jueves, 14 de noviembre de 2013

JEAN-LOUIS TRINTIGNANT

       En cierta ocasión, en Arlés, Paul Auster debía hacer una lectura pública de fragmentos elegidos de uno de sus libros. Y esos mismos fragmentos serían declamados, alternativamente, en su traducción francesa, por el actor Jean-Louis Trintignant. Cuenta Paul Auster que, mientras estaban ensayando, Trintignant le preguntó de repente qué edad tenía. Cincuenta y siete -le respondió- y usted ¿cuantos años tiene? Setenta y cuatro.

       Después del ensayo, separados el uno del otro unos tres metros y rodeados de gente aunque ambos permanecían ausentes y ensimismados, Trintignant se dirigió a Auster: "Paul, quiero decirte una cosa. A los cincuenta y siete, me encontraba viejo. Ahora, a los setenta y cuatro, me siento mucho más jovén que entonces." El escritor se siente desconcertado por la confidencia, sin entender muy bien lo que el actor quiere decirle. Intuye que es algo importante, y durante siete años le da vueltas al significado para terminar escribiendo: "Quizá sea algo tan sencillo como esto: que el hombre teme más a la muerte a los cincuenta y siete que a los setenta y cuatro."

     (Paul Auster. Diario de invierno. Leído parcialmente en seis aviones y en una casa frente al mar en Calheta, en el sudoeste de Madeira.)

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