viernes, 28 de abril de 2017
NO TENGAS MIEDO
NO TENGAS MIEDO
Por más que un portaaviones sea una ballena gigante,
una moby dick acerada
que guarda en su vientre pequeñas ballenas mortíferas;
por más que se acompañe de tiburones negros;
por más que sobre su coraza en la superficie
se afanen pájaros igualmente metálicos;
por más que los tiburones sean como puercoespines;
no tengas miedo.
Un terremoto simulado no es un terremoto;
el tsunami posterior no es natural,
kilómetros de una tierra, de un estado, perecen
bajo el agua;
la escena la contempla un satélite, un ojo
que todo lo ve suspendido en el cielo de sus dioses;
a pesar de esto, no tengas miedo.
Los gatos en contadas ocasiones tienen miedo,
sólo cuando los debilita la edad o la enfermedad;
un gato en plenas facultades a nada teme,
lo demuestran Lolita, Nube y Sombra cada noche;
la excepción son los fuegos artificiales;
por eso nada temas, no tengas miedo.
Cuando el dictador reprimía, muchos salían a la calle,
no son suficientes; en las calles de hoy
se tiene mucho que perder y poco que ganar;
hay un mundo oculto cuya caja fuerte
está pidiendo ser reventada;
que no te asuste el ruido mediático.
no tengas miedo.
Hablar por hablar, eso también asusta;
hablar para no decir nada, para contrariar al contrario,
eso no debe asustar;
no deben asustar las palabras justas
en su justa medida, no deben asustar los discursos
negativos ni los positivos; todo es igual a cero;
no temas nada.
Y sin embargo ¡cuántos temores!
Temes al aire que respiras, al ruido que no oyes,
al conejo sin orejas, al libro no leído, a la frontera
(playa, horizonte, montaña, castillo, bosque y niebla)
no conocida; temes a la noche y al día,
a la cifra exacta y a la aproximada; temes.
Por ese motivo conviene decirte: no temas.
Porque temes.
Pero no tengas miedo. La muerte será justa contigo
y será justa con tu espejo, tu cuaderno, tu dibujo.
Será justa a pesar de ti y a pesar de todo.
No serás engullido por la ballena,
no te despedazará con sus enormes dientes
el tiburón; no serás agitado más allá de lo soportable
por el bullicio del mar o el temblor de la tierra.
Así que no tengas miedo. Más allá de ti no hay nada,
absolutamente nada que temer.
Salvador Alís.
Por más que un portaaviones sea una ballena gigante,
una moby dick acerada
que guarda en su vientre pequeñas ballenas mortíferas;
por más que se acompañe de tiburones negros;
por más que sobre su coraza en la superficie
se afanen pájaros igualmente metálicos;
por más que los tiburones sean como puercoespines;
no tengas miedo.
Un terremoto simulado no es un terremoto;
el tsunami posterior no es natural,
kilómetros de una tierra, de un estado, perecen
bajo el agua;
la escena la contempla un satélite, un ojo
que todo lo ve suspendido en el cielo de sus dioses;
a pesar de esto, no tengas miedo.
Los gatos en contadas ocasiones tienen miedo,
sólo cuando los debilita la edad o la enfermedad;
un gato en plenas facultades a nada teme,
lo demuestran Lolita, Nube y Sombra cada noche;
la excepción son los fuegos artificiales;
por eso nada temas, no tengas miedo.
Cuando el dictador reprimía, muchos salían a la calle,
no son suficientes; en las calles de hoy
se tiene mucho que perder y poco que ganar;
hay un mundo oculto cuya caja fuerte
está pidiendo ser reventada;
que no te asuste el ruido mediático.
no tengas miedo.
Hablar por hablar, eso también asusta;
hablar para no decir nada, para contrariar al contrario,
eso no debe asustar;
no deben asustar las palabras justas
en su justa medida, no deben asustar los discursos
negativos ni los positivos; todo es igual a cero;
no temas nada.
Y sin embargo ¡cuántos temores!
Temes al aire que respiras, al ruido que no oyes,
al conejo sin orejas, al libro no leído, a la frontera
(playa, horizonte, montaña, castillo, bosque y niebla)
no conocida; temes a la noche y al día,
a la cifra exacta y a la aproximada; temes.
Por ese motivo conviene decirte: no temas.
Porque temes.
Pero no tengas miedo. La muerte será justa contigo
y será justa con tu espejo, tu cuaderno, tu dibujo.
Será justa a pesar de ti y a pesar de todo.
No serás engullido por la ballena,
no te despedazará con sus enormes dientes
el tiburón; no serás agitado más allá de lo soportable
por el bullicio del mar o el temblor de la tierra.
Así que no tengas miedo. Más allá de ti no hay nada,
absolutamente nada que temer.
Salvador Alís.
LA VIDA EXTERIOR
LA VIDA EXTERIOR
Llegan noticias de más allá de la isla. Al vivir
en una isla, el mundo ajeno es todo lo que se encuentra
fuera de la isla, al otro lado del mar.
Una mujer desconocida, hasta ahora desconocida,
me regala un libro, pura emoción y ajuste de cuentas.
No señalaré sus intrascendentes faltas,
poca importancia tienen sus errores ortográficos
y gramaticales. Una historia local se hace universal
por sus aciertos.
Hay en este libro luces que delimitan sombras,
hay empeño, dedicación, tiempo y corazón.
Lo que se pone en juego aquí es una familia.
Salvador Alís.
Llegan noticias de más allá de la isla. Al vivir
en una isla, el mundo ajeno es todo lo que se encuentra
fuera de la isla, al otro lado del mar.
Una mujer desconocida, hasta ahora desconocida,
me regala un libro, pura emoción y ajuste de cuentas.
No señalaré sus intrascendentes faltas,
poca importancia tienen sus errores ortográficos
y gramaticales. Una historia local se hace universal
por sus aciertos.
Hay en este libro luces que delimitan sombras,
hay empeño, dedicación, tiempo y corazón.
Lo que se pone en juego aquí es una familia.
Salvador Alís.
viernes, 21 de abril de 2017
DESAFINADO
DESAFINADO
No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.
He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!
Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.
Isabella Rossellini se asoma a mi ventana:
gorilas, ciervos, delfines, patos y ballenas.
El enigma de la fecha de la muerte de personas conocidas.
La vergüenza de nuestra inmortalidad.
Estudios para dibujos y pinturas que no serán nunca.
Apuntes para poemas que no serán jamás.
Para todo hay un límite, una puerta cerrada.
Pero una meta no alcanzada dice lo que dice,
lo que muchos esperan oír. La voz que en esta noche
habla, la voz que abre orejas, que agita almas.
Si no es tu caso, da la vuelta y regresa, Si lo es,
escucha con atención. Lo que se traza sobre papel,
lo que se pierde y se gana, es y no es lo que se piensa.
Un orador ante un público de mudos y sordos.
Por pensar se diluye el pensamiento en este discurso.
El pájaro que no se dice aprendió a comer migas de pan
en las manos del que se dice alimentador de pájaros.
No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.
Se hace tarde, siempre se hace tarde.
Una venda en los ojos y tú gimiendo en la noche.
Otra botella vacía. Otra palabra por decir.
Otra jaula vacía. Otro algo que se dice y no se oye.
Un día y otro día unidos por el corto sueño agitado,
por las sábanas de piel de oveja,
por el convencimiento y la experiencia
de que una copa de más no duele, no mata.
Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.
Me tranquiliza Nube clavándome sus uñas,
Lolita cuando duerme y más cuando está despierta,
Sombra con sus ensayos de maullar.
Lo que sucede en el Mundo no sucede en ti,
puesto que el Mundo se aleja a la velocidad de la luz.
Lo que sucede en ti, sucede en la oscuridad.
No se ve, tampoco se entiende, simplemente sucede.
