domingo, 13 de diciembre de 2015

SI ALGO HE APRENDIDO

SI ALGO HE APRENDIDO

 "Al parecer los delfines se comunican no con sus alegres o estridentes voces, 
sino con los intervalos de silencio entre los diferentes sonidos que emiten. 
Este descubrimiento da que pensar."
Tōru Takemitsu.

     Cuatro caballos blancos con nombres de estrellas frente a cuatro caballos negros
sin nombres... Si algo he aprendido...
     No sé qué dice Meng, qué canta, pero su voz me empuja contra una pared blanca
sin escapatoria, me desnuda y me interroga...
     Si algo he aprendido en este tiempo es que en los ojos de cualquier niño
hay una mujer o un hombre que nos mira desde el futuro...
     Los cien años cumplidos el veinte de octubre, los diecinueve en la fotografía
sobre cartón...
     Las siete horas oscuras sin un sueño, sin una luz; el rostro ajeno, la mujer de arena.
En esta noche de Kōbō Abe y de Tōru Takemitsu...
     En esta noche, de nuevo, el caballo de Turín, un fragmento, un discurso,
un delirio semejante... Si algo he aprendido...
     Difícil entender algunas vocaciones, tendencias, deseos ineludibles;
al que quiso vestir de negro y hablar en nombre de dios,
al que quiso empuñar un arma y defender al semejante frente al desigual,
al que quiso comprimir entre sus manos la bola de cristal,
al que quiso silenciar, disparar, profetizar...
     Pues yo nunca quise ser nada, y de nada se compone una vida que no es,
que sobre todo, entre aparición y aparición,
se oculta tras el telón de la risa y, en voz baja,
respetando las pausas del silencio de esta música,
dice lo que tiene que decir, y hace su apuesta y establece un punto y un final.

Salvador Alís.

     
    

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