miércoles, 15 de julio de 2015

CRITÓN O EL DEBER DEL CIUDADANO

"SÓCRATES: ¿Cómo por aquí a estas horas? ¿No es aún muy temprano?
CRITÓN: Sí.
SÓCRATES: ¿Qué hora será?
CRITÓN: Apenas apunta el alba.
SÓCRATES: Me extraña que el carcelero te haya dejado pasar.
CRITÓN: Es ya conocido mío, con las veces que vengo aquí, y además me debe algún favor.
SÓCRATES: ¿Y llegas ahora o hace rato que estás ahí?
CRITÓN: Hace ya un buen rato.
SÓCRATES: ¿Cómo no me has despertado antes en lugar de estarte ahí sin decir nada?
CRITÓN: Tampoco yo, en tan triste situación, querría que me despertaran. Hace tiempo que estaba admirando la dulzura y tranquilidad de tu sueño, y no he querido despertarte para dejarte que goces en paz de una calma tan profunda. Ya otras muchas veces durante tu vida te he admirado por tu carácter, pero mucho más ahora en medio de tu desgracia, reparando qué fácilmente y con que mansedumbre la soportas.
SÓCRATES: también sería impropio, mi buen Critón, que a mi edad me quejase de que haya que morir.
CRITÓN: Otros a tu edad se quejan, Sócrates, y se irritan contra su suerte cuando se encuentran así, sin que se lo impida la vejez.
SÓCRATES: Verdad es, Critón. Pero ¿qué es lo que te trae tan de mañana?
CRITÓN: Es que vengo a darte una triste nueva; triste, no para ti, por lo que veo, sino para mí y todos tus discípulos. Una nueva triste, abrumadora.
SÓCRATES: ¿Cuál? ¿Será que ha llegado de Delos la nave, a cuyo regreso he de morir?
CRITÓN: No, todavía no; pero parece que debe llegar hoy, según algunas personas que vienen de Sunio y que la dejaron allí. Luego es indudable que llegará hoy, y mañana, Sócrates, tendrás que quitarte la vida.
SÓCRATES: Pues enhorabuena, Critón. Si tal es la voluntad de los dioses, cúmplase. Pero no creo que llegue hoy.
CRITÓN: ¿En que te fundas?
SÓCRATES: Te diré. Yo debo morir al otro día del regreso de la nave.
CRITÓN: Así lo dicen cuando menos los que han de cuidar que la cosa se cumpla.
SÓCRATES: Pues bien, no creo que llegue hoy sino mañana, y creo que mañana, por un sueño que he tenido esta noche poco antes de venir tú. De modo que has hecho muy bien en no despertarme.
CRITÓN: ¿Pues, qué sueño ha sido?
SÓCRATES: Parecíame que una mujer bella, esbelta y vestida de blanco, acercándose a mí, me llamaba y decía: <<Dentro de tres días llegarás a la fértil Phtia>>.
CRITÓN: ¡Qué ensueño más extraño!
SÓCRATES: El sentido de él me parece clarísimo, Critón."

Platón. Critón o el deber del ciudadano. Espasa-Calpe. Madrid. 1982. Pág.: 101-106.

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