Se abre una puerta cerrada y entre Isabella
con su vestido negro y su cremallera.
Se abre otra puerta y entra Jolie Môme.
Labios rojos y maquillaje no son accesorios.
El desprecio y la caricatura sobre lo que se calla.
Uno ya no sabe qué decir, qué opinar.
He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!
¿He comprendido algo, lo has comprendido tú?
La comprensión no implica felicidad.
En el discurso de este pensamiento se diluye la vida
y se diluye su contrario. Vencedor de la palabra,
conversador que no pronuncia palabra.
No por decir más alto, más claro.
Entender que en el toque de una guitarra desafinada
también puede hallarse emoción.
En el lago, en el fuego que no arde,
en la cara marcada, en la película que no acaba.
Aspa de hierro sobre la acera, tarde perdida,
noche interminable. Magali Datzira se parece a alguien
que se parece a ti. Pero ella no eres tú, yo no soy yo.
No voy de un lado a otro. Tampoco me importan
las cuerdas desafinadas. Me importa la belleza,
lo que no se somete a la actualidad,
lo que parece eterno.
Noches y días sin principio ni final. Este sueño
y esta pesadilla que se escriben al despertar...
Salvador Alís.
No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.
He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!
Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.
Isabella Rossellini se asoma a mi ventana:
gorilas, ciervos, delfines, patos y ballenas.
El enigma de la fecha de la muerte de personas conocidas.
La vergüenza de nuestra inmortalidad.
Estudios para dibujos y pinturas que no serán nunca.
Apuntes para poemas que no serán jamás.
Para todo hay un límite, una puerta cerrada.
Pero una meta no alcanzada dice lo que dice,
lo que muchos esperan oír. La voz que en esta noche
habla, la voz que abre orejas, que agita almas.
Si no es tu caso, da la vuelta y regresa, Si lo es,
escucha con atención. Lo que se traza sobre papel,
lo que se pierde y se gana, es y no es lo que se piensa.
Un orador ante un público de mudos y sordos.
Por pensar se diluye el pensamiento en este discurso.
El pájaro que no se dice aprendió a comer migas de pan
en las manos del que se dice alimentador de pájaros.
No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.
Se hace tarde, siempre se hace tarde.
Una venda en los ojos y tú gimiendo en la noche.
Otra botella vacía. Otra palabra por decir.
Otra jaula vacía. Otro algo que se dice y no se oye.
Un día y otro día unidos por el corto sueño agitado,
por las sábanas de piel de oveja,
por el convencimiento y la experiencia
de que una copa de más no duele, no mata.
Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.
Me tranquiliza Nube clavándome sus uñas,
Lolita cuando duerme y más cuando está despierta,
Sombra con sus ensayos de maullar.
Lo que sucede en el Mundo no sucede en ti,
puesto que el Mundo se aleja a la velocidad de la luz.
Lo que sucede en ti, sucede en la oscuridad.
No se ve, tampoco se entiende, simplemente sucede.
Se abre una puerta cerrada y entre Isabella
con su vestido negro y su cremallera.
Se abre otra puerta y entra Jolie Môme.
Labios rojos y maquillaje no son accesorios.
El desprecio y la caricatura sobre lo que se calla.
Uno ya no sabe qué decir, qué opinar.
He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!
¿He comprendido algo, lo has comprendido tú?
La comprensión no implica felicidad.
En el discurso de este pensamiento se diluye la vida
y se diluye su contrario. Vencedor de la palabra,
conversador que no pronuncia palabra.
No por decir más alto, más claro.
Entender que en el toque de una guitarra desafinada
también puede hallarse emoción.
En el lago, en el fuego que no arde,
en la cara marcada, en la película que no acaba.
Aspa de hierro sobre la acera, tarde perdida,
noche interminable. Magali Datzira se parece a alguien
que se parece a ti. Pero ella no eres tú, yo no soy yo.
No voy de un lado a otro. Tampoco me importan
las cuerdas desafinadas. Me importa la belleza,
lo que no se somete a la actualidad,
lo que parece eterno.
