"Olivia tiene dos semanas y parece que vaya a hablar."
¿Qué diría Olivia si hablase?
Aunque hemos estado cerca, Olivia no me conoce. Soy
el hermano del padre de su padre.
Y si yo pudiera hablar con ella le diría que
la piel del vientre de su madre estaba tensa, y que su hermana
acariciaba esa piel y pretendía
que sus palabras y sus besos llegaran al borde de los sueños
donde madre e hija se mezclaban.
No me atreví a rozarla y no pronuncié palabras.
El padre del padre de Olivia me descubre como es Olivia.
Y sé que todas esas maniobras entrañan gran amor.
Si yo pudiera hablar con Olivia, en primer lugar, le diría "te quiero".
Es lo que le digo a la vida en general y en particular,
a mis gatas sensibles, a mi hija, a mi mujer, a las semillas
que estuvieron presentes y germinaron en esta vida,
al proceso y el espectáculo de vivir.
Y después, sin duda, le pediría perdón por la responsabilidad
que asumo por el mundo en que Olivia va a crecer.
Cuando Olivia tenga veinte años es posible que el hermano
del padre de su padre ya no esté aquí, y que no pueda decirle
"te quiero" o pedirle perdón por esta herencia contaminada.
Si acaso algún día Olivia pudiera escuchar
le diría que el mundo sigue un camino inexorable, que el sol
parece el mismo cada día, que sus cambios son inapreciables,
y que ella sin embargo tiene un gran poder:
vivir más allá y por delante de su madre y de su padre y del padre
de su padre, y amar y sentir, y acariciar
la tensa piel de su vientre, si llega la ocasión,
y transmitir el mismo amor y las misma palabras
ante el mismo sol.
Por suerte no le faltarán estímulos ni ejemplos: la madre
del padre de Olivia y su gratificante compañía
y su querido corazón.
Y si pueden contener lo inhóspito del mundo venidero
pensar que en él habrá Jimenas y Cármenes y hasta héroes mitológicos.
E imaginar que, por su línea materna, tambien un ovillo de amor
posiblemente habrá tejido su primer vestido.
Y hasta es posible que su padre, sin más, cante para ella su primera canción,
y que Lana acaricie con su lengua las mejillas y la frente
donde se sonroja esta vida.
"Olivia tiene dos semanas y parece que vaya a hablar."
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