulas no son reposo para mariposas de alas afiladas
Junto a la primera jaula hay una segunda; y junto a ésta, una tercera
En la segunda jaula hay una mujer vestida de negro; en la tercera, una mujer cuya capa reproduce el mar
Los barrotes, a veces, son simples agujas entrecruzadas, y otras veces son cordones de zapatos
Una mujer atada con cordones de zapatos. Un pájaro con sus propias alas hechas un nudo
En el horizonte disperso aparecen niños desnudos -de ambos sexos- que no cesan de escapar de su jaula
La vida sin fronteras. A lo lejos
Los ídolos surgen en horizontes paralelos, en tu cabeza. Escribes un Tratado de Imperfecciones
Las agujas de las jaulas y los cordones de los zapatos
En otra jaula hay una mujer recubierta de agujas
Cada jaula es un farol. Todo está iluminado según tu deseo
Una jaula se engendra con ideas para que en ella se encierre un hombre para engendrar más ideas
De una jaula a otra jaula cada vez hay menos espacio
Las mujeres desnudas se mezclan con las niñas desnudas
Pájaros muy ancianos se desatan de sus nudos
El paisaje que puede verse tras las jaulas es nítido y deslumbrante: un pozo, un río, dos montañas, un lago, dos estrellas
Algunas jaulas contienen humo, demonios, negaciones, pornografía, monedas de oro
Luz Casal canta No, no y no. A su alrededor no hay jaulas, los aplausos no pueden ser barrotes
Actrices en jaulas representan a las mujeres que fueron. Hombres en jaulas en las cabezas de los hombres que fueron
El tiempo es la jaula más grande y más compleja, donde todas las pequeñas jaulas y las cabezas que contienen esas jaulas se encuentran retenidas
Tiempo cero, tiempo congelado. Los barrotes son hilos de hielo
Una colección de secretos no puede exhibirse. Secretos ocultos tras jaulas transparentes
Años que se retuercen sobre sí mismos para formar barrotes
Mujer, anciana, adolescente o niña
Y el ruido de fondo. Y el caos como una boya de colores suspendida en el mar
Salvador Alís.
Una parte importante de tu vida se encuentra en una jaula en tu cabeza
Esa jaula primera no es la única
En esa jaula hay una mujer desnuda cubierta con muchas capas
Las capas son de distintas telas, algunas bordadas, otras pintadas
Las fronteras que son los barrotes de esas jaulas no son reposo para mariposas de alas afiladas
Junto a la primera jaula hay una segunda; y junto a ésta, una tercera
En la segunda jaula hay una mujer vestida de negro; en la tercera, una mujer cuya capa reproduce el mar
Los barrotes, a veces, son simples agujas entrecruzadas, y otras veces son cordones de zapatos
Una mujer atada con cordones de zapatos. Un pájaro con sus propias alas hechas un nudo
En el horizonte disperso aparecen niños desnudos -de ambos sexos- que no cesan de escapar de su jaula
La vida sin fronteras. A lo lejos
Los ídolos surgen en horizontes paralelos, en tu cabeza. Escribes un Tratado de Imperfecciones
Las agujas de las jaulas y los cordones de los zapatos
En otra jaula hay una mujer recubierta de agujas
Cada jaula es un farol. Todo está iluminado según tu deseo
Una jaula se engendra con ideas para que en ella se encierre un hombre para engendrar más ideas
De una jaula a otra jaula cada vez hay menos espacio
Las mujeres desnudas se mezclan con las niñas desnudas
Pájaros muy ancianos se desatan de sus nudos
El paisaje que puede verse tras las jaulas es nítido y deslumbrante: un pozo, un río, dos montañas, un lago, dos estrellas
Algunas jaulas contienen humo, demonios, negaciones, pornografía, monedas de oro
Luz Casal canta No, no y no. A su alrededor no hay jaulas, los aplausos no pueden ser barrotes
Actrices en jaulas representan a las mujeres que fueron. Hombres en jaulas en las cabezas de los hombres que fueron
El tiempo es la jaula más grande y más compleja, donde todas las pequeñas jaulas y las cabezas que contienen esas jaulas se encuentran retenidas
Tiempo cero, tiempo congelado. Los barrotes son hilos de hielo
Una colección de secretos no puede exhibirse. Secretos ocultos tras jaulas transparentes
Años que se retuercen sobre sí mismos para formar barrotes
Mujer, anciana, adolescente o niña
Y el ruido de fondo. Y el caos como una boya de colores suspendida en el mar
Salvador Alís.