Noches y días sin principio ni final. Este sueño
y esta pesadilla que se escriben al despertar...
Salvador Alís.
lunes, 17 de abril de 2017
sábado, 15 de abril de 2017
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
A veces tengo la sensación (aunque también podría llamarse certeza)
de haber nacido dos veces. De ser verdad esta premisa:
un hombre imagina haber nacido dos veces, ¿qué impide pensar
que nacer dos veces puede significar nacer muchas veces?.
Y concluir que un hombre que nace y vuelve a nacer es eterno.
Si otro yo nace de mí y luego otro yo nace de mi yo nacido de mí,
¿cómo no calcular que otros yo nazcan de mis nacimientos?
Como es lógico, cada yo más reciente será el más inexperto.
Cada yo intentará aprender del yo que lo ha precedido.
Entonces todos aprenderán de mí y yo seré su maestro.
¿Qué puede enseñar un yo primero, fundacional o fundamental?
¿Qué puede decir el que todos esperan que hable?
El yo que nació primero forja una espada o un hacha,
enciende un cristal, convoca un fuego.
Los aspirantes al título de yo serán marcados
con el fino trazo de su destino.
El que me sigue protegerá a su seguidor y éste, a su vez,
al que le sigue. Pero mi espada y mi espejo no saben perdonar.
No sabe perdonar el tiempo que pasa para mí y para mis otros yo.
¿Me sigues a través de este sendero y me preguntas por el sendero?
¿Te pregunta el que te sigue y el que sigue al que te sigue?
He nacido más de una vez, eso creo, pues me duplica el espejo,
me duplica la ignorancia, la serpiente, la interrogación
de la noche, el diurno sueño y hasta la puesta de sol.
Sigues mi copa y mi lápiz, mi viaje y mi arrogancia. Sigues
el camino dibujado. ¿Seguirme a mí por el hecho
de haber nacido antes? ¿En qué se sustenta la intención?
El que nació primero, morirá primero. ¿O no?
Si un hombre ve morir o mata a sus sucesores, ¿que significa?
La caprichosa muerte, la inmortal, también vio nacer otras muertes.
Mejor sumergirse en la piscina, a salvo de la muerte que mata,
de la repetición, de la lógica que se diluye en el agua.
Pregúntame lo que no sé, tú que sigues mis pasos.
Pregúntame por qué nacer y para qué nacer.
Lees el libro que he leído pero no lees todo lo que leí y olvidé.
Escribes un pensamiento y ya quieres saber lo que pienso.
Cuando naciste a mi espalda, mis ojos fijos en la meta.
Mi arco disparó primero, mi flecha se clavará en el centro
de la diana. Tu flecha y la flecha que sigue a tu flecha
tendrán que desplazarme.
Imaginarás un día haber nacido primero, y que otros te siguen
en el sendero que tú hallaste. No es verdad. Naciste
para seguir y ser seguido. Alguien entonces te dirá que tu flecha
no acertó, que para evitar los tropiezos del camino
hay que volver la vista atrás.
Se atraviesa un espejo. Se vive otra vida.
Salvador Alís.
A veces tengo la sensación (aunque también podría llamarse certeza)
de haber nacido dos veces. De ser verdad esta premisa:
un hombre imagina haber nacido dos veces, ¿qué impide pensar
que nacer dos veces puede significar nacer muchas veces?.
Y concluir que un hombre que nace y vuelve a nacer es eterno.
Si otro yo nace de mí y luego otro yo nace de mi yo nacido de mí,
¿cómo no calcular que otros yo nazcan de mis nacimientos?
Como es lógico, cada yo más reciente será el más inexperto.
Cada yo intentará aprender del yo que lo ha precedido.
Entonces todos aprenderán de mí y yo seré su maestro.
¿Qué puede enseñar un yo primero, fundacional o fundamental?
¿Qué puede decir el que todos esperan que hable?
