Fotografía de Danièle Guy. Deià. 23-XII-2013. |
La fotografía anterior fue tomada con un teléfono móvil Samsung Galaxi S3, en el mirador de Sa Foradada, en el término municipal de Deià, aproximadamente a las 18:00 horas, cuando se estaba poniendo el sol. El misterioso efecto del reflejo en la cabeza y el ojo del gato no fue preparado ni buscado, ni tampoco percibido hasta que, horas más tarde, se visionó la fotografía.
Sometida la imagen a una lectura poética, se diría que el gato, helado de frío, estuviera pensando o añorando el fuego, el calor de un hogar y sus brasas.
Por otra parte, si en los remotos (o no tan remotos) tiempos de la inquisición, alguien temeroso de las fuerzas malignas hubiese tenido la oportunidad de contemplar semejante instantánea, no habría dudado en calificar al gatito negro como un demonio.
La mano que se ve en el extremo inferior izquierdo es mi mano, sosteniendo una antigua Lumix FX01, y fotografiando a mi vez al gato sin conseguir capturar, sin embargo, más que su oscura silueta carente de definición y, tal vez, una merecida mueca burlesca.
Por último, la encendida puesta de sol que el gato admiraba, mientras iba interiorizando la fotografía cambiante de sus intensos colores.
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