martes, 29 de septiembre de 2015

LABORATORIO DE CRIMINALÍSTICA DOCUMENTAL

LABORATORIO DE CRIMINALÍSTICA DOCUMENTAL
UN PASEO SIN RUMBO FIJO
Fotografías de Salvador Alís. Palma, mayo de 2015.


































































DESPUÉS DE TODO

DESPUÉS DE TODO

     
     Que el Mundo se llama Imperio y pertenece a Craso, es cosa sabida
desde antaño. Lo que sorprende no es esto. Sorprende que Craso
haya guardado espada y escudo y siga venciendo al esclavo porque el esclavo
teme a la muerte y, después de todo, prefiere la jaula a la aventura.

     Vale más un segundo, en cuanto a la verdad, de la vida de cualquiera de mis gatas
que todas vuestras apuestas, palabrerías, juramentos y conclusiones.
Después de todo, una gata de algodón sobre las piernas, a las claras busca su interés
y no, de ninguna manera, fingir inusual desprendimiento ni apatía.
     Entre pensar y hacer, no conviene nunca correr. Mas la sentencia se anula
si falta el sueño y la ira se acumula y la presión no se soporta. Hoy estallé
como globo hinchado por el viento, como gota incapaz del agua, como nube negra
y granizo sobre el cristal. Después de todo, no soy quien.
     Pasos equivocados, pero pasos, y la escalera rota y el ático sin techo,
el cielo sin azul, la noche sobreiluminada. Después de todo, subir y bajar es lo mismo,
no depende del sentido ni del esfuerzo, la gravedad es soberana.
Después de todo, uno se cansa de todo.
     Tú, y tú también, y el otro, y vosotros y los demás, me debeís tiempo y oscuridad.
El veneno de vuestra luz en los colmillos paralelos que muerden mi antebrazo.
Ni el rayo ni el estigma, ni el oro fundido ni la suerte echada. Nada me importa.
Después de todo, según lo dicho, nada nos pertenece, todo es prestado.
     Que el Mundo se llama Imperio y pertenece a Craso, es cosa sabida
desde antaño. Lo que sorprende no es esto. Sorprende que Craso
haya guardado espada y escudo y siga venciendo al esclavo porque el esclavo
teme a la muerte y, después de todo, prefiere la jaula a la aventura.

Salvador Alís.
    

    

martes, 22 de septiembre de 2015

VA COM VA

TONTOS, OPORTUNISTAS Y CONFABULADOS.

     TONTOS, OPORTUNISTAS Y CONFABULADOS. 

     Hace muchos años que en la calle me hablan de usted.
Nadie me conoce pero el trato sigue siendo el que conviene.
Mentiras en los ojos y en los ademanes, esto por esto,
palabras por apariencia y respeto por disimulo.
     Al caballo que no tuve, yo tambien le llamé distancia.
Al tonto que me pregunta lo remito a fuente oscura.
Piensa -pues- y estudia, lee, recapacita. Las islas no flotan en el mar
y el mundo no es la esfera ni el mapa de tus descargas.
     Tontos, por definición, más de la mitad de los que somos.
Y oportunistas los mismos.Y los mismos confabulados.
Un ejército de cobardes con pantalones caídos, zapatillas blancas
y dudas existenciales.
     Un día me iré (sin despedirme siquiera).
De menos no van a echarme el tonto ni el oportunista.
Felices ellos que no viajarán a Itaca, que no verán
consumirse las velas (ni entenderán lo que pasa).
     Con las alas del interés y la ignorancia
no se conquistan estos cielos. Nubes sobre nubes son iguales
al estallido no buscado de mi telepatía. Adivino lo que piensas.
Y conozco la respuesta a la pregunta de Aladino.
     El universo, el destino y el mundo no se alojan en tu casa
de alquiler. No se juega el gran futuro en la guardería de tus hijos,
ni tú te juegas la vida con tu vida infiel en bicicleta.
Un trayecto ya trazado (por otros) marcará el camino.
     Ese camino será válido para ti -yo no lo quiero-,
válido para el tonto, el oportunista y los confabulados.
No me hieren vuestros ataques, y vosotros, antes mis ojos,
soldaditos de mentira, tendreís que hablarme de usted.
      Por la edad, por la experiencia, y por la intensidad y la locura,
sé lo que digo y lo que dices, en esta hora y en este dia.
Me debes mi palabra y mi libro, me debes el sabor y el experimento,
el riesgo de ser y hacer y decir lo que pienso y tú no piensas.
     Me debe el ángel sus alas y -al ángel- le debo yo las mías.
Palabras y juegos de palabras. Mentiras y juegos de mentiras.
Un enano en las alturas calibra su mira telescópica y su rifle
que anula y no mata, que se convierte en mina y en muerte.
     Me doy cuenta que hoy hablar, escribir, aventurar y desafiar,
siendo oficios tan comunes, no son lo más deseable.
A mí me importa un carajo lo que otros confabulen.
Yo me voy a otra isla y hago mis planes sin contar con nadie.
     En playas frías me bañaré sin miedo. Bajo las piernas del Coloso,
en un barquito de mierda, sentiré que soy el que no soy, el invisible
que vence cualquier oleaje adverso, el adicto de esta vida
que se contenta con un trago largo y un temblor muy corto.
     Tontos los hay a miles, a millones, ingénuos sin maldad, cándidos
y memos, para dormir y fallar. Y, entremezclados con ellos,
los oportunistas de la noche y del toque, los que dudan y cantan,
los que se muestran pavos reales, los que fingen que se ríen.
     Cítame por la mañana pero duermo por la noche. Duermo
en país ajeno. Duermo apostando tu dinero. Duermo a tu pesar.
Duermo aunque te pese. Nada tengo que hacer, ni pensar,
duermo por lo tanto y tú acatarás mi sueño, y dormirás sin verme.
     Dibujitos de la muerte, sin mayores pretensiones.
Te los ofrezco sin precio, puedes pensar lo que quieras...
A mí no me cuestan nada (pero son míos, yo los hago).
Tu trastorno es mi valor y así me doy por pagado.

