En un cuadro imaginario ha pintado varios hombres enterrados en el suelo hasta el cuello, de manera que sólo son visibles sus cabezas. La tierra alrededor ha sido aplastada y pisoteada
Una de las cabezas que emergen podría ser la suya, pero no es el caso
Dicen de él que es un pintor oscuro
Ahora está untando uno de los pinceles en pintura amarilla, ahora traza líneas horizontales y las extiende hacia la parte inferior del cuadro, ahora la música dice sí y dice no. Ahora todo se convierte en amor y en puro amor
Ahora sumerje otro pincel en pintura azul, ahora cae la noche, ahora difunde esa pintura azul en la noche. Ahora las manos se juntan y se transmiten sensaciones de manos unidas
Ahora busca la luz del color blanco, ahora cae la noche, ahora enarbola cabezas y las deja sobre el suelo amarillo, ahora la música dice sí y dice no. Ahora se convierte todo eso en puro amor y en amor
Ahora baja las escaleras hasta el último peldaño, el pintor oscuro que sube hasta la noche por su escalera invertida, ahora más colores se suman a la fiesta, ahora acaricia y sostiene en su mano izquierda una espátula
Ahora el amor se cuela como invisible en los trastornos del vivir
Ahora el ojo ciego se acuerda de su parche. Ahora el ojo hinchado, de su desdicha. Ahora el ojo que no ve, recuerda que no ve
La fiesta de colores sobre mateles de colores. Una fotografía a gran formato de un gato negro sobre la que pintar ornamentos de vivos colores
Sobre las cabezas que emergen no puede haber un cielo sólo azul
Hormigas transportando gotas de pintura de muchos colores van construyendo laboriosas un laberinto, y a ese laberinto se superpone otro laberinto. La música
El pintor llamado oscuro se las tiene que ver para salir de esos laberintos
Un cielo rosa pálido con diminutas hojas verdes y rojas y doradas
Un cielo azul claro al que sin embargo atraviesa una fina lluvia de grises y plateados
Se alegra mucho entonces el pintor por no ser una de esas cabezas de hombres enterrados. Pero no puede evitar pintarlo así. Y se podría añadir que, en otros momentos, el pintor sueña con desenterrarlos. Las cabezas, al menos, están a flote
Para romper la oscuridad, decide ahora el pintor irrumpir con pequeños pájaros en el cuadro imaginario
Los pájaros están ahí para volar no para ser entendidos. Son simplemente pájaros multicolores
Los pájaros forman a veces delicados triángulos, como pañuelos de seda devorados por las llamas. Sobre las cabezas que giran para admirarlos, mientras los brazos salen uno a uno del suelo y los cuerpos comienzan a elevarse
La música también pintada en su laberinto
Por la oscuridad del pintor pasa música pintada en multitud de formas que sugieren las evanescentes figuras de los pájaros más lejanos. Al fin y al cabo esto es lo que se pinta: pájaros en el cielo, nubes en el cielo, un sol, una luna, Saturno, un cometa. Un árbol bajo ese cielo
Cabezas de hombres liberados de su enterramiento bajo ese árbol
Amarillo, azul y blanco. Otros detalles. Otros colores. En lo esencial, el negro no ha sido usado
Ahora el cuadro imaginario cambia de manos. Pero esas manos se tocan y se transmiten sensaciones. Hay copas traslúcidas de cristal y viñas enteras derramadas en las copas de color vino. Hay árboles más lejanos que son siluetas apenas esbozadas. Cuando las acaricia el viento, hacen música en el cuadro
Por caminos interminables avanzan los hombres desenterrados hacia esos árboles lejanos. Saturno arriba de sus cabezas. El pintor no pinta todo esto, únicamente lo imagina
El pintor tiene cierta habilidad para imaginar cosas tales como uñas de gato desprendidas, máscaras de barro y de yeso, medusas en el mar y etcéteras en los lugares más diversos
En fotografías recientes, siempre la luz. Camisas de colores en el armario. En los collages, colores recortados
Y a pesar de todo, bajo la forma puede ocultarse otra forma de oscuridad
Admite el pintor su parte oscura. Pero no está su cuerpo dividido en dos colores
Se mezclan el blanco y el negro como en una cebra que huye, como en una cebra pastando en la hierba amarilla, como en una cebra reflejada en el azul del agua de un río, como en una cebra manchada por su propia sangre cuando el gran felino saca las uñas
El blanco y el negro no son incompatibles. Piensa el pintor que ambos son producto de la acumulación de colores
En el cuadro imaginario puede haber un prisma de cristal descomponiendo la luz y puede haber texturas viscosas y, más tarde, grietas. Es el riesgo de pintar
No se pintan cabezas cortadas. No se pintan hombres enterrados bajo esas cabezas. El cuadro quiere ser otra cosa
Salvador Alís
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