sábado, 5 de abril de 2014
LA FRONTERA
LA FRONTERA
En el cuaderno amarillo escribes: todo hombre tiene en su cabeza una frontera; de un lado, él y sus elegidos; del otro lado, el resto del mundo
Cintas de tela reforzada de la marca Tensabarrier*, aguas territoriales y cielos protegidos
Un farolillo blanco ilumina una terraza que no es tu terraza. Pero la luna en lo alto ilumina tu oscuridad y apenas se nota en la terraza
La mano que podría tenderse hacia otra mano (salvando esa mano o salvándose ambas) no lo hace porque la frontera lo impide
Las fronteras las trazan quienes más tienen que perder. Los bárbaros acechan tras las fronteras
Lo desconocido, lo que no se elige pero está ahí
Las fronteras se construyen para contener amenazas
En las fronteras, el hierro y el cemento, la electricidad, el foso y los cocodrilos, mariposas de alas afiladas
A veces, sobre la frontera que cada hombre tiene en su cabeza, se instala un pájaro
Las fronteras del pájaro se concentran en formas geométricas y se llaman jaulas
A veces, la puerta abierta no significa que el pájaro eche a volar
Sobre las fronteras reales, a vista de pájaro, se desplazan y se desploman a su capricho los pájaros alrededor del mundo
También los peces no conocen otra frontera que los límites de su río, lago, mar y océano
Y aunque las hormigas incluyen fronteras en sus fortificaciones subterráneas, cuando salen a la superficie en busca de alimento forman filas que a su vez son fronteras
Las raíces de un árbol se extienden hasta su fin. Hasta su frontera
Se enfrentan hombres armados y hombres desnudos. Algunos acaban herídos. Otros muertos
La suprema frontera, la siempre vencedora
La frontera en la cabeza de los hombres tiene los días contados. Al final de toda vida
Cada línea escrita en el cuaderno amarillo, fila de hormigas que surgen de fortificaciones subterráneas, palabras que dibujan fronteras, palabras que quisieran ser pájaros y salir en tropel de su jaula
Una piel humana en el lugar más alejado del mundo. Una montaña que asciende y asciende y no se acaba nunca
Un cuerpo humano acariciado por balas, por plumas, por mariposas y palabras
Un tatuaje pendiente de su tinta
Te rodeas de círculos concéntricos para no crear fronteras. Trasladas a tus elegidos de círculo en círculo a tu antojo
Los pájaros de papel-moneda sobrevuelan ligeros y en bandada las fronteras
Se lanzan bombas, botes de humo, micrófonos, distracciones y consignas de un lado a otro de las fronteras
El aire se vuelve irrespirable
Se enfrentan hombres con máscaras de gas y máscaras convencionales
Las palabras se asocian con imágenes (el fotógrafo en la fiesta dispara a la novia virgen y a la cabeza de oso disecada en la pared
Las naciones abren sus fronteras. Los rusos que navegaron hasta Cuba aterrizan hoy en nuestras lindes
En aguas territoriales insulares echa el ancla el portaaviones nuclear Harry S. Truman, 333 m. de eslora y entre 41 y 78 m. de manga, 6.000 hombres extendiendo una frontera
En las profundidades, como los peces, los submarinos basan su poder en la capacidad de extender sus fronteras. Hasta donde termina el agua
Los americanos que conocieron y perdieron las intrincadas selvas de Vietnam, prefieren ahora hacer turismo en los desiertos
Hay hombres cuyas cabezas son incapaces de contener y comprender fronteras
La música, como el pájaro, se mueve en otro ámbito, en un lugar sin fronteras
