miércoles, 28 de mayo de 2014

NO - EUROPA

Europa no existe. Europa es un espejismo entre la nieve y el desierto, una pompa de jabón que no estalla, que flota sobre una cruz invertida, una luz que no ilumina pues esta hundida en el fango, una mujer con barba, un disfraz, una caracterización. Europa es un toro castrado, una tierra estéril. Heridas en las fronteras, amputaciones en el viaje, maletas extraviadas.
Piden en un instante, con disimulada violencia, su limosna las mafias de pedigüeños. Cualquier aficionado al teatro reconoce a los tramposos, malos actores en una obra fallida. No hay políticos honrados. Unos y otros, bajo sus carpas ideológicas, cuentan con fruicción sus billetes.
Europa es un campo extenso horadado por múltiples madrigueras de conejos. Italia es un conejo cobarde y presuntuoso. Francia es un conejo con lentes. Alemania es un conejo gordo e intimidante. Inglaterra es un conejo gris que alardea de saber nadar. Austria es un conejo carnívoro, Suiza es un conejo acaparador. Y así sucesivamente.
Todos los políticos mienten. Ninguno está interesado en la libertad. La verdadera libertad no necesita a los políticos.
Europa es una jaula de pájaros muertos, un circo decrépito y decadente donde los payasos ya no hacen reír, un viejo elefante que se deja caer y aplasta con su peso a los niños, una gran mueca que repele y atemoriza. Europa resbala con la lluvia en los tejados puntiagudos de pizarra, se rompe en mil pedazos en contacto con el adobe seco, se corrompe en las charcas contaminadas y se estrella en las autopistas. Y sin embargo, paga bien a los idiotas que representan hasta la extenuación el número de las falsas bofetadas, a los reyes y primeros ministros, a las brujas y a las putas, a los hombres maquillados, a los domadores y a los enanos. En el gran circo se exhiben banderas multicolores, pero el león bosteza y el buda sonríe.
Un viejo aficionado a la viagra gobierna un país sin aceptar su edad e ignorando su historia. Un papa argentino habla con los pobres en público y con sus dioses en privado. Una vieja sin alas, maquinista de locomotora, rectifica el carbón de su cara -frente a un espejo.
Europa es un espejismo entre la nieve y el desierto. Europa no existe.
Los políticos de esta Europa son los cerdos que imaginan ser los políticos que husmean en nuestro bosque las trufas blancas y las trufas negras. De todo se aprende. ¿Hay olfato en esta Europa que capte el silencio enorme de los pobres? ¿Hay antenas que asimilen y redirijan las señales?
Se diría que Europa habla consigo misma. Se diría que Europa es el mal argumento de una mala novela. Un folletín interminable. Un monólogo que no se entiende.
El rey de nuestra reina se entretiene disparando. Un catalán gobierna el país de Michaux, de Artaud, de Camus, de La Rochelle, de Le Pen. Entre las columnas del Partenón, Goebbels renueva su discurso. La pasión de Europa en el aburrimiento de los políticos. Una casta condenada a sucumbir.
Princesas que mueren en túneles, reyes que pierden la cabeza, zares y zarinas desaparecidos en la helada. Y no obstante, el norte de Europa crece, se tienen más niños, el circo nunca se llena, la inmigración no cesa. Toda Europa está pendiente del norte de Europa. Pero los turistas prefieren Atenas y Lisboa, Santorini y Madeira, las islas Baleares y las Canarias. El complejo mapa de Europa, con la fría Rusia por encima y la caliente África por debajo. Un niño con un gorro de piel de lobo y un niño con la cabeza llena de moscas. El viejo león bosteza y el viejo oso gruñe y el buda sonríe.
Estallará un volcán en Europa. Pero su fuego se verá -una vez más- en blanco y negro.
Europa es un mapa dibujado en una cartulina. En ocasiones se muestra enmarcado en oro y, en ocasiones, clavado con chinchetas en las paredes del aula donde el atormentador de niños imparte clase. Una copia del mapa de Europa permanece enrrollado dentro de un tubo de cartón.
Europa es un cuchillo cortando naranjas y limones. Una mujer vestida de azul con agujeros en la cara. Un espejo donde se junta el polvo. Los antiguos griegos tuvieron una idea de Europa. Los africanos buscan sus pirámides y sus selvas en Europa. El símbolo de Europa tras los muros de un campo de concentración.
Europa es una muñeca con los labios pintados, una cámara de fotos sobre las nubes, una guerra sin final.
Dibujos trazados a plumilla representan a Europa siendo atacada por perros hambrientos. Europa encarnada en una mujer vestida de azul, con los brazos y las piernas y los hombros y el cuello desnudos y cubiertos con tatuajes.
Sobre Europa, buda no deja de sonreir. Y a los pies de Europa, las concertinas no detienen a los desesperados. Integración y competencia, disgregación, desigualdad, independencia, control, represión y oposición y tantas otras palabras sinónimas del caos.
Europa es un toro castrado, una tierra estéril. Un espectáculo grotesco.

Salvador Alís (11 y 12 de mayo de 2014.)



No hay comentarios:

Publicar un comentario