El yo que nació primero forja una espada o un hacha,
enciende un cristal, convoca un fuego.
Los aspirantes al título de yo serán marcados
con el fino trazo de su destino.
El que me sigue protegerá a su seguidor y éste, a su vez,
al que le sigue. Pero mi espada y mi espejo no saben perdonar.
No sabe perdonar el tiempo que pasa para mí y para mis otros yo.
¿Me sigues a través de este sendero y me preguntas por el sendero?
¿Te pregunta el que te sigue y el que sigue al que te sigue?
He nacido más de una vez, eso creo, pues me duplica el espejo,
me duplica la ignorancia, la serpiente, la interrogación
de la noche, el diurno sueño y hasta la puesta de sol.
Sigues mi copa y mi lápiz, mi viaje y mi arrogancia. Sigues
el camino dibujado. ¿Seguirme a mí por el hecho
de haber nacido antes? ¿En qué se sustenta la intención?
El que nació primero, morirá primero. ¿O no?
Si un hombre ve morir o mata a sus sucesores, ¿que significa?
La caprichosa muerte, la inmortal, también vio nacer otras muertes.
Mejor sumergirse en la piscina, a salvo de la muerte que mata,
de la repetición, de la lógica que se diluye en el agua.
Pregúntame lo que no sé, tú que sigues mis pasos.
Pregúntame por qué nacer y para qué nacer.
Lees el libro que he leído pero no lees todo lo que leí y olvidé.
Escribes un pensamiento y ya quieres saber lo que pienso.
Cuando naciste a mi espalda, mis ojos fijos en la meta.
Mi arco disparó primero, mi flecha se clavará en el centro
de la diana. Tu flecha y la flecha que sigue a tu flecha
tendrán que desplazarme.
Imaginarás un día haber nacido primero, y que otros te siguen
en el sendero que tú hallaste. No es verdad. Naciste
para seguir y ser seguido. Alguien entonces te dirá que tu flecha
no acertó, que para evitar los tropiezos del camino
hay que volver la vista atrás.
Se atraviesa un espejo. Se vive otra vida.
Salvador Alís.
jueves, 13 de abril de 2017
PERDER EL TIEMPO
PERDER EL TIEMPO
Supongo que yo, de tanto el cuanto, pierdo el tiempo con esto o aquello,
que él y ella pierden el tiempo, que un gato no porque se impacienta,
que un perro sí porque espera, que a veces perder es ganar,
que la imperfección puede ser ganancia o puede ser pérdida,
que las nubes se ganan cuando se vuela,
que se pierden los días cuando se viaja, que el árbol de mil años
ha vencido al tiempo y es feliz.
Debería tenerse en cuenta que los dibujos existen antes de existir,
que a veces aparecen en cualquier lado,
sin la intervención de una mano ejecutora,
que otras veces necesitan que alguien obedezca a rajatabla las órdenes.
Lo estricto en el trazo será entonces indicación cumplida.
Debería tenerse en cuenta que cuando uno se rebela...?
(Ser) Morir por morir, no vale la pena.
Al menos dejar una estela (Algún tiempo).
Lo que ocurre en el presente sólo lo saben los organismos
microscópicos, los virus, el fuego, el agua, el aire y la tierra.
(Qué) Nada que decir porque decir algo, lo que sea, en cualquier momento,
será condenado por la Ley.
(Ser) Cuando uno se rebela es rebelión. Cuando uno se revela
dice que miles, aun en germen y confusión, dicen "No".
(Algún tiempo) De no conocerse el pasado
es imposible conocer el futuro, algo indiscutible.
(Qué) No llegar a ser feliz no implica no haberlo sido antes.
Haberlo sido antes no implica serlo después.
(Ser) Entre el ser y el deseo se abre un abismo.
Lo alcanzado no tiene vuelta atrás.
Lo que se espera alcanzar se deshace como humo en el horizonte.
(Algún tiempo) Para una vida media (o probable) de 80 años,
los días serían 29.200. Has consumido ya 22.265.
