"(el esquizofrénico) Puebla su mundo secreto de partes de sí mismo, partes temidas, amadas u odiadas. Es él el que produce involuntariamente ese drama interior tan espantoso que difícilmente nos lo puede comunicar de una manera normal. Su confusión mental impide que él y nosotros lleguemos a comprender lo que se está gestando en su interior. Se ha dicho alguna vez que existe un muro de cristal entre nosotros y el esquizofrénico. Así puede parecer, visto desde la parte no psicótica de la barrera. Desde su lado, no existe tal barrera. No existe ninguna frontera. Nuestra propia identidad del ego se confirma por nuestras relaciones con personas normales, pero para el esquizofrénico se pierden tanto la barrera como la sensación de la propia identidad. No puede expresar o comprender sus experiencias, puesto que no puede distinguirse a sí mismo del mundo."
Andrew Crowcroft
Pintura de Zush, alias Evru, alias Albert Porta. |
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