jueves, 6 de octubre de 2016

EJERCICIOS DE DICCIÓN

EJERCICIOS DE DICCIÓN

Una voz dice "tiempo" y otra voz dice "esperanza";
la primera es esclava de su pasado y la segunda de su futuro,
pero ambas son la misma voz.
Una voz dice "muerte" y otra voz dice "vida";
suenan diferentes, pero son la misma voz.
La misma que cambia según se escuche a sí misma
o según la escuchen los demás.

El que habla no reconoce su propia voz:
cuando la oye fuera sí, pareciera que es otro el que habla;
y en esa diferencia y en ese parecer
la misma voz dice lo que no dice, pronuncia y calla. 
Se atreve a no decir "te quiero" y, a la vez,
está diciendo "te quiero", de las dos formas a su manera.

"No me gusta mi voz" dice el que -mientras lo dice-
toma consciencia de que su voz es extraña.
Las voces no piensan; sólo sienten y crean,
se preguntan y responden,
juegan al juego de las voces distintas.

Una voz dice "nada" y otra voz dice "todo", 
mas no se contradicen.
Una voz quiere ser grave y la otra ligera,
mas no entran en conflicto pues son la misma voz.
"Mientes" se dicen al unísono la una a la otra:
"Tú no suenas como yo."
"A nadie le gusta como hablas."
"Ahora entiendo porque no me escuchan
cuando me suplantas."

Una voz dice "ven" y la otra "aparta";
la primera sirve a su necesidad y la segunda a su arrogancia,
pero ambas son la misma voz.
"¿Cómo estar seguro -se pregunta quien se pregunta-
que, al escucharme preguntar,
soy yo, y no otro, quien hace la pregunta?"
"Y si me doy una respuesta, ¿cómo saber que soy yo,
y no otro, el que responde?"

Una voz dice "blanco" y otra voz dice "negro",
o "claro" y "oscuro" -que para el caso es lo mismo.
Lo que uno escucha en su cabeza no es igual
a lo que otros oyen en el aire;
pues saliendo de la cabeza y llegando al aire
la voz se divide y cambia, ya no pide, se limita a exigir
una atención que quizá no merezca ni haya merecido.

La voz creativa debería guardar silencio, decir "silencio",
y concentrarse en su creación.
Pero la voz que siente quiere a toda costa hablar.
No se reconocen, no se gustan, no aprecian su identidad,
pero son la misma voz.


Salvador Alís.



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