viernes, 30 de agosto de 2013

SYRIAN ATTACK 1




    
     Al parecer Estados Unidos, representado por su presidente Barack Obama, está valorando una acción militar contundente contra Siria, sin esperar al informe de los inspectores de la ONU, ni el aval de esta organización y, ni siquiera, el acuerdo de sus aliados europeos. El objetivo -se nos dice- no sería ni forzar  un cambio de régimen en Siria ni intervenir con tropas en el terreno; de lo que se trata simplemente es de infligir un castigo, una seria advertencia, o incluso defender los intereses de EEUU y sus aliados en la región. Para ello han pensado lanzar durante sólamente un par de días varias tandas de misiles desde los destructores o submarinos que han situado en el Mediterráneo y Mar Rojo o acaso desde las bases terrestres que controlan en diferentes países de la zona. Letales y precisos misiles patriotas y bombardeos selectivos utilizando supercazas F-16 y alguna que otra sorpresa. Es decir: que un país, el gobierno de un país o el gobierno en la sombra del gobierno de un país, puede decidir convertirse en fiscal, juez y verdugo de otro país. Nosotros te acusamos, te juzgamos, te condenamos y ejecutamos la sentencia. Y todo ello en un juicio sumarísimo sin investigación previa, derecho a la defensa, a intervención de testigos, a presentación de pruebas, a escuchar a las partes y a que un tribunal imparcial se prenuncie al respecto.
     ¡No se puede consentir el uso de armamento químico! vociferan los representantes de un país que a lo largo de su breve historia ha usado -presumiblemente- gas mostaza en Irak y -sin ninguna duda- napalm en Vietnam y bombas atómicas en Japón; un país que usa drones para asesinar impunemente, que vende armas a medio mundo, que financia grupos opositores, que infiltra agentes de la CIA, adiestradores, mercenarios, que propicia revoluciones, golpes de estado y guerras a su antojo y según sus intereses estratégicos; un país que espía y controla a otros muchos países y a millones de personas; un país que, en gran parte, ha exterminado y después recluido en reservas a los sobrevientes indios de la población original y que -de nuevo presumiblemente- ha esterilizado a un importante número de mujeres indígenas en Latinoamérica; un país que ha experimentado con los efectos de la radioactividad en conejillos de indias negros o latinos en sus propios hospitales, etc., etc.
     Estados Unidos se permite calificar a otros regímenes de totalitarios o dictatoriales, obviando la patraña de su ejemplar democracia.
     (continuará...)

    

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