viernes, 7 de marzo de 2014

EL GATO DE LOS OJOS VERDES

EL GATO DE LOS OJOS VERDES

     El castillo inaccesible, al final, ha resultado ser un simple decorado, una fachada rígida y sin apenas relieve sostenida por detrás con un entramado de frágiles andamios donde se refugian los monos

     Una niebla artificial cubre permanentemente al castillo, y una noche artificial

     Todo lo que parece real en el castillo y alrededor del castillo, finalmente, no son más que efectos especiales

     Se tarda una vida en acceder al castillo, y otra vida (o la misma) en descubrir su teatralidad

     Se tarda menos en pintar al gato multicolor. Hubiera sido una buena idea fotografiar las sesiones de la pintura "El gato de los ojos verdes". Hoy, 7 de marzo, la pintura se hubiera multiplicado por 5, en otras tantas fotografías de otras tantas sesiones de su evolución

     Una gran corporación cuyos propietarios son anónimos ha conseguido fabricar robots sexuales hiperrealistas

     Utiliza esos robots para seducir a personas poderosas

     Los robots hacen lo que quieren con esas personas. Y todo queda grabado

     Mediante el chantaje, la gran corporación adquiere cada vez mayores recursos de poder

     Por un lado se fomenta la tecnología y por el otro el pecado

     De una sola imagen puede depender una vida

     De una idea, de una percepción de lo que está bien y de lo que está mal según moralidad inducida

     Mientras haya un tabú, un secreto o cualquier cosa inaccesible

     "El gato de los ojos verdes" no entiende lo que está pasando a su alrededor

     Al castillo lo rodean la niebla y la noche. Pero se trata de un decorado

     Al castillo se tarda una vida en llegar, en comprender

     Los monos, en los andamios traseros del castillo, están desconcertados y no saben qué hacer. Frotan sus dientes, mandíbula superior contra mandíbula inferior, emiten sonidos que transmiten miedo, afilan sus colmillos

Salvador Alís

     

    

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