GATÁKIA
El mar no teme al sol que le arranca nubes;
la costa no teme al mar que la devora;
el viejo pesquero no teme a la costa que lo reclama.
La vida no teme a la vida.
Faro sin luz,
columna sin ciervo,
molino sin aspas.
La vida no teme a la vida.
Dos jóvenes felinos de fuego como guías
en el ascenso al imponente castillo;
tras los muros principales, el abismo;
azules ambos extremos, inalcanzables ambos.
La vida no teme a la vida.
El ojo en el árbol,
la noche en la piedra,
la sombra en la sombra.
La vida no teme a la vida.
Salvador Alís (Kolympia, 6 - XI - 2015).
No hay comentarios:
Publicar un comentario