Por el cuaderno amarillo se mueven notas, se pintan vuelos con tinta azul sobre un cielo blanco
Las notas de música son colores, son nudos eléctricos que proyectan filamentos hasta donde alcanzan
A veces muy lejos. El horizonte como frontera
El que gira sobre sus pies haciendo su giro cada vez más rápido
Con las manos crea círculos concéntricos. Aspas de ventilador
Con los ojos. Círculos concéntricos como en el cuadro Estudios sobre la mirada
En ese cuadro las fronteras están en el mismo cuadro y en su observador. Implícitas
Los ojos de Sombra no ven lo mismo que tú ves
Si las mariposas de alas afiladas murieran; si las manos no fueran cercenadas, electrocutadas, sepultadas en cemento, ahogadas, sujetadas a una cadena de hierro
Los ojos de Sombra, de Nube, de Lolita, son fronteras que defienden su mundo interior mientras se adueñan, al mismo tiempo, del mundo exterior
Eliminas esas fronteras con un simple juego llamado El ratoncito
Simplemente agitando ante sus ojos un tapón de corcho anudado con un cordón de zapato
Juego de niños (de gatos) que no entienden de fronteras (pues gobiernan las fronteras) y juego de adultos tras la frontera
La repetición es parte fundamental de la historia, de la conciencia, de la publicidad
Pájaros sin cabeza imitan a otros pájaros instalados en la frontera que cada hombre tiene en su cabeza
Sólo escribes para lectores arriesgados
Si te consideras inteligente, lée hasta que te vuelvas estúpido. Y si te consideras estúpido, lée hasta que te vuelvas inteligente
Cuando repasas tu cuaderno amarillo, cuatro meses de bachillerato que triunfan y fracasan
Tú, el maestro de ti mismo, el lector de ti mismo, tu frontera
* Tensabarrier: "La barrera de control de multitudes y de gestión de filas líder en el mundo."
Salvador Alís.
En el cuaderno amarillo escribes: todo hombre tiene en su cabeza una frontera; de un lado, él y sus elegidos; del otro lado, el resto del mundo
Cintas de tela reforzada de la marca Tensabarrier*, aguas territoriales y cielos protegidos
Un farolillo blanco ilumina una terraza que no es tu terraza. Pero la luna en lo alto ilumina tu oscuridad y apenas se nota en la terraza
La mano que podría tenderse hacia otra mano (salvando esa mano o salvándose ambas) no lo hace porque la frontera lo impide
Las fronteras las trazan quienes más tienen que perder. Los bárbaros acechan tras las fronteras
Lo desconocido, lo que no se elige pero está ahí
Las fronteras se construyen para contener amenazas
En las fronteras, el hierro y el cemento, la electricidad, el foso y los cocodrilos, mariposas de alas afiladas
A veces, sobre la frontera que cada hombre tiene en su cabeza, se instala un pájaro
Las fronteras del pájaro se concentran en formas geométricas y se llaman jaulas
A veces, la puerta abierta no significa que el pájaro eche a volar
Sobre las fronteras reales, a vista de pájaro, se desplazan y se desploman a su capricho los pájaros alrededor del mundo
También los peces no conocen otra frontera que los límites de su río, lago, mar y océano
Y aunque las hormigas incluyen fronteras en sus fortificaciones subterráneas, cuando salen a la superficie en busca de alimento forman filas que a su vez son fronteras
Las raíces de un árbol se extienden hasta su fin. Hasta su frontera
Se enfrentan hombres armados y hombres desnudos. Algunos acaban herídos. Otros muertos
La suprema frontera, la siempre vencedora
La frontera en la cabeza de los hombres tiene los días contados. Al final de toda vida
