"Un paralelepípedo (del latín parallelepipĕdum, y este del griego antiguo παραλληλεπίπεδον1 parallēlepípedon2 ‘planos paralelos’) poliedro de seis caras (por tanto, un hexaedro), en el que todas las caras son paralelogramos, paralelas e iguales dos a dos. Un paralelepípedo tiene 12 aristas, que son iguales y paralelas en grupos de cuatro, y 8 vértices.
Se pueden dar tres definiciones equivalentes de un paralelepípedo:
- Es un poliedro de seis caras (hexaedro), cada una de las cuales es un paralelogramo.
- Es un hexaedro con tres pares de caras paralelas.
- Es un prisma cuya base es un paralelogramo.
Las casas tienen ojos. Algunas, ojos cegados; otras, ojos luminosos
Los ojos de algunas casas son como los ojos de los insectos ( facetas, retículas y celdas ) y multiplican las miradas y las imágenes capturadas en esa visión
Tus ojos no son verdes ni azules pero, según la forma del día, se confunden con un color u otro
También las nubes, según la estación del año, contienen ojos y los retienen o los dejan caer
Los ojos del ángel ríen. Los ojos de la virgen lloran
La cojera del ángel no tiene necesariamente que ser significativa, un impedimento. El ángel no debe olvidar que tiene alas
La vergüenza de la virgen es acariciada por el oro
A la última cena en el castillo asisten los discípulos y el maestro
Ese castillo se encuentra en ruinas, y no obstante se mantien en pie
En las paredes de piedra sin encalar, cientos de ojos brillan en las armas y en los trofeos
Las casas tienen ojos exteriores e interiores
Los muros encierran prisioneros cuyos ojos anhelan el exterior
La noche tiene los ojos vueltos del revés
La muerte es una figura ciega y su guadaña un simple bastón
Los ojos de las nubes caen en invierno y migran en verano
El ángel vuela entre las nubes del verano sin atreverse a migrar
Los puntos del relieve del mapa ( ante tus ojos ) muestran destinos y metas
Pero la noche mira para otro lado
Los ojos castaños que, al leer, también escriben
Los ojos verdes que persiguen toda su vida el color gris
Los ojos azules como cantos rodados que el mar expulsa sobre la playa
Hay casas con cinco pares de ojos y hay casas con cuatro pares. En el invierno y en el verano, las cosas son distintas
Alguien fue testigo: alguien puso una botella en un mensaje y lo arrojó al mar
Tus hazañas alrededor del castillo. Las contemplas desde una hendidura en los muros
Quedan tus huellas en las paredes. Los comensales de la última cena admiran las armas y los trofeos
Ojos que a veces miran sin ver
El ángel no termina de aceptar que puede usar sus alas para hablar con su cojera, para convencerla de que su tiempo pasó
Si el ángel pintara su autorretrato, si anotara en un cuaderno amarillo sus pensamientos, sus viajes al cielo y a los infiernos, su agitado vuelo entre las nubes
El maestro nunca se defiende, sólo esquiva
Un día sí y otro no, los ojos que se abren y se cierran. Vivir en el tiempo de un parpadeo
A poco que uno escarbe, se encuentra con uñas de gato
En los ojos de los gatos hay uñas de gato
En la música hay ojos que te escuchan, hay música que te devuelve la mirada
Ante el castillo se ha detenido un viajero. Ha descubierto una rendija en los muros. Cuando acerca a la rendija su ojo derecho, su ojo izquierdo lo contempla desde el otro lado de la rendija
Un ciego señala con su bastón al cielo. El ángel de la escritura sobrevuela el castillo
En el castillo, una torre; en esa torre, una doncella
La virgen de largas trenzas se rodea con un manto negro cuando cae la noche
Las gotas de sangre en la escalera son ojos dejados caer por la virgen
Vientos aulladores soplan por las calles. Las casas tienen ojos
Salvador Alís.
Me honra verme reflejado tan directamente en uno de sus viajes nocturnos entre Sombras, Lolitas, Nubes con vida propia y a su vez de humo psicodelico, todo ello asperjado con morapio en su cárcel de cristal. Un saludo Don Rodablas.
ResponderEliminarTú y yo, al menos, sabemos de que se habla
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