Fotografía de Danièle Guy. París. 29 de abril de 2008. |
lunes, 31 de marzo de 2014
LA VIDA AL REVÉS
LA VIDA AL REVÉS
Un cangrejo, de repente, se para, se da la vuelta y comienza a correr
Y, para complicar las cosas, en cualquier momento se pone a nevar
Se cambia el sentido del paso, los uniformes relucen, se va a otra parte
En las cartas de la baraja siempre corazones
Dispuesto a aceptar el abandono, dispuesto a aceptar el reto
El sueño del pintor es disponer de un antiguo manicomio, las ruinas de un manicomio, un lugar donde Elvis cantara sin peluca y Napoleón enseñara las dos manos
Un grupo salvaje de nuestros días no se iba a contentar con monedas falsas
Un ron Havana-Club a esta hora de la mañana
Una lista de libros para un joven amigo y lector. ¿Por dónde empezar? El mundo al revés:
1. La afirmación / Cristopher Priest
2. La cabeza de la hidra / Carlos Fuentes
3. Plan de evasión / Adolfo Bioy Casares
4. El lugar, Mario Levrero
5. Tiempo Cero, Italo Calvino
6. Un bárbaro en Asia, Henri Michaux
7. El hueco que deja el diablo, Alexander Kluge
8. La filosofía en el tocador, Marqués de Sade
9. Corrección, Thomas Bernhard
10. El castillo, Franz Kafka
Estos son diez libros que te pueden cambiar la vida, si los lees con atención, pero si de tu preferencia fueran los juegos de azar y las apuestas ten por seguro que perderías
Las cartas sobre la mesa. Mis cartas boca-arriba
Se desmonta y se monta la pistola para adquirir experiencia
Días de tiro al blanco
Diana acribillada
Las hojas de la primavera se visten de negro. La Tour Eiffel cumple 125 años
Salvador Alís.
Un cangrejo, de repente, se para, se da la vuelta y comienza a correr
Y, para complicar las cosas, en cualquier momento se pone a nevar
Se cambia el sentido del paso, los uniformes relucen, se va a otra parte
En las cartas de la baraja siempre corazones
Dispuesto a aceptar el abandono, dispuesto a aceptar el reto
El sueño del pintor es disponer de un antiguo manicomio, las ruinas de un manicomio, un lugar donde Elvis cantara sin peluca y Napoleón enseñara las dos manos
Un grupo salvaje de nuestros días no se iba a contentar con monedas falsas
Un ron Havana-Club a esta hora de la mañana
Una lista de libros para un joven amigo y lector. ¿Por dónde empezar? El mundo al revés:
1. La afirmación / Cristopher Priest
2. La cabeza de la hidra / Carlos Fuentes
3. Plan de evasión / Adolfo Bioy Casares
4. El lugar, Mario Levrero
5. Tiempo Cero, Italo Calvino
6. Un bárbaro en Asia, Henri Michaux
7. El hueco que deja el diablo, Alexander Kluge
8. La filosofía en el tocador, Marqués de Sade
9. Corrección, Thomas Bernhard
10. El castillo, Franz Kafka
Estos son diez libros que te pueden cambiar la vida, si los lees con atención, pero si de tu preferencia fueran los juegos de azar y las apuestas ten por seguro que perderías
Las cartas sobre la mesa. Mis cartas boca-arriba
Se desmonta y se monta la pistola para adquirir experiencia
Días de tiro al blanco
Diana acribillada
Las hojas de la primavera se visten de negro. La Tour Eiffel cumple 125 años
Salvador Alís.