Salvador Alís.
      
    
    

     
     




    

martes, 15 de septiembre de 2015

TOREO

TOREO

 

     Una vez al mes voy al supermercado y compro animales o pedazos de animales muertos 
(si están enteros, suelen ser de pequeño tamaño y no se imponen ni asustan), 
envueltos en papel y bolsa de plástico, envasados al vacío, congelados. 
Compro pescados (bacalao, merluza, atún, salmón, pez espada, emperador y bonito), 
más algunas latas de caballa y de anchoas. 
Compro aves (pollo, pavo y pato). 
Compro piezas de ganado (buey, ternera, cordero, cerdo, jabalí y ciervo). 
No como corazones y, contadas veces, hígados y riñones. 
Respecto al hígado tendría que decir que odio el de pollo y que, por sentimiento, 
jamás volveré a comer el de conejo, 
que recuerdo con agrado haber comido el de cerdo y de cordero, 
y que me gusta el foie gras sin abuso. 
No como embutidos, nada que se elabore con sangre. 
Rehuyo la grasa por norma, aunque frente a una panceta ahumada e ibérica, 
o frente a unas buenas lonchas de jamón de bellota, hago excepciones. 
Compro patas de pulpo cocidas, gambas de buen tamaño, mejillones en escabeche, 
huevas de lumpo, sepias y calamares. 
Compro lomo embuchado y cecina de vaca. 
El queso no me vuelve loco, algo de roquefort y algo de parmesano y, 
en ocasiones, cheddar y cabrales. 
Me gusta el yogur de cabra y de oveja, el kéfir, 
los huevos morenos más que los blancos, de gallinas libres a ser posible, 
aunque al comer un huevo no soporto que nadie me recuerde lo que es un huevo. 
No soy vegetariano. Tampoco soy inocente. 
De tanto en cuando voy al mercado y compró almejas y navajas, 
alguna vez rape y rodaballo. 
Desde hace más de diez años no como conejo y nunca lo volveré a comer. 
Pero más de una vez he comido rabo de toro, lo confieso. 
Y tengo un cuerno en mi casa, en un lugar visible, bien expuesto. 
Con los años he ido reduciendo el consumo de carne. 
Pensar en el animal completo es un problema. 
En 20 minutos un niñato ha matado al toro llamado Rompesuelas, en Tordesillas. 
Pero la vida compensa esta muerte y otras muertes, propias y ajenas. 
Valga como ejemplo lo sucedido treinta años atrás, 
cuando un toro Burlero puso en pie a su torero y el espanto brilló en su cara.

Salvador Alís.

Leonard Cohen - Boogie Street

UN TORO PONE EN PIE A UN TORERO

domingo, 13 de septiembre de 2015

AHORA

AHORA

     Cascabeles silenciosos colgados de las orejas.
Un puente en blanco y negro sobre el amanecer no soñado.
Una serpiente de humo ciñendo el pecho
de un suspiro que atraviesa el tiempo desde que anochece.
     Un pequeño gato multicolor bajo la bóveda
que cubre la calle denominada "Pasaje de Marte".
     La muerte dorada y rubia, tan bella del otro lado.
Y esta barca que se hace a la mar anticipando noviembre,
que busca el viento cálido del sur del Mediterráneo,
que ignora la erosión de no dormir y avanza,
como si su destino fuera, contra la isla, contra el volcán.
     Un coloso vigila el paso de este mundo a ese mundo:
columnas en triángulo, olivos verdes, mitos olvidados.
     Hay una rueda girando para que todo vuelva.

