viernes, 25 de abril de 2014

TRAGICOMEDIA

TRAGICOMEDIA


     Con el tiempo se escribe más y se habla menos, se lee menos y se entiende más

     Con el tiempo el amor se convierte en sueño y el sueño se repite cada noche según la lógica de las ensoñaciones

     Un reloj de pulsera que nunca se detiene, abrazando la muñeca como un guante

     Las finas saetas cuando se superponen; a veces son del mismo color, a veces hay una negra o plateada y también una roja o blanca o amarilla

     El encendedor metálico junto a la pequeña brasa. La plata dormida, el oro devaluado, el coral roto

     El fumador y su constante exhibición de humo. Su repertorio de gestos

     El escritor, al igual que el pintor, frente a su papel en blanco

     El actor que ha sido abandonado en un escenario frente a un público exigente

     El mago que saca de un viejo baúl tigres y leones y otras fieras semejantes

     Gatos saltando alocadamente por el escenario vacío donde el actor recita

     Con el tiempo se abren grietas en el lienzo, en la hoja de papel aparecen manchas, el cuaderno amarillo se deteriora

     El coro que se coloca más tarde junto al actor lo componen mujeres de bocas muy grandes abiertas elásticamente

     El escritor piensa que podría escribir una canción para el coro

     La música aún no ha hecho acto de presencia

     Esas mujeres que forman el coro tal vez sólo existan como pinturas en un decorado

     Una de las mujeres del coro tiene la voz muy débil

     El coro eleva la voz y el actor se calla. Las finas saetas del reloj de acero se alcanzan y se sobrepasan

     "En la noche -dice el coro- un mago abre un viejo baúl: surge otra mujer partida en dos. Del baúl surge un sombrero y del sombrero un conejo blanco que, a su vez, porta un sombrero del que sale una mariposa negra y también un murciélago

     El suelo del escenario está tapizado con terciopelo y el actor se encuentra descalzo

     El reloj de pared encerrado en un círculo de madera

     El zafiro que protege a las finas saetas

     En la parte posterior del escenario, ocultos por un enorme telón de fotografías, el escritor frente a su teclado y el pintor lavando sus pinceles

     Las colas de los tigre, de los leones, de los gatos y de otras criaturas semejantes, se hunden en botes de pintura diseminados por el escenario y luego manchan, salpican y rozan al público exigente

     Se crea así un cuadro vivo del que pronto se observan fugas

     Algunos espectadores, como luces que se apagan, abandonan el teatro. Con el tiempo, unos se aburren y otros sienten temor

     Con el tiempo importa más la escritura y menos las palabras, se recuperan papeles de otras épocas, se comprende todo un poco mejor

     "En la puerta posterior del teatro aguardan dos mujeres con la boca cerrada

     "Y otra mujer en el extremo de un pasillo que finaliza

     "Brotan como setas silvestres gatos de colores del terciopelo que tapiza el escenario

     "Luces indirectas los iluminan en sus vuelos alocados

     "La escritura que escriben puede ser traducida -dice el coro- en palabras que no importan

     Pero el rostro del actor indica todo lo contrario. Sabe que su rostro está en juego

     Algunos instrumentos en un ángulo del escenario. La música rebotando contra las paredes interiores de un cubo profusamente ornamentado

     La Turca en el escenario adelantándose al coro. Se escribe cada vez más y se habla menos

     Sobran las explicaciones. Piensa el pintor que sus colores lo dicen todo por él. El escritor ante tu teclado. El actor descalzo sobre el terciopelo

     Una cámara sigue al actor en sus monólogos. Mientras envejece

     Algunas de las setas silvestres son claramente venenososas y otras pasan desapercibidas. Pero los gatos no inoculan veneno alguno

     Escriben sueños donde se repite el amor cada noche según la lógica de las ensoñaciones

     A medida que el público, asustado o aburrido, abandona el teatro, los gatos en el escanrio exigen respeto para el actor

     El coro guarda silencio ante La Turca. El pintor pretende pintar un cuadro de grandes dimensiones. El escritor traiciona sus palabras

     La música se adueña del escenario. Todo se diluye

     El esqueleto de un pájaro de grandes dimensiones ocupa el escenario

     Entre sus costillas curvadas (dos peines sinuosos en forma de corazón) las bocas del coro reclamando vida. Pero la vida es soñada cada noche y el discurso cambia

     La canción es otra, la pintura se modifica 


Salvador Alís.

     

     

    



    

    


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