SE ACERCA EL VERANO
SE ACERCA EL VERANO
Un águila en un círculo, oro y azul. Y ese círculo en el agua, y el agua en la noche
Formas de lo indiscriptible, de lo que sólo puede ser mostrado de manera indirecta
Ella hace la maleta. Las gatas la echarán de menos
Ahora es cuando el lector-escritor quisiera traer aquí palabras de amor
Una música en el fondo, tan lejana
El mismo paisaje cambiante y cotidiano, la comprensión y la incomprensión
Y tener que vivir dos vidas, la falsa y la verdadera
Se olvidan letras al leer y al escribir, se pierden árboles en el trayecto acelerado
Se va hacia el paraíso y, al llegar, no hay nada
Entonces se da uno cuenta de que el paraíso era el trayecto
Se pierden letras y acentos, se trastocan palabras, se incurre en faltas de ortografía
Se matan hormigas en la fila de hormigas, se desvían a otras de su camino, se las cuenta y se las corrige y se las amontona como si fueran palabras
Se acerca el verano
Piensa el pintor que no acabará nunca el cuadro. Por exceso de colores
En los pensamientos está la hija, los vecinos, las gatas blancas y la carey
La mujer que hace la maleta y su fotografía de hace 40 años. En blanco y negro
En otras fotografías de colores, aparecen la mujer y la hija, juntas y separadas
En los pensamientos están los hermanos y uno mismo, los dibujos por desembalar y por hacer
Se pierden días de vacaciones y se ganan noches. Nada se explica
La ruleta no para de girar junto a la noria y la ola
Un proyectil atravesando en círculos casillas pintadas de oro y de azul
Sentadas sobre el águila, vuelan la mujer y la hija. En sus ojos de pájaro, la tierra está cubierta por completo con fotografías en color
Se sube más alto y los colores se transforman en campos negros y blancos
Para el jugador de ajedrez, la última partida está ganada
Se acerca otro verano, tan lejos del primero
El verano final en el mar que las fotografías no cubren
La música de fondo se va acercando y toma posiciones
Una orquesta que, a veces, permite a uno de sus músicos tocar a solas su instrumento
Ahora un piano, un violín, un clarinete, un contrabajo, una trompeta, unos platos
La gata cuyo pelaje recuerda al bronce y al carbón
También se piensa en ella, en amigos y compañeros, en los habitantes del barrio, en los viajeros desconocidos
Se piensa en todo ello de pie en la cocina. Afuera aulla un perro
Escribe el escritor una carta para ninguna maleta. Una carta para ellas, gatas, mujeres, viajeras
Y entonces se impone una pausa, algunos puntos suspensivos
.............................................................................................
El deseo de hacer cambios en la casa, la necesidad de trasladar al exterior lo que está pasando en el interior
Los eslabones de una cadena que puede encadenar
Una pintura sobre papel que será el esbozo de una tabla que marcará la piel. Un tatuaje
Gatas desnudas. Mujeres de pelaje de marfil y de miel
La cabeza de un gato negro en una nube que tiene el perfil de una cabeza, de mayor tamaño, de una gata blanca que contiene la cabeza de un gato negro
A la mujer que hace la maleta se le dejan hojas escritas para que no pierda este árbol
Se le desea suerte, se le dibuja un beso
A la mujer y a la hija, cuando se acerca el verano
Cuando en el cielo se ve brillando una estrella amarilla
Salvador Alís.
Un águila en un círculo, oro y azul. Y ese círculo en el agua, y el agua en la noche
Formas de lo indiscriptible, de lo que sólo puede ser mostrado de manera indirecta
Ella hace la maleta. Las gatas la echarán de menos
Ahora es cuando el lector-escritor quisiera traer aquí palabras de amor
Una música en el fondo, tan lejana
El mismo paisaje cambiante y cotidiano, la comprensión y la incomprensión
Y tener que vivir dos vidas, la falsa y la verdadera
Se olvidan letras al leer y al escribir, se pierden árboles en el trayecto acelerado
Se va hacia el paraíso y, al llegar, no hay nada
Entonces se da uno cuenta de que el paraíso era el trayecto
Se pierden letras y acentos, se trastocan palabras, se incurre en faltas de ortografía
Se matan hormigas en la fila de hormigas, se desvían a otras de su camino, se las cuenta y se las corrige y se las amontona como si fueran palabras
Se acerca el verano
Piensa el pintor que no acabará nunca el cuadro. Por exceso de colores
En los pensamientos está la hija, los vecinos, las gatas blancas y la carey
La mujer que hace la maleta y su fotografía de hace 40 años. En blanco y negro
En otras fotografías de colores, aparecen la mujer y la hija, juntas y separadas
En los pensamientos están los hermanos y uno mismo, los dibujos por desembalar y por hacer
Se pierden días de vacaciones y se ganan noches. Nada se explica
La ruleta no para de girar junto a la noria y la ola
Un proyectil atravesando en círculos casillas pintadas de oro y de azul
Sentadas sobre el águila, vuelan la mujer y la hija. En sus ojos de pájaro, la tierra está cubierta por completo con fotografías en color
Se sube más alto y los colores se transforman en campos negros y blancos
Para el jugador de ajedrez, la última partida está ganada
Se acerca otro verano, tan lejos del primero
El verano final en el mar que las fotografías no cubren
La música de fondo se va acercando y toma posiciones
Una orquesta que, a veces, permite a uno de sus músicos tocar a solas su instrumento
Ahora un piano, un violín, un clarinete, un contrabajo, una trompeta, unos platos
La gata cuyo pelaje recuerda al bronce y al carbón
También se piensa en ella, en amigos y compañeros, en los habitantes del barrio, en los viajeros desconocidos
Se piensa en todo ello de pie en la cocina. Afuera aulla un perro
Escribe el escritor una carta para ninguna maleta. Una carta para ellas, gatas, mujeres, viajeras
Y entonces se impone una pausa, algunos puntos suspensivos
.............................................................................................
El deseo de hacer cambios en la casa, la necesidad de trasladar al exterior lo que está pasando en el interior
Los eslabones de una cadena que puede encadenar
Una pintura sobre papel que será el esbozo de una tabla que marcará la piel. Un tatuaje
Gatas desnudas. Mujeres de pelaje de marfil y de miel
La cabeza de un gato negro en una nube que tiene el perfil de una cabeza, de mayor tamaño, de una gata blanca que contiene la cabeza de un gato negro
A la mujer que hace la maleta se le dejan hojas escritas para que no pierda este árbol
Se le desea suerte, se le dibuja un beso
A la mujer y a la hija, cuando se acerca el verano
Cuando en el cielo se ve brillando una estrella amarilla
Salvador Alís.
sábado, 29 de marzo de 2014
DON QUIJOTE Y SANCHO - ANTE LA MUERTE
DON QUIJOTE Y SANCHO - ANTE LA MUERTE
Tal vez en un momento de descanso, en una pausa entre sus correrías o aventuras, don Quijote y Sancho tuvieran la oportunidad de hablar sobre la muerte, tema capital y transcendente para ellos y para el resto de los mortales
- Un buen día, mi buen Sancho, yo moriré y tú morirás, y aunque nos fuera permitido elegir, las cosas sucederían de algún modo
( El lector confesará que no ha leído tal obra, y que no sabe a ciencia cierta si esta conversación tuvo lugar en la realidad o en la imaginación de su autor
- No seáis agorero, mi señor, no mentéis a la Parca. Pues nada bueno pueden procurarnos estos pensamientos
- Nada bueno, dices, y sin embargo la mayoría de los hombres son infelices en cuanto evitan, por cobardía, considerar el hecho inevitable de morir. Mejor entender y estar presto que negar lo que, aun sin su consentimiento, habrá de suceder
- Si yo creyera que mi montura puede morir aquí o más adelante, sin llegar a su término, tened por seguro que no la montaría tranquilo. De manera que, si yo mismo temiese morir hoy, seguro que encaminaría mis pasos hacia una posada, pediría algún guiso contundente, la mayor jarra de vino y la moza mejor dispuesta para hacerme el trago placentero
- De acuerdo entonces, mi buen amigo, esa sería tu pretensión, mas sólo si supieras la hora fatal del desenlace. Pero tú, al igual que yo, morirás cuando no suene la campana, cuando el reloj no marque la hora, cuando tu proyecto y tu camino avancen o estén avanzados
(El lector pensará, no sin fundamento, que don Quijote y Sancho son dos proyecciones del autor
- Señor don Quijote: ningún reloj de sol puede darnos la hora en esta noche y, en mi humilde entendimiento, sé que todavía no se ha logrado descifrar el reloj de las estrellas. El fuego de leña arde sin que el viento lo moleste. ¿Por qué dar vueltas en la oscuridad cuando deberíamos dormir y recobrar las fuerzas
- Si yo muriera antes del alba, ¿qué harías tú al descubrirlo
- Si ese percance llegara a suceder, os enterraría al pie de esta encina con mis propias manos, y con ellas mismas ataría dos palos en cruz para señalar y proteger vuestro sitio
- Al pie de esta encina, Sancho, un día u otro, un perro inquieto o un cerdo husmeador excavarían mi tumba para dejar mis huesos a la intemperie
- ¿Qué sugerís entonces
- Mejor hecha más leña al fuego, mi fiel Sancho, y que las llamas se ocupen de los cuerpos
- ¿Y vuestra alma? ¿Qué será de vuestra alma
- No te preocupes por ella, ni por las nuestras. Son asunto del que imagina y nos describe
- Sin una inscripción en la cruz, sin una lápida, sin un lugar señalado donde llevar las flores
- Las últimas palabras ya están escritas, las flores serán recuerdos, el lugar señalado está en todas partes y en ninguna