     Salvador Alís.

AMANCIO PRADA Y CHICHO SÁNCHEZ FERLOSIO / EL MUNDO QUE YO NO VIVA

MIGRACIONES: DE VIDA EN VIDA

DE VIDA EN VIDA


 "Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
  sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
  sin errar.
  Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
  e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
  descansamos."

  "Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
  y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
  las perdemos.
  Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
  que acaeçen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
  desfallescen." 

  "Los plazeres e dulçores
desta vida trabajada
  que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
  en que caemos.
  Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
  sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta
  no hay lugar. "

   "Tantos duques excelentes,
tantos marqueses e condes
  e varones
como vimos tan potentes,
dí, Muerte, ¿dó los escondes,
  e traspones?
  E las sus claras hazañas
que hizieron en las guerras
  y en las pazes,
cuando tú, cruda, t'ensañas,
con tu fuerça, las atierras
  e desfazes."

   "El vivir qu'es perdurable
non se gana con estados
  mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
  infernales;
  mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
  e con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos e aflicciones
  contra moros." 

Jorge Manrique. Fragmentos de Coplas por la muerte de su padre.



"¡Oh, mundo! Pues que nos matas,
fuera la vida que diste
toda vida;
mas según acá nos tratas,
lo mejor y menos triste
es la partida
de tu vida, tan cubierta
de tristezas, y dolores
muy poblada;
de los bienes tan desierta,
de placeres y dulzores
despojada. 

Es tu comienzo lloroso,
tu salida siempre amarga
y nunca buena,
lo de en medio trabajoso,
y a quien das vida más larga
le das pena.
Así los bienes -muriendo
y con sudor- se procuran
y los das;
los males vienen corriendo;
después de venidos, duran
mucho más."

(Jorge Manrique.)


 

 


lunes, 7 de septiembre de 2015

ARCANGELO CORELLI / LA FOLLIA

DEDOS DE (MIS) ÁRBOLES

     DEDOS DE (MIS) ÁRBOLES

     Dedos de (mis) árboles tocan las cuerdas del viento. Esa música
suena a mis espaldas cuando menos la espero.
     Cada vez que digo una palabra, esa palabra me quema
como la pequeña llama que se resiste a la yema ofuscada
que pretende sofocarla. En este juego de arder y sonar,
brillé un segundo y me apagué, extremo final
de una mecha ya sin cera de una vela olvidada
sobre un mueble vacío.
     ¿Qué soy -me pregunté-, qué he llegado a ser?
No soy el que proyectaba ser, no soy
el que imaginaba que sería, no me parezco a mi deseo.
Pero mi deseo, bajo una capa negra,
vagaba por las calles, evitando las farolas,
cada cuarto de noche y cada media noche y cada noche entera,
cuando nada había comenzado y nada había concluido.
     Exagerado y sentimental, fabulador e irascible,
nada esquivo y a nada me resisto, y dejo que fluya la risa como el agua
y la burla como la espuma del agua.
     Simulaciones y engaños son juegos favoritos, como la música
y el fuego. Dedos de (mis) árboles tocan las cuerdas del viento.
Lo que he llegado a ser es lo que soy:
un escéptico de sus pasiones,
un descreído de los sones y las llamadas del exterior.
     De la esfera cerrada, del horizonte cambiante
y del aire que se agota soy el único responsable; de locuras ajenas
es tanto lo que sé como a la inversa es menos lo que me preocupa.
     Locura, música y destino: palabras que ya cuesta encender
y, cuando arden, brillan un segundo y después se apagan.

Salvador Alís.

    
    

jueves, 3 de septiembre de 2015

¿QUÉ, QUIÉN Y POR QUÉ?

