viernes, 20 de junio de 2014

APUNTES 2014 / IV

Me gusta mucho el vino, y eso lo saben los que me conocen. Pero en los últimos tiempos tengo un problema con el vino: soy demasiado generoso en las medidas. He pensado que, tal vez, la solución debería ser un placebo, quizá un experimento homeopático. Poner una gota de vino en una copa y mezlarla con 99 gotas de agua. Y luego poner una gota de esa mezcla en otra copa con 99 gotas de agua. Y así, sucesivamente, hasta obtener un vino homeopático en una disolución elevada a la enésima potencia. ¿Tendría entonces mi hígado memoria del vino?

No sé por qué las televisiones no imitan a internet. Canales pornográficos y conspiratorios. Inventos inútiles. Personajes que subastan su alma. En lugar de reflejar lo que está pasando, las televisiones se obcecan en mostrar imágenes de ricos bondadosos, de aficionados a la cocina e iluminados, y abren las puertas de palacios y mansiones.

Un arco ha sido disparado durante 50 años. La cuerda tiene el sebo de muchas manos, la madera conserva la elasticidad de su experiencia, las puntas de las flechas han conocido sangres diversas. Y sin embargo la diana fue construida ayer para ser hoy acribillada. Un solo plano está en el punto de mira.

Llamas a la puerta y nadie contesta. Suena el teléfono y nadie responde. Se envían mensajes que no prosperan. Si las preguntas se formularán cara a cara y tu interlocutor permaneciera impasible, ¿seguirías insitiendo?

Las cortas vacaciones de verano, del 3 al 9 de julio, las pasaré en una casa cerrada donde alguien murió hace unos ocho años. Como entonces, durante algunas horas de la tarde o de la noche, haré collages con apenas 6 elementos: cartulinas, revistas, unas tijeras, una barra de pegamento para papel, un pilot y unas  servilletas. Sería conveniente, aunque no imprescindible, contar con un buen foco de luz.

Todo el zoológico, con sus jaulas mostrando personajes públicos, huele a mierda. Los encargados de la limpieza hace tiempo que no cobran su salario y han cerrado las mangueras de agua a presión y han roto las escobas. En realidad las jaulas no encierran a estos ejemplares: siempre hay en la parte posterior un agujero por el que deslizarse.

El rey de la selva ha abdicado para que su hijo le suceda. El joven cazador tiene ante sí una manada de elefantes furiosos y, aunque posee los conocimientos precisos para montar el rifle, y sabe teóricamente como apuntar y matar, se queda perplejo ante el ataque. En las selvas y en los bosques se esconden alimañas.

Un bebé precioso (como son la mayoría de los bebés) sentado sobre las piernas de su madre y detrás de la primera ventanilla de un avión. A través del cristal le muestro fotografías de gatos. El bebé sonríe y acerca su mano intentando acariar a los gatos.

Enfermo de vino y de amor, sospechando que los tiempos verdaderos aún están por llegar, disuelvo una gota de agua en mi copa. Intento curarme. El I Ching de mi adivinación no se juega con tres monedas.

Tres gatas se mueven a su antojo, arañan el palo vertical y el sofá es su campo de batalla. Lo que dicen Sombra y Nube y Lolita -cuando se combinan- es cada noche la respuesta a su oscuridad.

El juez quiere juzgar a los gorilas y quiere que los cazadores testifiquen. Un idiota se disparó a sí mismo. El responsable del zoológico tiene un perro. Y ese perro, casi humano, saliva cuando escucha a Judy Garland cantar la canción del arcoiris.














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