EL GALLO DE ASCLEPIO
En el trance de la muerte importan tanto las últimas palabras.
El que acompaña, escucha, pretendiendo obtener un afirmación
a su esperanza, herencia, resarcimiento.
El que habla agotando su aliento quiere dejar las cuentas claras.
"Le debemos un gallo a Asclepio." -le dijo Sócrates a Critón
cuando la cicuta ascendía hasta su corazón. "Cuida que la deuda
sea satisfecha."
¡Quién, como Sócrates, en el momento final, fuera capaz
de recordar lo debido y olvidar lo demandado!
Es mucho lo que la vida nos ha dado y muy escaso nuestro aporte.
¿Quién no ha destruido, no ha causado estragos, no ha pisado
las flores? En la balanza de nuestro horizonte
pesa más el mar que el cielo.
Salvador Alís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario