miércoles, 9 de abril de 2014

MANICOMIOS

MANICOMIOS


     Trabajas en una especie de laboratorio sociológico, un manicomio controlado por alguien en las alturas

     El más loco controla a los menos locos. Hace años

     Los manicomios de tu juventud, con altos muros y paredes blancas, un jardín sin flores, fuentes abiertas permanentemente

     La piedra en los manicomios tradicionales ha sido sustituida por cristal

     Las torres son de cristal reforzado, doble o triple cristal. A lo lejos, un mujer en cuya capa está pintado el mar

     Vigilantes en las torres, algunos locos con propensión a las alturas

     Sombra se estira y posa sobre la nevera gris metalizada

     Un paseo por el jardín sin flores, el ruido del agua de las fuentes al caer

     En un extremo de la calle, un campanario escalonado. Lo atraviesa una serpiente, una escalera de caracol

     Se definen palabras en el laboratorio, se inventan palabras en el manicomio

     Locos felices hacen sus dibujos, roban muñecos y los envuelven con cordones de lana

     Lo mismo que hacen los gusanos

     En un óvalo de lana de colores muta el gusano en otro ser

     Trabajas en un lugar donde la tierra desafía al cielo y el cielo desafía a la tierra

     Loco entre locos, intentando subir por la escalera

     Escribes notas con un rotulador azul en las paredes blancas, dibujas las mil caras de la locura

     Analizas en tu laboratorio los pros y los contras

     Aclaraciones innecesarias

     En los paseos por los caminos sin flores, al exterior del edificio principal, se escucha una música débil

     Las ventanas en gruesos muros y sus barrotes de agua

     Cristales blindados de metros de altura

     Trabajas en la construcción de una fortaleza

     El más loco de los locos ha dado la orden

     Haces cuatro agujeros con una llave en una bolsa negra de papel. La bolsa está vacía

     Letras plateadas en la bolsa indican que pertenece a Hugo Boss

     El fundador de la Compañía diseñó uniformes para el ejército nazi

     Muchos locos no reaccionan

     Hay un loco que se piensa ángel. Hay un loco gigante y otro loco que aspira a la santidad

     La nostalgia del manicomio

     Hay locos eventuales que entran y salen, no duran mucho. Los funcionarios no los tratan como a locos

     Dibujas al loco que toca la batería y al loco que ama sus zapatos

     Rectificas dibujos de Napoleón a caballo y de sus tropas adentrándose en el frío

     Sobre las torres de cristal blindado, los vigilantes mueven a los locos con su mirada

     El halcón sobre la peña esboza una sonrisa

     Despegan y aterrizan aviones en el patio sin fin del manicomio

     El hombre con la bolsa de Hugo Boss en la cabeza. El miedo es semejante a la risa. No hay una noche

     A veces una frase se rompe, a veces un sonido leve se convierte en agudo

     El acto de romper es de color verde. Todo se rompe siete veces, pero esa cifra es arbitraria

     Lolita podría ser la diosa de la belleza, y entonces la luna sería su figura. Sombra, la diosa del sol, tiene una doble en el manicomio. Y Nube, en todo caso, debe ser un tema aparte

     Gatos en el manicomio. Suben a los tejados y obsevan a los locos

     Trabajas en una especie de laboratorio donde se llevan a cabo ciertos experimentos

     Los menos locos sienten temor ante el más loco

     Los vigilantes hacen bien su trabajo porque contemplan el cielo

     Sobre la cúpula azul que remata al manicomio, sobre su parte interior, se dibuja un cielo falso que no engaña a los verdaderos locos

     Hay hermanos en extremos opuestos del manicomio, padres e hijas, y madres

     Amantes a un lado y al otro del manicomio

     Hay un loco cuya locura consiste en no crecer, hay un loco enano y un loco en miniatura

     Las tres gatas que te acompañan no están locas. No forman parte del manicomio

     A veces hay que sacar a la fuerza a un loco del manicomio. A veces el manicomio permanece cerrado

     ¡Son tan diferentes los veranos de los inviernos en el manicomio

     Las fuentes no suenan igual en cada época del año

     Se echan de menos algunos manicomios: Sevilla, Ibiza, Berlín, París, Estambul, Túnez, El Cairo, La Habana, Isla de la Reunión, Praga, Marienbad, Santorini, Lisboa, Madeira

     Y se echan de menos algunos barrios (El Carmen), algunas calles (Lope de Vega, Paz, Martí

     El día en que los hermanos descubren coincidencias numéricas

     El día en que el ángel y el enano entablan lucha

     El funcionario de bata blanca que limpia el laboratorio barre plumas y uñas quemadas

     El loco que colecciona mecheros y se quema las uñas jugando

     El loco que demanda un mechero para su cigarrillos

     El funcionario que juega con locos sin saber que el más loco entre ellos juega con él a través de esa locura

     La fascinación de diseñar uniformes en un tiempo de guerra

     Vestir uniformes en un tiempo de guerra

     La guerra exterior al manicomio no se parece ni afecta a la guerra interior

     No hay una noche que no pienses en ti


Salvador Alís.

    

     
    
    

    

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario