CONTRA LA MUERTE
Ante la muerte nada temo porque yo ya me maté y soy su igual.
Muerte contra muerte se anulan y disuelven en el ataque y la defensa
de su empeño y de su ley.
Muerto de verdad y sin retorno,
finjo que estoy vivo porque me ha sido concedido ese poder.
Que vivo solo en la noche es tan verdad y, al tiempo, mentira pura
porque no vivo más que en sueños en esta eterna pesadilla del morir.
En este lecho sin orillas y en esta habitación oscura donde brilla
un sol que nada teme pues sabe que nada lo puede oscurecer.
Ante la muerte nada temo, ante la vida me muestro indiferente,
vivo y muerto soy el mismo.
Le doy la espalda al público y, cuando el espectáculo acaba,
me llevo a los labios la infalible copa helada.
Salvador Alís.
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