EL ARREPENTIMIENTO
NOTAS SUELTAS (19 OCTUBRE / 2016)
1. Cada cual tiene su vida. A veces, tristemente, sólo su vida.
Pero bien pensado, es lícito que esa vida propia y sola tenga la
importancia que tiene, e incluso que se solape y superponga a la vida
de todos.
2. Lo que tus ojos ven no lo ve tu cerebro. Tus ojos necesitan
lentes de aumento; tu cerebro, lentes de disminución.
3. Si alguna vez has de ser juzgado por tus grandes y pequeños delitos,
por tus faltas leves o más graves, por tus defectos de cualquier
naturaleza, desea que el tribunal
(los jueces, abogados, fiscales y hasta el jurado) esté compuesto
por gatos.
4. Una nube en una caja de cartón. El amor en una caja de cartón.
5. El desorden: decir lo que se piensa. El orden: decir lo que se
piensa que otros van a pensar.
6. No escribes para nadie (escribes para ti), pero qué difícil
apartar a los lectores de tu escritura.
7. Con qué facilidad confundes el punto y aparte con los puntos
suspensivos...
8. El proyecto es claro: fotografiar hasta el mínimo detalle de tu
casa: el foco apagado, las bombillas fundidas, la pared manchada de
vino, las puertas cerradas, las puertas abiertas, los libros en
horizontal y en vertical, el cráneo de dos centímetros, la cabeza
decapitada de un ángel, el cuenco de cristal negro, el reloj cuyas
saetas se detuvieron, la linterna roja...
9. Después de diez años, y por causa de los invitados, volverás
a dormir con ella. No dormirás.
10. La magia del balcón enrejado. Te asomas a la calle y ves
otras vidas. Una copa en la mano, un As escondido. No sabes (o no
quieres decir) el nombre de quien baraja. Pero la apuesta está
cerrada. No hay vuelta atrás.
11. Lamentas el error. No ha envejecido mal, simplemente ha
envejecido. Pero su voz es otra cosa.
12. Vuelves a estar en sus brazos, bajo su protección. Quizá algún día tengas que ser tú quien abrace y proteja.
13. Si no es por esto es por aquello. Pero no eres capaz de vivir
sin estímulos.
14. Pase lo que pase y diga lo que diga -le dices- no olvides que
fui un niño en tus brazos, y que mi amor (por ti) no tiene
condiciones. Soy lo que soy. O me aceptas o me niegas. Te veré más
pronto que tarde (me verás). Que no te inquiete mi abrigo de cuero
negro ni mi rostro marcado. Detrás de mi confusa máscara -le dices-
hay un claro anhelo de bondad.
15. Ansías que llegue al fin el infierno (¿el invierno?) para
compilar en un libro titulado Calma tus poemas dispares. ¿Qué
resistencia podrías ofrecer a este deseo?
16. Las clases de esgrima que tomaste tan joven, ¿acaso no han de
servir para esquivar los ataques y contra ataques de la enmascarada?
17. Amores y palabras se quedaron en las orillas de este camino de
arena y de agua, en esta playa con definido horizonte y acantilado
hasta el mar. No lo puedes negar: el mar te atrajo con su mareas. La
vida con sus idas y sus venidas. Extraes el cargador de tu pistola y
cuentas las balas. Sólo queda una.
18. Un cuadro colectivo, cuatro o cinco pinceles, ocho o diez
pares de ojos. Con cuidado preparas esa última o penúltima pintura.
El tema se impone. La vida por vivir y ser vivida.
19. El arrepentimiento es una vuelta al pasado, un viaje en el
tiempo con sus paradojas imposibles. No se puede cambiar el pasado.
No se puede cambiar el futuro. O tal vez sí. Pero el arrepentimiento -concluyes- no sirve para nada.
Salvador Alís.
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