- Con todo los respetos, Señor, vos pecáis de fantasía, pero yo quisiera ser más prudente. Si alguna de estas noches de travesura sintiera o presintiera yo que la muerte me estuviera rondando, mejor acabar con mi vida de la forma más pronta y más propicia y con menor sufrimiento
- Serías, pues, considerado un suicida
- Las apelaciones post-mortem, mi Señor, como sin duda podréis adivinar, hacia mi persona o mis actos, en muy poco habrían de importarme
- Se hace tarde Sancho, y el sueño nos espera. En una de tantas páginas de mis lecturas, has de saber que alguien escribió estas palabras indelebles:
"El suicida es el prisionero que ve levantar un patíbulo en el patio de la prisión, cree erróneamente que está destinado a él, se escapa esa noche de su celda, baja y se ahorca él mismo." *
- Mis ojos se cierran, las llamas enpequeñecen. Si mi Señor don Quijote muere antes que yo, por su propia mano o por la ajena, yo me ocuparé de vos. Y espero que, si al contrario, vos os ocupéis de mí
Duerme, Sancho, si el sueño te reclama. Y para dormirte, quedamente te recitaré las palabras de otro sabio:
"La hormiga nada sabe de epidemias ni de todas nuestras enfermedades. No se nota cuando está muerta, tan fácilmente puede resucitar. A este respecto (se han realizado) experimentos bastante crueles pero concluyentes. De siete hormigas que había(n) dejado durante ocho días bajo el agua, cuatro volvieron a la vida. A otras (se) las hizo ayunar y no (se) les dio sino un poquito de agua en una esponja esterilizada. Nueve ejemplares de Formica subsericea resistieron la prueba entre setenta y ciento seis días. Entre los numerosos ejemplares de laboratorio se dieron sólo tres casos de canibalismo, y los días 20, 35, 62 y 70 del ayuno, unas cuantas hormigas, medio muertas de hambre, lograron llevar una gota de miel a sus compañeras, cuyo estado era a todas luces desesperado.
Las hormigas sólo son sensibles al frío. Si bien no mueren a causa de él, permanecen dormidas en un estado de inmovilidad gracias al cual ahorran energía y aguardan tranquilamente el regreso del sol." **
* Franz Kafka, Cuadernos en octavo, Madrid, 2005, Alianza Editorial, pág.: 67.
** Elias Canetti, Libro de los muertos, Barcelona, 2010, Galaxia Gutemberg, págs.: 19 y 20.
Salvador Alís.
Tal vez en un momento de descanso, en una pausa entre sus correrías o aventuras, don Quijote y Sancho tuvieran la oportunidad de hablar sobre la muerte, tema capital y transcendente para ellos y para el resto de los mortales
- Un buen día, mi buen Sancho, yo moriré y tú morirás, y aunque nos fuera permitido elegir, las cosas sucederían de algún modo
( El lector confesará que no ha leído tal obra, y que no sabe a ciencia cierta si esta conversación tuvo lugar en la realidad o en la imaginación de su autor
- No seáis agorero, mi señor, no mentéis a la Parca. Pues nada bueno pueden procurarnos estos pensamientos
- Nada bueno, dices, y sin embargo la mayoría de los hombres son infelices en cuanto evitan, por cobardía, considerar el hecho inevitable de morir. Mejor entender y estar presto que negar lo que, aun sin su consentimiento, habrá de suceder
- Si yo creyera que mi montura puede morir aquí o más adelante, sin llegar a su término, tened por seguro que no la montaría tranquilo. De manera que, si yo mismo temiese morir hoy, seguro que encaminaría mis pasos hacia una posada, pediría algún guiso contundente, la mayor jarra de vino y la moza mejor dispuesta para hacerme el trago placentero
- De acuerdo entonces, mi buen amigo, esa sería tu pretensión, mas sólo si supieras la hora fatal del desenlace. Pero tú, al igual que yo, morirás cuando no suene la campana, cuando el reloj no marque la hora, cuando tu proyecto y tu camino avancen o estén avanzados
