domingo, 23 de marzo de 2014

AJUSTE DE CUENTAS

AJUSTE DE CUENTAS

  
     Todos cometemos errores

     Fue una muerte rápida. 10 ó 15 minutos y se acabó. El jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te dice a las 21:30 que tiene que darte una mala noticia

     Piensas si esa mala noticia se refiere a ti, a tu familia, a tus amigos..., porque una mala noticia no se le da a alguien si no le incumbe

     Te dice que a las 22:00 te necesita en su despacho, como testigo, para despedir a un trabajador

     Preguntas por su nombre

     Y cuando sabes su nombre, preguntas por qué

     La respuesta evita compromisos personales. La Empresa no lo quiere

     Esa simplicidad oculta un secreto

     Algo que pasó hace 6 años

     Lo de la noche del viernes fue una venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor

     No olvidarás sus ojos cuando, después de haber golpeado la puerta y pedir permiso para entrar, te sentaste junto a él y vuestras miradas se cruzaron

     Ya otras veces en el pasado viste ojos como los suyos

     Le dirías que el jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te comunicó la noticia a las 21:30, que preguntaste por su nombre, que preguntaste por qué

     Su mirada indica que podría creerte o no creerte

     La sorpresa, la frialdad, el miedo, la incomprensión y la iluminación están en los ojos

     Un hombre le corta a otro hombre la cabeza. Muerte súbita

     Cinceladas en la catana las palabras "ahora" y "nadie" y "no" y "nunca". La mano que la empuña es invisible

     Una mujer vestida de gris se esconde tras las cortinas

     Te sorprende que él no lea los documentos que le presentan para que los firme

     Firmar documentos sin leerlos es una costumbre cada vez más extendida, un error

     La mano fácil y siempre visible que firma esos documentos

     Se le paga a alguien para que desaparezca, se compra su ausencia. En los ojos el brillo de

     Monedas de oro señalando el camino. La cocina está ardiendo y envueltos en llamas: el lavavajillas, el fregadero y el gato. Un gato negro

     En el despacho del jefe que, a su vez, tiene un jefe que tiene un jefe..., hay una tercera persona en un rincón, junto a una mesa, bajo una luz

     Un gato negro ardiendo, envuelto en llamas y moviéndose muy lenta y majestuosamente

     A las 21:45 incumples tu promesa de guardar silencio

     La víctima tiene derecho a ser la primera persona en saberlo

     Pero tú no le llamas a él, llamas a un cómplice

     Haces una llamada con el móvil. La responsabilidad de dar un consejo te abruma

     Una voz reconfortante te dice que te escucha, te comprende, te anima, te ayuda

     El procedimiento a seguir es rutinario

     Se debe tener paciencia con el dinero. Firmar el primer documento, no firmar el segundo, confirmar el tercero

     Atención a la fecha y a la hora. Tomarse un tiempo

     Leer y pensar pueden ser actividades compatibles

     Recordarás que tuviste con él diferencias y encuentros. Meses sin hablar, sin un saludo. Y luego en el coche hasta tu casa, jamás hasta la puerta

     La prepotencia, la burla, el desprecio

     Cuando tu llegaste, él ya estaba. Permiso para entrar

     Con independencia de la afinidad, te han impresionado la venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor

     Alguien hace su ajuste de cuentas, pero el nombre no se menciona

     El anonimato suplanta al destino

     Calurosas tardes de agosto en que él te miraba y tú lo veías, conduciendo un coche de la Empresa, gafas de sol y aire acondicionado

     Y recuerdas el asombro de saber que tenía muchos enemigos

     Siempre del lado de los más débiles. El asombro de sus calificativos

     Para ti la escritura de estas líneas demuestra el impacto

     La mujer vestida de gris, que se esconde en las cortinas del decorado de este teatro, le entrega con disimulo al jefe la catana

     El condenado tiene como defensa sus ojos

     Importa tanto la mirada

     No dirás que te importa. Cada cual tiene su escala de valores

     Dirás que la venganza es un plato que se sirve frío, algo que ya se cocinó en el pasado. Un gato negro ardiendo y envuelto en llamas

     No olvidarás nunca esa mirada

     Sin leer este documento, lo firmas y desapareces

     Todos cometemos errores


Salvador Alís.

    



     

     

    

    

 

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