miércoles, 4 de junio de 2014

UTOPÍA

Un país donde los Bancos recibieran el dinero que les sobra a unas personas para cederlo a otras que lo necesitan. Esos Bancos sólo cobrarían intereses cuando las personas que han solicitado un crédito obtuvieran beneficios, un tanto por cien razonable que deberían compartir a la mitad con los inversores. Ante el problema de obtener garantías del deudor se necesitan sistemas de control. Igualmente, los que confiaron su dinero a los Bancos, quieren garantías.

Quizá un país donde imperase una limitación cronológica para los que pretendieran ocupar cargos políticos. Por ejemplo: los 40 años. Quizá los más jóvenes gobernaran con más esperanza.

Un país donde las nuevas tecnologías se aplicaran al procedimiento del sufragio universal instantáneo, para que siempre fuera la mayoría del pueblo quien aprobase las Leyes.

Un país sin ejército junto a muchos países sin ejército.

Un país donde el deporte nacional fuese el ajedrez. La estrategía social, económica y política en un programa informático. La huella completa de la mano para acceder a cualquier servicio mediante terminales lectoras que sólo pudieran descargar los datos referidos a cada servicio.

Un mundo donde prevalecen las Grandes Ciudades como centros de poder, constituyendo las ciudades satélite y la naturaleza y el tamaño de los países que las acogen nada más que las capas de las cebollas de nucleos irracionales.

Un país donde las ciudades se derramaran como ríos de agua por sus paisajes. Tentáculos entrelazados.



    

    

 

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