domingo, 16 de septiembre de 2018

VIVIR EN EL ERROR

VIVIR EN EL ERROR

         
"Sólo por nuestras historias podemos saber que nuestras historias han llegado a su fin; de lo contrario viviríamos como si aún diéramos continuidad a algo (a nuestras historias, por ejemplo), es decir, viviríamos en el error."

Imre Kertész. Liquidación. Círculo de lectores. 2004. Pág.: 36.

jueves, 13 de septiembre de 2018

MOHAMMAD REZA LOTFI

TODO VA BIEN

TODO VA BIEN

En estos días estoy leyendo la líneas y las entrelíneas
de Liquidación de Imre Kertész.
Vida alcanza ya las cincuenta páginas.
Pongo aquí mis silencios y mis palabras en otra parte,
nada es lo que parece, la música sí.

Salvador Alís.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

OTRA RAZÓN PARA VIVIR

OTRA RAZÓN PARA VIVIR


Cuando era un niño subía muchas veces
hasta el tercer piso,
allí donde las vistas eran montañas y un castillo,
un campanario contemplado desde atrás
y cielos cambiantes.

Una o dos décadas después,
la mirada quiso encontrar la salida
en el complicado laberinto de su edad.

Pasados los años, dibujé el sueño infantil 
y las pesadillas que siguieron.

Y ahora que sólo veo sombras alrededor de mí,
ahora me lamento sinceramente
por no haberle arrancado los ojos al águila,
las piedras a la montaña, el agua
al río y las estrellas a su noche.

De qué sirve este lamento no lo sé.
El laberinto sigue siendo lo que es, la montaña
está donde debe estar, y sigue siendo impenetrable
el castillo de la infancia.

El niño, el joven y el adulto
se equivocan cuando viven y aciertan cuando sueñan.
No hay otra vida posible. No hay
otra razón para vivir.

Salvador Alís.


lunes, 13 de agosto de 2018

¿QUÉ SERÁ?

¿QUÉ SERÁ?

En lo que llevamos de semana, a la cabeza de los países: Región desconocida con 126 visitas; le siguen Italia con 123, España con 12, Estados Unidos con 5 y México con 3. Son lugares desde los que alguien ha mostrado curiosidad por mis entradas en Díasvolando

De verdad que me gustaría pasar mis próximas vacaciones en esa Región desconocida. Aunque creo conocerla. Los visitantes de allí suelen emplear para su conocimiento métodos científicos, mediciones y comparaciones ilimitadas.

El que escribe, por el contrario, confía su aprendizaje a la intuición.

La intuición no es poder activo, se parece más a la ironía y más a la defensa que al ataque.

He ganado partidas (de ajedrez) defendiéndome desde el principio. He ganado atacando hasta el final. A veces bastan muy pocas jugadas para ganar o perder. A veces se pactan tablas.

Salvador Alís.

sábado, 11 de agosto de 2018

EL ESCARABAJO DE ORO

EL ESCARABAJO DE ORO

Ayer robé un libro en uno de esos viejos almacenes que frecuento. Lo hice por piedad. Pero tendría que explicar cómo fue. Hace aproximadamente un mes, descubrí en un mueble acristalado y polvoriento dos miniaturas italianas, dos pequeños volúmenes de encuadernación exquisita, en piel negra y azul, con bordes de página dorados. Ni los autores eran conocidos ni los temas atrajeron mi atención, sólo la forma. A su lado, un insignificante cuadernillo (el nº 139 de Les Meilleurs Livres, una tirada que costaba 10 cent. el ejemplar). Se trataba de Le Scarabée d´or de Edgar POË (tal como aparecía en su portada), editado en París por Arthème Fayard & Cie. Pregunté por el precio del lote, pero antes, siguiendo mi costumbre, fijé en mi cabeza el precio máximo que estaría dispuesto a pagar. Puesto que en éste y en otros lugares semejantes los libros no suelen costar más de un euro, me dije que nueve por los tres sería el límite. El dependiente me dijo que tenía que consultarlo. Hizo una llamada a su jefe (o tal vez al propietario de los libros que pudiera haberlos dejado en depósito) y me contestó que pedían cuarenta por los tres. Entre tanto, yo había buscado el escarabajo en Iberlibro, y encontré una edición de 1930 valorada en 25 euros. "Cuarenta es mucho más de lo que estoy dispuesto a pagar. Guárdalos y si alguien te paga esa cifra, se los vendes." Ayer volví con la idea de ver si todavía estaban a la venta y si su precio había sido rebajado. Las dos miniaturas italianas volaron. El cuadernillo de Poe ya no se encontraba aislado y destacado en el mueble con puertas de cristal, sino perdido entre otros muchos libros sin encanto, y, para mi pesar, con la tapa posterior y la última página levemente rasgadas. En un arrebato, pensando que su destino no sería acabar entre manos protectoras como las mías, que si lo dejaba ahí terminaría completamente roto, perdiendo su grapa central y separadas y arrugadas sus viejas y delicadas páginas de color marfil y cien años, y comprobando previamente que el dependiente me tenía fuera de su ángulo de visión, lo introduje entre las hojas de El Buscón y pagué por el Quevedo visible y el Poe oculto la irrisoria cantidad de un euro. Al volver a casa, comprobé que el cuadernillo carecía de fecha de edición, pero que el comprador (o el primer lector) había reseñado bajo su apellido el año 1915.

Vida sigue escribiéndose a buen ritmo. 24 páginas en 24 días. Como máximo en julio de 2019 debería tener un final.

Salvador Alís.