(El lector pensará, no sin fundamento, que don Quijote y Sancho son dos proyecciones del autor
- Señor don Quijote: ningún reloj de sol puede darnos la hora en esta noche y, en mi humilde entendimiento, sé que todavía no se ha logrado descifrar el reloj de las estrellas. El fuego de leña arde sin que el viento lo moleste. ¿Por qué dar vueltas en la oscuridad cuando deberíamos dormir y recobrar las fuerzas
- Si yo muriera antes del alba, ¿qué harías tú al descubrirlo
- Si ese percance llegara a suceder, os enterraría al pie de esta encina con mis propias manos, y con ellas mismas ataría dos palos en cruz para señalar y proteger vuestro sitio
- Al pie de esta encina, Sancho, un día u otro, un perro inquieto o un cerdo husmeador excavarían mi tumba para dejar mis huesos a la intemperie
- ¿Qué sugerís entonces
- Mejor hecha más leña al fuego, mi fiel Sancho, y que las llamas se ocupen de los cuerpos
- ¿Y vuestra alma? ¿Qué será de vuestra alma
- No te preocupes por ella, ni por las nuestras. Son asunto del que imagina y nos describe
- Sin una inscripción en la cruz, sin una lápida, sin un lugar señalado donde llevar las flores
- Las últimas palabras ya están escritas, las flores serán recuerdos, el lugar señalado está en todas partes y en ninguna
- Con todo los respetos, Señor, vos pecáis de fantasía, pero yo quisiera ser más prudente. Si alguna de estas noches de travesura sintiera o presintiera yo que la muerte me estuviera rondando, mejor acabar con mi vida de la forma más pronta y más propicia y con menor sufrimiento
- Serías, pues, considerado un suicida
- Las apelaciones post-mortem, mi Señor, como sin duda podréis adivinar, hacia mi persona o mis actos, en muy poco habrían de importarme
- Se hace tarde Sancho, y el sueño nos espera. En una de tantas páginas de mis lecturas, has de saber que alguien escribió estas palabras indelebles:
"El suicida es el prisionero que ve levantar un patíbulo en el patio de la prisión, cree erróneamente que está destinado a él, se escapa esa noche de su celda, baja y se ahorca él mismo." *
- Mis ojos se cierran, las llamas enpequeñecen. Si mi Señor don Quijote muere antes que yo, por su propia mano o por la ajena, yo me ocuparé de vos. Y espero que, si al contrario, vos os ocupéis de mí
Duerme, Sancho, si el sueño te reclama. Y para dormirte, quedamente te recitaré las palabras de otro sabio:
"La hormiga nada sabe de epidemias ni de todas nuestras enfermedades. No se nota cuando está muerta, tan fácilmente puede resucitar. A este respecto (se han realizado) experimentos bastante crueles pero concluyentes. De siete hormigas que había(n) dejado durante ocho días bajo el agua, cuatro volvieron a la vida. A otras (se) las hizo ayunar y no (se) les dio sino un poquito de agua en una esponja esterilizada. Nueve ejemplares de Formica subsericea resistieron la prueba entre setenta y ciento seis días. Entre los numerosos ejemplares de laboratorio se dieron sólo tres casos de canibalismo, y los días 20, 35, 62 y 70 del ayuno, unas cuantas hormigas, medio muertas de hambre, lograron llevar una gota de miel a sus compañeras, cuyo estado era a todas luces desesperado.
Las hormigas sólo son sensibles al frío. Si bien no mueren a causa de él, permanecen dormidas en un estado de inmovilidad gracias al cual ahorran energía y aguardan tranquilamente el regreso del sol." **
* Franz Kafka, Cuadernos en octavo, Madrid, 2005, Alianza Editorial, pág.: 67.
** Elias Canetti, Libro de los muertos, Barcelona, 2010, Galaxia Gutemberg, págs.: 19 y 20.
Salvador Alís.
