lunes, 23 de diciembre de 2013

KEVIN AYERS



     Las cenizas de Kevin Ayers se encuentran en el pequeño cementerio de Deià, junto a las del pintor Mati Klarwein y muy cerca de la tumba de Robert Graves.
     En lugar de lapida, una sencilla pintura con su nombre y fecha de nacimiento y muerte; bajo su nombre, una especie de pulpo y, en una esquina, un rostro grotesco, quizá una máscara.
     El pulpo parece tener un solo ojo.


     Kevin Ayers murió en Montolieu (Francia) el pasado 18 de febrero, a los 69 años, mientras dormía.
     Galen Ayers trajo hasta la isla la urna con las cenizas de su padre envuelta en una tela roja y portando, además, un par de rosas entre las manos.
     En esta gélida tarde, el pequeño cementerio de Deià tenía las puertas abiertas; creo que nunca se cierran. Entre el mar, las montañas y las nubes, en la cúspide del nucleo urbano, un lugar perfecto para descansar.
     Aquí una muestra de su música.

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