martes, 20 de octubre de 2015

DRONES Y CANCERBEROS

DRONES Y CANCERBEROS

     Todo infierno que se precie debe tener su cancerbero. Y por semejanza, por igual razón
y escusa, todo país aspira a tener su dron.
     A veces, los países se llevan en la cabeza, mapas imaginarios
que reclaman ser lo que imaginan y no son, que reclaman fronteras y defensas;
países que al mirarse en los espejos del ayer no ven nada,
que solo viven por conflictos consulares,
paises bajo un volcán o a duras penas sobre una isla perdida en un mar sin límites.
     Un gran país construye para su protección una gran muralla;
un país pequeño pone en valor un sótano de dimensiones relativas,
que puede igualar incluso las medidas del propio país.
     El Ministerio de Defensa del país España ha firmado un acuerdo para comprar
al país llamado EEUU cuatro drones modelo MQ-9 Reaper.


Imagen del dron MQ-9 Reaper, de la firma estadounidense General Atomics
MQ-9 Reaper

     La traducción de reaper es simple: segador. Nombre astutamente contradictorio 
para una avión de reconocimiento, no tripulado, no armado, 
mas hijo directo de un depredador.
     Fuselaje pintado de miedo, con destellos de pánico y contraluces de inmunidad.
     Como avanzados cancerberos velarán esos drones nuestro jardín 
y nuestra casa, perros guardianes sin ladrido aparente 
y fauces controladas a distancia.
     En el fondo, ¿qué es un dron? Un sencillo aparato volador manejado 
por control remoto. Usted puede, si lo desea, adquirir un mini dron directamente
a precio asequible en muchas tiendas de dispositivos electrónicos 
o a través de algunas páginas web especializadas.
     ¿Qué los hace diferentes de los dispositivos tradicionales (aviones, helicópteros)
o juguetes teledirigidos? Fundamentalmente, y para los drones de uso particular, 
la incorporación de una competente cámara de video. 
     Ojos voladores al servicio de espías aficionados o profesionales.
     En un futuro no tan lejano, los ciegos sustituirán a sus perros lazarillos por drones,
los drones se convertirán en "mascotas" que uno saca a pasear como si tal cosa.
     
Parrot Bebop Drone
   
     Lo que hace a un dron poderoso es que un dron ve lo que tú no ves. Su mirada se eleva 
y sobrevuela tu mezquino mundo en permanente conflicto. Sus ojos ven en vertical,
de arriba abajo; sus ojos (que pueden ser tus ojos) te ven sin que tú los veas.
     Helico Aerospace Industries ha desarrollado un mini dron llamado Airdog,
"el perro del aire", que te sigue de forma automática allá donde vayas.
    El estúpido y a menudo peligroso selfie (la vanalización del autorretrato)  
tiene los días contados. Cada ser humano que se precie poseerá un dron que vigilará
y grabará su progresión y evoluciones, su riesgo, avance o retroceso.
Hasta su muerte.
     España ya poseía otros drones, aunque menos eficientes; cuando lleguen los segadores,
¡cómo van a cambiar las cosas! 24 horas de autonomía, 
vuelos entre 10.000 y 15.000 metros de altitud y captura de imágenes,
tanto de día como de noche, con nitidez inigualable.
     Cancerberos de este país-infierno, vigilarán incansables las costas y las montañas,
y no habrá bosque donde pueda internarse un insurgente, 
no habrá ciudad que acoja a un sospechoso, ni luz de sol ni de luna 
que modifique la luz de lo no identificado.
     Drones y mini drones: águilas e insectos voladores en un mismo cielo.

roboticos
Insecto robótico de Mark Oliver.
     
     Avispas o mosquitos de metal y de plástico intentarán hacer diana en objetivos seleccionados,
con sus finísimas agujas y sus venenos, en lucha constante de drones antagónicos,
si burlaran tus defensas y mis defensas, perros enfrentados a perros
en un país bajo el volcán o en difícil equilibrio sobre una isla.
     "El MQ-9 Reaper está preparado para cargar más de una tonelada de explosivos 
y dispone de anclajes para cohetes Stinger, misiles Hellfire o bombas GBU-12."
Su ataque, como el de la avispa o el mosquito, puede ser exacto y certero,
aunque no se descartan efectos colaterales. 
     General Atomics sabe lo que hace y lo que vende, y controla los tiempos
y el compromiso. 
     ¿Qué pasará el día en que un hombre cualquiera, aficionado al bricolaje, 
reproduzca en su pequeño sótano un pequeño loro asesino
y lo cargue con una mini dosis letal de fuego líquido o de gas hilarante,
y dirija a ese loro asesino contra su enemigo mientras su enemigo, confiado,
pasea con su perro por un paisaje tridimensional e ideal donde el sol y la luna, 
donde la palabra, donde la gran muralla...?
     Todo infierno que se precie debe tener su cancerbero.

Salvador Alís.
    
 
    
    
     

    


No hay comentarios:

Publicar un comentario