Por lo tanto te quedan (sólo) 6.935 días (y sus noches).
(¿Qué?) El argumento no importa tanto como el tono.
Aquí se convoca la comedia y la tragedia,
Esa lágrima, esa risa y ese grito.
Esa voz pausada y reflexiva que no se oye.
Una vez afinados los instrumentos, y con el permiso
del director de orquesta, la inesperada cantará su canción,
sin ánimo de molestar, pero tan sentida.
Si alguna vez ha importado el sexo, la sexualidad,
ahora importa mucho más (o mucho menos).
El sexo real importa menos.
El sexo terapéutico de la oportunidad.
Importa más el sexo especulativo, el sexo soñado,
el sexo lila, morado, azafrán, amarillo.
Con la edad y la experiencia, la memoria, la curiosidad
y la proyección, uno acaba por volverse todo un experto,
un sabio en la materia.
Pero duda si disfrutó más en un pasado ignorante y espontáneo.
El sueño (el sexo) de esta noche tiene que ver con el calor,
el gentío, el lugar que no existe, la pérdida, el agobio.
El sexo (el sueño) de esta noche tiene que ver con el frío,
el tatuaje, la risa contenida, el amor, el paso del tiempo.
Sueño y sexo se mezclan como negro y blanco sobre un papel
que inevitablemente se vuelve gris.
Ayer, después de trece años, volví al cine. Yo sentado
en la cuarta fila (nadie por delante). Oscuridad y silencio.
Sólo al final de la película vi tres mujeres ancianas
(¿de mi edad?) sentadas en la última fila.
Y sin pensar vuelvo al acantilado, cien metros o más
que precipitan mis ideas hasta el mar enfurecido.
Lolita me habla al oído. Mi Lolita querida y envejecida.
Desde que el sol se despide hasta el amanecer.
Apenas tiene importancia que un rey salude a un robot,
que un robot ame profundamente a su comprador,
que un imbécil pregunte ¿ser algún tiempo qué?
Este delirio de la memoria, sexo para nada mas explosivo,
este incauto que resbala en una puerta tendida
ante un contenedor de basura, llamada que no se produce,
interés que no se manifiesta.
Según los cálculos del borracho: catorce botellas por semana,
sangre en el vientre. El mudo y el sordo en sus trincheras.
Esta guerra cotidiana, esta guerra en el aire.
En el hospital, hoy, siete de marzo de siete a siete,
mi vanidoso rosal encendido,
el miedo que me pertenece, la esperanza y la espera.
Yo no sé (en realidad sí lo sé) por qué soy el visitante.
Mi primera luz y mi primer color (¿serán suficientes?)
Daría mi vida (y otras vidas si me fueran dadas) por ti,
porque en mi árbol cabeza abajo tú eres las raíces,
tú eres la flor, el pájaro, la sombra agitada e inquieta, la voz
que me habla y me habla..., el viento que mueve las hojas.
Salvador Alís.
"Sein einige Zeit was?" (Ser) (algún tiempo) (qué)?
Wolfgang Halm / José Moll Marqués. Modernes Spanich. Max Hueber Verlag. 1965.
Para A. G.
Supongo que yo, de tanto el cuanto, pierdo el tiempo con esto o aquello,
que él y ella pierden el tiempo, que un gato no porque se impacienta,
que un perro sí porque espera, que a veces perder es ganar,
que la imperfección puede ser ganancia o puede ser pérdida,
que las nubes se ganan cuando se vuela,
que se pierden los días cuando se viaja, que el árbol de mil años
ha vencido al tiempo y es feliz.
Debería tenerse en cuenta que los dibujos existen antes de existir,
que a veces aparecen en cualquier lado,
sin la intervención de una mano ejecutora,
que otras veces necesitan que alguien obedezca a rajatabla las órdenes.
Lo estricto en el trazo será entonces indicación cumplida.
Debería tenerse en cuenta que cuando uno se rebela...?