jueves, 27 de marzo de 2014
EN ESTA ISLA
EN ESTA ISLA
Cada uno de los vídeos musicales que se incluyen en Dias Volando ha sido visto y escuchado por mí al menos 100 veces
De ahí que pida a otros oyentes y visionarios: pantalla completa y máximo volumen
Para dar una respuesta, copio a continuación unas líneas de LA INCONSISTENCIA (4 de marzo de 2014): "La muerte es la inconsistencia de un sistema cerrado. La lógica interna no es capaz de mantener íntegra su estructura / Ayer, 3 de marzo de 2014, se cumplieron 8 años desde que el sistema cerrado llamado M. colapsó / Los días 2 y 3 y 4 de marzo de 2014 (y quizá durante algunos días más), el pintor oscuro pintará una cabeza de gato multicolor
Aquel 3 de marzo, en efecto, después de entrerrar a la madre, se sacrificó al gato. El gato se llamaba Manolito
8 años más tarde, el pintor se enfrenta cada noche al retrato de Manolito
La madre vuelve con el hijo. Se deshace el viaje. El tiempo no cuenta
Un hermano en Sicilia y el otro ante su tendón de Aquiles
A la tortuga se le concede cierta ventaja
Cada noche, la música
Cada noche se escucha y se analiza en detalle lo que otros dicen y lo que hacen
Piscinas hubo hasta el hartazgo
El ángel protector salta desde sus trampolines imaginarios
Deambulan locos por las calles. ¿Cómo descartar que él no esté loco
La madre murió (en los brazos del hermano) el uno de marzo
Murió el padre en los brazos del hermano
¿Morirá el hermano en los brazos del hermano? Algo te dice que tú escribirás palabras en la lápida de tu hermano
¿Quién escribirá palabras en tu lápida? Alejándose tus restos-cenizas por el cielo de ese día, un bosque a tus espaldas, el mar al frente
¿Y si el hermano esparciera tus restos
En esta isla
La lectura de Paisajes después de la batalla te descubre las afinidades y los menosprecios
La música es el aliento de un dios, el latido de un corazón
Te reconforta hablar con tu hermano, compartir con él fechas y lances
A él se le dedican ciertas canciones, se le dedican segundos y minutos y hasta horas
No se sabe cómo agradecer su magisterio
Se quiere todo a su alrededor: su casa, su terraza, su habitación de dos camas, su botella de vino, su hospitalidad y su serenidad
Y la presencia de C. Y su equilibrio
¿Y qué decir del otro hermano, despojado de sus patines de esquiar
¿Y qué decir de A. tan fiel a las noches y al hermano
A lo largo de la historia hubo música y hubo llanto. Tan sólo se pide pantalla completa y máximo volumen
La copa de vino se llena con su dosis de desmemoria y de homenaje
Y estas simples notas, nocturnas y mariguánicas, que se aproximan a su final
El hermano las lee sin llegar a la comprensión. No es tan difícil, si piensas un poco en mi historia
Lolita, en primer lugar, busca su masaje y sus palabras de amor. Y luego Sombra, y luego Nube
Cada una de ellas sus quince minutos de amor
Se les ama con un amor sin condiciones. Y así se quiere amar a los hermanos. Pero los hermanos no son gatos. Interactúan como hombres
Tu historia aún no está cerrada
Nacen sobrinos-nietos. Esparce la vida sus semillas. En la familia, algunos se enamoran y otros aborrecen
Persona extraña vive en la casa del terror. Ni siquiera una linterna apacigua tu miedo. Cuelgan de una viga dos anillas de hierro
El siguiente vídeo musical se dedica a los hermanos, a las cuñadas, a los sobrinos
Cada uno de los vídeos musicales que se incluyen en Dias Volando ha sido visto y escuchado por mí al menos 100 veces
De ahí que pida a otros oyentes y visionarios: pantalla completa y máximo volumen
La botella estará medio llena o medio vacía
Aquiles alcanzará o no alcanzará a la tortuga
El tiempo pasa
"Cierra los ojos y abre el corazón". No acaba aquí este consejo
Salvador Alís.