Cada línea escrita en el cuaderno amarillo, fila de hormigas que surgen de fortificaciones subterráneas, palabras que dibujan fronteras, palabras que quisieran ser pájaros y salir en tropel de su jaula
Una piel humana en el lugar más alejado del mundo. Una montaña que asciende y asciende y no se acaba nunca
Un cuerpo humano acariciado por balas, por plumas, por mariposas y palabras
Un tatuaje pendiente de su tinta
Te rodeas de círculos concéntricos para no crear fronteras. Trasladas a tus elegidos de círculo en círculo a tu antojo
Los pájaros de papel-moneda sobrevuelan ligeros y en bandada las fronteras
Se lanzan bombas, botes de humo, micrófonos, distracciones y consignas de un lado a otro de las fronteras
El aire se vuelve irrespirable
Se enfrentan hombres con máscaras de gas y máscaras convencionales
Las palabras se asocian con imágenes (el fotógrafo en la fiesta dispara a la novia virgen y a la cabeza de oso disecada en la pared
Las naciones abren sus fronteras. Los rusos que navegaron hasta Cuba aterrizan hoy en nuestras lindes
En aguas territoriales insulares echa el ancla el portaaviones nuclear Harry S. Truman, 333 m. de eslora y entre 41 y 78 m. de manga, 6.000 hombres extendiendo una frontera
En las profundidades, como los peces, los submarinos basan su poder en la capacidad de extender sus fronteras. Hasta donde termina el agua
Los americanos que conocieron y perdieron las intrincadas selvas de Vietnam, prefieren ahora hacer turismo en los desiertos
Hay hombres cuyas cabezas son incapaces de contener y comprender fronteras
La música, como el pájaro, se mueve en otro ámbito, en un lugar sin fronteras
Por el cuaderno amarillo se mueven notas, se pintan vuelos con tinta azul sobre un cielo blanco
Las notas de música son colores, son nudos eléctricos que proyectan filamentos hasta donde alcanzan
A veces muy lejos. El horizonte como frontera
El que gira sobre sus pies haciendo su giro cada vez más rápido
Con las manos crea círculos concéntricos. Aspas de ventilador
Con los ojos. Círculos concéntricos como en el cuadro Estudios sobre la mirada
En ese cuadro las fronteras están en el mismo cuadro y en su observador. Implícitas
Los ojos de Sombra no ven lo mismo que tú ves
Si las mariposas de alas afiladas murieran; si las manos no fueran cercenadas, electrocutadas, sepultadas en cemento, ahogadas, sujetadas a una cadena de hierro
Los ojos de Sombra, de Nube, de Lolita, son fronteras que defienden su mundo interior mientras se adueñan, al mismo tiempo, del mundo exterior
Eliminas esas fronteras con un simple juego llamado El ratoncito
Simplemente agitando ante sus ojos un tapón de corcho anudado con un cordón de zapato
Juego de niños (de gatos) que no entienden de fronteras (pues gobiernan las fronteras) y juego de adultos tras la frontera
La repetición es parte fundamental de la historia, de la conciencia, de la publicidad
Pájaros sin cabeza imitan a otros pájaros instalados en la frontera que cada hombre tiene en su cabeza
Sólo escribes para lectores arriesgados
Si te consideras inteligente, lée hasta que te vuelvas estúpido. Y si te consideras estúpido, lée hasta que te vuelvas inteligente
Cuando repasas tu cuaderno amarillo, cuatro meses de bachillerato que triunfan y fracasan
Tú, el maestro de ti mismo, el lector de ti mismo, tu frontera
* Tensabarrier: "La barrera de control de multitudes y de gestión de filas líder en el mundo."
