EN LOS ALAMBRES
Las pinzas para tender la ropa son pájaros de madera sobre los alambres
Esos pájaros no tienen vida, y permanecen inmóviles a no ser que los mueva el viento
La lluvia y el sol y los cambios de temperatura los van transformando
Se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Esos pájaros muertos que son las pinzas sobre los alambres caen cada tanto sobre la terraza inferior. Allí acaban de consumirse
En los alambres del piso superior sólo hay ropa negra tendida. Agitada por el viento, al sol, bajo la lluvia
Mujeres y hombres como pinzas sobre alambres desnudos, entre pájaros disecados. Bajo las estrellas
La ropa tendida en el piso superior, la ropa oscura como fragmentos de una noche semejante a una pintura intemporal en cuya superficie las grietas han trazado caminos
No se pierde de vista el error, la inexactitud, la carencia de significado, la falta de contenido
Esta pintura intemporal, al fin y al cabo, ¿qué muestra
Cuatro ventanas continuas para observar a los hombres y a las mujeres que el viento mueve en sus alambres
Noche tras noche el tiempo pasa y las pinzas caen
Sobre la terraza inferior la madre y la hermana de Nube hacen equilibrios por los muros, el tejado y la chimenea
El contenido inexistente reclama que los actores salgan a escena
En el teatro donde un reducido grupo de espectadores contemplan un pequeño escenario
Alambres de un lado al otro del escenario. En el telón de fondo: el mar, los bosques, los cielos
El escenario es vertical y muestra tres niveles
En la terraza inferior: las gatas ajenas, las pinzas caídas
En el piso superior: la ropa tendida, la ropa oscura
El actor que recita su monólogo se asoma a cuatro ventanas continuas
Entre los alambres: mujeres y hombres que, como pinzas, se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Ahora la carencia de significado se quita la ropa, se desnuda para mostrar el significado
Ahora todo se hace evidente y equívoco: los hombres y las mujeres son pájaros de madera. No se oye su canto
El viento sopla por ellos. El tiempo pasa. Las piezas caen
Salvador Alís.
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