Cada uno de los vídeos musicales que se incluyen en Dias Volando ha sido visto y escuchado por mí al menos 100 veces
De ahí que pida a otros oyentes y visionarios: pantalla completa y máximo volumen
Para dar una respuesta, copio a continuación unas líneas de LA INCONSISTENCIA (4 de marzo de 2014): "La muerte es la inconsistencia de un sistema cerrado. La lógica interna no es capaz de mantener íntegra su estructura / Ayer, 3 de marzo de 2014, se cumplieron 8 años desde que el sistema cerrado llamado M. colapsó / Los días 2 y 3 y 4 de marzo de 2014 (y quizá durante algunos días más), el pintor oscuro pintará una cabeza de gato multicolor
Aquel 3 de marzo, en efecto, después de entrerrar a la madre, se sacrificó al gato. El gato se llamaba Manolito
8 años más tarde, el pintor se enfrenta cada noche al retrato de Manolito
La madre vuelve con el hijo. Se deshace el viaje. El tiempo no cuenta
Un hermano en Sicilia y el otro ante su tendón de Aquiles
A la tortuga se le concede cierta ventaja
Cada noche, la música
Cada noche se escucha y se analiza en detalle lo que otros dicen y lo que hacen
Piscinas hubo hasta el hartazgo
El ángel protector salta desde sus trampolines imaginarios
Deambulan locos por las calles. ¿Cómo descartar que él no esté loco
La madre murió (en los brazos del hermano) el uno de marzo
Murió el padre en los brazos del hermano
¿Morirá el hermano en los brazos del hermano? Algo te dice que tú escribirás palabras en la lápida de tu hermano
¿Quién escribirá palabras en tu lápida? Alejándose tus restos-cenizas por el cielo de ese día, un bosque a tus espaldas, el mar al frente
¿Y si el hermano esparciera tus restos
En esta isla
La lectura de Paisajes después de la batalla te descubre las afinidades y los menosprecios
La música es el aliento de un dios, el latido de un corazón
Te reconforta hablar con tu hermano, compartir con él fechas y lances
A él se le dedican ciertas canciones, se le dedican segundos y minutos y hasta horas
No se sabe cómo agradecer su magisterio
Se quiere todo a su alrededor: su casa, su terraza, su habitación de dos camas, su botella de vino, su hospitalidad y su serenidad
Y la presencia de C. Y su equilibrio
¿Y qué decir del otro hermano, despojado de sus patines de esquiar
¿Y qué decir de A. tan fiel a las noches y al hermano
A lo largo de la historia hubo música y hubo llanto. Tan sólo se pide pantalla completa y máximo volumen
La copa de vino se llena con su dosis de desmemoria y de homenaje
Y estas simples notas, nocturnas y mariguánicas, que se aproximan a su final
El hermano las lee sin llegar a la comprensión. No es tan difícil, si piensas un poco en mi historia
Lolita, en primer lugar, busca su masaje y sus palabras de amor. Y luego Sombra, y luego Nube
Cada una de ellas sus quince minutos de amor
Se les ama con un amor sin condiciones. Y así se quiere amar a los hermanos. Pero los hermanos no son gatos. Interactúan como hombres
Tu historia aún no está cerrada
Nacen sobrinos-nietos. Esparce la vida sus semillas. En la familia, algunos se enamoran y otros aborrecen
Persona extraña vive en la casa del terror. Ni siquiera una linterna apacigua tu miedo. Cuelgan de una viga dos anillas de hierro
El siguiente vídeo musical se dedica a los hermanos, a las cuñadas, a los sobrinos
Cada uno de los vídeos musicales que se incluyen en Dias Volando ha sido visto y escuchado por mí al menos 100 veces
De ahí que pida a otros oyentes y visionarios: pantalla completa y máximo volumen
La botella estará medio llena o medio vacía
Aquiles alcanzará o no alcanzará a la tortuga
El tiempo pasa
"Cierra los ojos y abre el corazón". No acaba aquí este consejo
Salvador Alís.
