AQUILES
Siempre llego tarde a todos los sitios. Y sin embargo soy más veloz que cualquiera
Quizá se deba a que suelo escoger el camino más largo o varios a la vez, y extraviarme
Los cuadros que he pintado son prueba de ello, y lo son mis cuadernos y mis fotografías
Se puede plasmar una vida en un ordenador, y esa vida ser vista por muchos ojos
Pero si alguien piensa que hay vidas en los ordenadores, se equivoca
Las imágenes y las palabras han sido congeladas. Y sólo la música parece estar viva
En un ordenador se pasa tiempo, se introduce uno en él de vez en cuando y se van ocupando espacios más extensos
Los elementos que conforman un ordenador te permiten escanear tus propias manos, crear un enorme cementerio de fotografías, observar el mundo a través de numerosos agujeros de cerradura, escuchar las palabras de millones de seres, los latidos de millones de seres, la música que parece estar viva
La diferencia entre congelación y vida depende naturalmente del punto de vista: mientras alguien elabora su vida en un ordenador, introduce en él fragmentos de sí mismo que, para ser plasmados universal y eternamente, lo que no deja de ser una clara exageración, necesitan ser congelados, es decir: morir
Otro punto de vista es que durante la ejecución de la tarea, el que interactua con el ordenador vive para contarlo
Siempre llego tarde a todo. Y sin embargo
La velocidad del ordenador es la velocidad del mundo
Hace unos pocos siglos, y más atrás, ¿a cuántos seres veía en toda su vida un habitante de una pequeña aldea de montaña
Sin ordenador, sin televisión, sin cine, sin revistas, sin prensa, sin cámaras fotográficas
Apenas la pintura y la escultura, los grabados y los libros iluminados. Más sólo para las élites
Yo sentado en lo más alto de mi montaña, tecleando sin pausa
Esta vida cinematográfica, escrita, fotografiada, escaneada, impresa, publicada
Esta vida de colores y banda sonora
Algo tan cotidiano y banal. Algo tan único
Siempre llego tarde y por eso nadie me espera. Y sin embargo
Dejar tras de sí un reguero de pólvora, una mecha encendida que se bifurca constantemente hasta formar un árbol
Y ese árbol en llamas cada vez que se convierte en vida plasmada
La fricción acelerada por la velocidad, la erosión de los elementos, el desgaste de los dientes de la máquina
Para ver el conjunto, alguien debe subir escaleras y situarse por encima de
La vida que en el día se entretiene con la visión de una nube. Las nubes donde se pierde la vida
Salvador Alís.
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