viernes, 15 de enero de 2016

EL VELO

EL VELO

"Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, 
he aprendido cómo morir."

Leonardo Da Vinci.

Tenías los ojos cerrados. No estabas ciego, pero tenías los ojos cerrados.
Alguien, que pudiste ser tú mismo, con manos que escriben 
y manos que dibujan, te fue abriendo los ojos.
De esa manera cayó el único velo que se interpone
entre el mundo y lo que hay detrás del mundo.
Quienes han podido contemplar lo que allí acontece, no pueden describirlo.
Durante años y décadas tuviste los ojos cerrados.
No es que no vieras nada, pues alguna luz muy débil y engañosa se filtraba.
Pero tú no querías ver, sabías que tras el velo había personas y animales
y cosas ordinarias y extraordinarias
que te provocarían extrañeza y desazón.
Por causa de las manos que escriben, por el hecho de escribir,
y de las manos que dibujan, por el hecho de dibujar,
ahora abres por completo mis ojos.

Veo lo que veré e intento explicar lo que no sabré explicar,
lo que no puede ser dibujado ni escrito.
La mirada, no detenida ya por el velo, se recrea en esas manos incapaces 
de asir el tiempo,
que también supieron acariciar y desvelarse.
Detrás del velo y delante del velo, todo es igual y es diferente. 

Salvador Alís.

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