EL MUNDO SE APAGA
El mundo se apaga. Las voces de los tuyos se oyen cada vez más lejos. Las noches han elegido enlutarse. Y el silencio es aquí el maestro de ceremonias.
Todo cuanto sucede son pasos en la dirección equivocada. El viento levanta las chinchetas que sujetan papeles a la pared, y hace volar por los aires los proyectos.
Las defensas de este cuerpo se agotan. Cuerpos como relojes de cuerda manual. Las manos ya no giran la corona. Y las saetas se deforman, se detienen, se salen de su eje.
Cada día importa menos el final del día, pues todo se repite, todo da vueltas alrededor de todo. No hay un centro, no hay un punto de partida, El recuerdo se niega a sí mismo y luego se desdice.
Una tierra inoportuna trajo cientos de mosquitos en miniatura, avioncitos perdidos en esta guerra por su escala. Las noticias falsas no son excusa. Cada letra de cada línea de cada página de cada libro leído (y aún por leer) es un disparo que no se escucha.
Las camisas tardan semanas en encontrar sus perchas. El ventilador funciona noche y día durante el invierno. A los amores más puros los ha cubierto la nieve. Mas no hace frío y el sol brilla mientras el mundo se apaga.
Salvador Alís.
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