Salvador Alís.
jueves, 3 de abril de 2014
COMO NO ESCRIBIR UNA CARTA
COMO NO ESCRIBIR UNA CARTA
El tiempo esta hecho un lío, ahora la lluvia, después el viento, ahora calor y luego frío. Se escriben cartas y se meten en sobres sin dirección
Esas cartas se mezclan con otras en la Oficina de Correos y forman una baraja donde no hay reyes ni ases, ni oros ni copas, ni el loco ni los enamorados
El niño que recibe una carta está deseando echar cuanto antes su cometa al viento
La joven que recibe una carta está deseando subir otra vez al cielo
Sobre la tierra todo se agita, desaparecen aviones, la Hacienda Pública juega al Trile
El tiempo está hecho un lío, se escriben cartas a los que ya murieron, a los que aún no han nacido, a los que ya no se parecen a sus fotografías
Se pierde de vista al pintor en un océano, buscando una carta de navegación entre las olas
El que escribe las cartas juega a hacerse el dormido
El verdadero pintor pinta sus propias cartas. El escritor verdadero sólo se escribe cartas a sí mismo
Como es lógico, nadie entiende nada
El niño que escribe su primera carta de amor. La joven que enloquece de amor ante la carta de un viejo. El viejo que enloquece de amor por el rechazo de su locura
Frío y calor. La lluvia lo mancha todo de barro
Te escapas y te acercas en un baile sin fin de idas y venidas. Y piensas que esto ya lo dijiste antes o alguien lo dijo antes (o después
La verdad ante todo. El pornógrafo que lee su carta lee palabras de mayor a menor tamaño
El rey que lee su carta sabe que caerá boca abajo y nadie sabrá que es la carta del rey
Un loco juega con sus copas de cristal, no las rompe, no las mastica
Hace juegos malabares con sus copas de cristal
En las paredes de la Oficina de Correos donde se mezclan unas cartas con otras: cuadros oscuros en marcos dorados
Y todas las ventanas cerradas. Y todas las ventanas cayendo
Sobre la tierra todo se agita. Pasado y presente son los protones y electrones del núcleo sobre el que gira una nube de electrones que contiene las preguntas y las respuestas
Bajo esa nube vuela el niño su cometa. La carta abandonada
Y un poco más allá, arde la carta de la joven que ya se encuentra en el cielo
Salvador Alís.
El tiempo esta hecho un lío, ahora la lluvia, después el viento, ahora calor y luego frío. Se escriben cartas y se meten en sobres sin dirección
Esas cartas se mezclan con otras en la Oficina de Correos y forman una baraja donde no hay reyes ni ases, ni oros ni copas, ni el loco ni los enamorados
El niño que recibe una carta está deseando echar cuanto antes su cometa al viento
La joven que recibe una carta está deseando subir otra vez al cielo
Sobre la tierra todo se agita, desaparecen aviones, la Hacienda Pública juega al Trile
El tiempo está hecho un lío, se escriben cartas a los que ya murieron, a los que aún no han nacido, a los que ya no se parecen a sus fotografías
Se pierde de vista al pintor en un océano, buscando una carta de navegación entre las olas
El que escribe las cartas juega a hacerse el dormido
El verdadero pintor pinta sus propias cartas. El escritor verdadero sólo se escribe cartas a sí mismo
Como es lógico, nadie entiende nada
El niño que escribe su primera carta de amor. La joven que enloquece de amor ante la carta de un viejo. El viejo que enloquece de amor por el rechazo de su locura
Frío y calor. La lluvia lo mancha todo de barro
Te escapas y te acercas en un baile sin fin de idas y venidas. Y piensas que esto ya lo dijiste antes o alguien lo dijo antes (o después
La verdad ante todo. El pornógrafo que lee su carta lee palabras de mayor a menor tamaño
El rey que lee su carta sabe que caerá boca abajo y nadie sabrá que es la carta del rey
Un loco juega con sus copas de cristal, no las rompe, no las mastica
Hace juegos malabares con sus copas de cristal
En las paredes de la Oficina de Correos donde se mezclan unas cartas con otras: cuadros oscuros en marcos dorados
Y todas las ventanas cerradas. Y todas las ventanas cayendo
Sobre la tierra todo se agita. Pasado y presente son los protones y electrones del núcleo sobre el que gira una nube de electrones que contiene las preguntas y las respuestas
Bajo esa nube vuela el niño su cometa. La carta abandonada
Y un poco más allá, arde la carta de la joven que ya se encuentra en el cielo
Salvador Alís.
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