(Ser) Morir por morir, no vale la pena.
Al menos dejar una estela (Algún tiempo).
Lo que ocurre en el presente sólo lo saben los organismos
microscópicos, los virus, el fuego, el agua, el aire y la tierra.
(Qué) Nada que decir porque decir algo, lo que sea, en cualquier momento,
será condenado por la Ley.
(Ser) Cuando uno se rebela es rebelión. Cuando uno se revela
dice que miles, aun en germen y confusión, dicen "No".
(Algún tiempo) De no conocerse el pasado
es imposible conocer el futuro, algo indiscutible.
(Qué) No llegar a ser feliz no implica no haberlo sido antes.
Haberlo sido antes no implica serlo después.
(Ser) Entre el ser y el deseo se abre un abismo.
Lo alcanzado no tiene vuelta atrás.
Lo que se espera alcanzar se deshace como humo en el horizonte.
(Algún tiempo) Para una vida media (o probable) de 80 años,
los días serían 29.200. Has consumido ya 22.265.
Por lo tanto te quedan (sólo) 6.935 días (y sus noches).
(¿Qué?) El argumento no importa tanto como el tono.
Aquí se convoca la comedia y la tragedia,
Esa lágrima, esa risa y ese grito.
Esa voz pausada y reflexiva que no se oye.
Una vez afinados los instrumentos, y con el permiso
del director de orquesta, la inesperada cantará su canción,
sin ánimo de molestar, pero tan sentida.
Si alguna vez ha importado el sexo, la sexualidad,
ahora importa mucho más (o mucho menos).
El sexo real importa menos.
El sexo terapéutico de la oportunidad.
Importa más el sexo especulativo, el sexo soñado,
el sexo lila, morado, azafrán, amarillo.
Con la edad y la experiencia, la memoria, la curiosidad
y la proyección, uno acaba por volverse todo un experto,
un sabio en la materia.
Pero duda si disfrutó más en un pasado ignorante y espontáneo.
El sueño (el sexo) de esta noche tiene que ver con el calor,
el gentío, el lugar que no existe, la pérdida, el agobio.
El sexo (el sueño) de esta noche tiene que ver con el frío,
el tatuaje, la risa contenida, el amor, el paso del tiempo.
Sueño y sexo se mezclan como negro y blanco sobre un papel
que inevitablemente se vuelve gris.
Ayer, después de trece años, volví al cine. Yo sentado
en la cuarta fila (nadie por delante). Oscuridad y silencio.
Sólo al final de la película vi tres mujeres ancianas
(¿de mi edad?) sentadas en la última fila.
Y sin pensar vuelvo al acantilado, cien metros o más
que precipitan mis ideas hasta el mar enfurecido.
Lolita me habla al oído. Mi Lolita querida y envejecida.
Desde que el sol se despide hasta el amanecer.
Apenas tiene importancia que un rey salude a un robot,
que un robot ame profundamente a su comprador,
que un imbécil pregunte ¿ser algún tiempo qué?
Este delirio de la memoria, sexo para nada mas explosivo,
este incauto que resbala en una puerta tendida
ante un contenedor de basura, llamada que no se produce,
interés que no se manifiesta.
Según los cálculos del borracho: catorce botellas por semana,
sangre en el vientre. El mudo y el sordo en sus trincheras.
Esta guerra cotidiana, esta guerra en el aire.
En el hospital, hoy, siete de marzo de siete a siete,
mi vanidoso rosal encendido,
el miedo que me pertenece, la esperanza y la espera.
Yo no sé (en realidad sí lo sé) por qué soy el visitante.
Mi primera luz y mi primer color (¿serán suficientes?)
Daría mi vida (y otras vidas si me fueran dadas) por ti,
porque en mi árbol cabeza abajo tú eres las raíces,
tú eres la flor, el pájaro, la sombra agitada e inquieta, la voz
que me habla y me habla..., el viento que mueve las hojas.
Salvador Alís.
sábado, 1 de abril de 2017
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