UN NIÑO MUERTO EN LA PLAYA

UN NIÑO MUERTO EN LA PLAYA

     Un periódico llamado EL MUNDO lanza en la mitad de su formato
y en su portada, para los ojos de Nadie y ante mis ojos, la imagen de un niño muerto
sobre una playa. El agua azul y gris de un lado; del otro lado, la arena sucia.
Alguien sobre botas de cuero, de espaldas, manipula una cámara o un móvil.
Impacta, repugna y conmueve esta fotografía, porque el niño
podría ser un muñeco de plástico, y pudiera ser que -siendo real- estuviera dormido.
Y, sin embargo, su pequeña camiseta roja y sus pantaloncitos azules y
sus zapatillas o la suela de sus zapatillas nos dicen que es real y que está muerto.
     El agua de esta playa no se inmuta. La lija de esta arena reduce a polvo los nácares
orgánicos e inorgánicos que aquí llegan y siguen llegando.
     Durante todo el día y gran parte de la noche he pensado
que esta imagen posee una fuerza y una emoción que sobrepasa al MUNDO
y me sobrepasa. Carecen de sentido entonces el gran telescopio y la nave espacial.
No hay otros planetas que descubrir mientras no se descubra este planeta.
     Me rompo la cabeza pensando a dónde ir de vacaciones en Noviembre,
considerando las múltiples limitaciones del pasaporte, el presupuesto,
el tiempo disponible, los enlaces, los compromisos, el miedo y las incomodidades.
Y olvido -pero no quiero olvidarlo- que otros no eligen ni se rompen la cabeza:
se juegan la vida tratando de llegar a Kos, a esa isla donde hace apenas una semana
yo pretendía llegar. EUROPA contempla su impotencia en esta playa.
     Volveré a pensar en el Cíclope y en Circe, en los cerdos y en los corderos.
El más inocente maneja un fusil. Antes del final, aquí lo digo, alguien pagará
por esta imagen y por todo lo demás; lo juro, no habrá piedad ni perdón.
     Un niño muerto en una playa. Un corzo de mayo abatido en un bosque.
No habrá piedad ni perdón. Lo único que me consolaba y daba razón era esto:
niños aún no malogrados, envueltos en sus pequeñas risas y sus pequeños llantos.
Pero no, no me convence ni la teoría, ni el análisis ni el reparto. No se puede
dividir la responsabilidad de ahogar a un niño en una playa cuando acaba el verano
y en las fronteras se muestran cuchillos, y en las fronteras aparecen exoplanetas,
y en las fronteras EUROPA y el MUNDO inundan el mundo
con muñecos de plástico vestidos con camisetas rojas y pantaloncitos azules,
como si la muerte no importase nada, como si no existiera la muerte.
     Un corzo de mayo abatido en un bosque. Un niño de tres años muerto
en una playa como símbolo de la muerte. No habrá piedad ni perdón.
¿Ante qué dios? ¿Ante qué ley? NO HABRÁ PIEDAD NI PERDÓN.

Salvador Alís.

martes, 1 de septiembre de 2015

NAZIM HIKMET / VIVIR

VIVIR


"El vivir no admite bromas.

Has de vivir con toda seriedad,

como una ardilla, por ejemplo;

es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;

es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:

Vivir.

Has de tomar en serio el vivir.

Es decir, hasta tal punto y de tal manera

que aun teniendo los brazos atados a la espalda,

y la espalda pegada al paredón,

o bien llevando grandes gafas

y luciendo bata blanca en un laboratorio,

has de saber morir por los hombres.

Y además por hombres que quizás nunca viste,

y además sin que nadie te obligue a hacerlo,

y además sabiendo que la cosa más real y bella es

Vivir.

Es decir:

has de tomar tan en serio el vivir

que a los setenta años, por ejemplo,

si fuera necesario plantarías olivos

sin pensar que algún día serían para tus hijos;

debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,

no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,

sino porque vivir es tu tarea.



Sucede, por ejemplo,

que estamos muy enfermos;

que hemos de soportar una difícil operación;

que cabe la posibilidad

de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa.

Aunque sea imposible no sentir

la tristeza de partir antes de tiempo,

seguiremos riendo con el último chiste,

mirando por la ventana para ver

si el tiempo sigue lluvioso,

esperando con impaciencia

las últimas noticias de prensa.

Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,

por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.

Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento,

puede caerse cara a tierra, y morir.

Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor,

y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente

por esa guerra que puede durar años y años.

Sucede

que estamos en la cárcel.

Sucede

que nos acercamos

a los cincuenta años,

y que faltan dieciocho más

para ver abrirse las puertas de hierro.

Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera,

con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos,

es decir, con todo el mundo exterior que se halla

tras el muro de nuestros sufrimientos;

es decir: estemos donde estemos

hemos de vivir

como si nunca hubiésemos de morir.



Se enfriará este mundo,

una estrella entre las estrellas;

por otra parte una de las más pequeñas del universo,

es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,

es decir, este inmenso mundo nuestro.

Se enfriará este mundo un día,

algún día se deslizará

en la ciega tiniebla del infinito

-no como una bola de nieve,

no como una nube muerta-,

como una nuez vacía.

Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,

ha de sentirse su tristeza desde ahora,

tanto ha de amarse el mundo en todo instante,

se le ha de amar tan conscientemente que se pueda decir: He vivido."


Nazim Hikmet.