EL HERMANO / LOS HERMANOS
EL HERMANO / LOS HERMANOS
Ocupó en primer lugar el lugar que tú ocuparías más tarde. Hizo el hueco
Abrió la puerta por primera vez (sin contar una salida previa precipitada
Allanó el camino
En tu primer recuerdo lo ves como un gigante, te lleva sentado sobre los hombros, tus lágrimas se han secado
Después te abrazas a su cintura, pero es él quien conduce la motocicleta. La velocidad no te asusta. Te lleva a lugares desconocidos. Te lleva a la aventura
Él conducía el primer automóvil. ¿Un Renault Ondine, un Fiat 500
Y la primera caricia de su novia, una jovencita todo amor
El hermano rescata de las aguas al hermano. Le enseña a nadar
Se pierde el miedo al río, al mar, a la piscina
Pero nunca saltarás desde el trampolín donde tu hermano hace el salto del ángel
Una moneda pasa de mano en mano. Algunos estantes de libros son accesibles
Te interesas por una desbaratada colección de sellos. Y más tarde vuelan las postales
Al hermano que se duerme en el cine hay que empujarlo por las escaleras
Recuerdas la primera conversación de hombre a hombre bajo los viejos árboles de San Luis
Recuerdas la primera motocicleta que tú pilotaste, saltando desde la carretera varios metros por el aire y aterrizando en tierra labrada
Aquella noche de verano en la fiesta en la piscina
Tu jovencita rubia todo amor, sin miedo al mar
El hermano que sube las escaleras y aguarda en la sombra
Llevar en tus brazos a la hija de tu hermano, jugar al escondite con ella y con su hermano
La casa tiene muchos huecos, puertas y lugares estratégicos
Se suben escaleras, se leen libros. A ves incluso se toman fotografías
Se despegan los sellos de los sobres y se coleccionan, multiplicando así el mundo
Recuerdas algunos ejemplares de una edición de tebeos titulada Mundo Futuro
Al poco de sacar la motocicleta de tierra labrada, cuando ya habías conseguido descender las cuestas y las curvas, aparece una linterna
Como en una pintura de Magritte: dos guardias armados y con uniformes verdes, un automóvil viejo pero solvente y, en último plano, el que allanó el camino
Del hermano se hereda la gabardina. También una gorra verde
Se tienen hermanos, una familia
Al parecer la sangre es parecida, y con la edad se igualan las arrugas, las manchas, las cicatrices
Tu jovencita rubia toda la noche abrazada a ti, sin miedo al sol
El fantasma se pasea cada noche por la casa llena de huecos, puertas y lugares estratégicos
Mas no sabemos si el fantasma es el mismo cada noche
Recuerdas que él te levantó el castigo. Encerrado en la habitación de los muertos, él vino en tu rescate. Te llevó en brazos hasta la mesa, te restituyó a tu lugar
Aquel castigo se mereció por tu primer hurto. Quizá más adelante convendría decir "robo". Tu ídolo entonces era Fantômas
También el hermano tuvo su novia: una jovencita morena que posa en blanco y negro con su cara de muñeca y su actitud de modelo
De tu hermano recuerdas su camisa de colores y su fugaz parecido con Elvis, sus medallas, sus brújulas y sus cronómetros
En la cúspide de la montaña y a los pies del cerezo
El dolor y el amor de los hermanos. Se perdonan las ofensas, se envejece, y uno quiere irse liviano y tranquilo, y otro no quiere irse, y otro se despide a su modo
Salvador Alís.
Ocupó en primer lugar el lugar que tú ocuparías más tarde. Hizo el hueco
Abrió la puerta por primera vez (sin contar una salida previa precipitada
Allanó el camino
En tu primer recuerdo lo ves como un gigante, te lleva sentado sobre los hombros, tus lágrimas se han secado
Después te abrazas a su cintura, pero es él quien conduce la motocicleta. La velocidad no te asusta. Te lleva a lugares desconocidos. Te lleva a la aventura
Él conducía el primer automóvil. ¿Un Renault Ondine, un Fiat 500
Y la primera caricia de su novia, una jovencita todo amor
El hermano rescata de las aguas al hermano. Le enseña a nadar
Se pierde el miedo al río, al mar, a la piscina
Pero nunca saltarás desde el trampolín donde tu hermano hace el salto del ángel
Una moneda pasa de mano en mano. Algunos estantes de libros son accesibles
Te interesas por una desbaratada colección de sellos. Y más tarde vuelan las postales
Al hermano que se duerme en el cine hay que empujarlo por las escaleras
Recuerdas la primera conversación de hombre a hombre bajo los viejos árboles de San Luis
Recuerdas la primera motocicleta que tú pilotaste, saltando desde la carretera varios metros por el aire y aterrizando en tierra labrada
Aquella noche de verano en la fiesta en la piscina
Tu jovencita rubia todo amor, sin miedo al mar
El hermano que sube las escaleras y aguarda en la sombra
Llevar en tus brazos a la hija de tu hermano, jugar al escondite con ella y con su hermano
La casa tiene muchos huecos, puertas y lugares estratégicos
Se suben escaleras, se leen libros. A ves incluso se toman fotografías
Se despegan los sellos de los sobres y se coleccionan, multiplicando así el mundo
Recuerdas algunos ejemplares de una edición de tebeos titulada Mundo Futuro
Al poco de sacar la motocicleta de tierra labrada, cuando ya habías conseguido descender las cuestas y las curvas, aparece una linterna
Como en una pintura de Magritte: dos guardias armados y con uniformes verdes, un automóvil viejo pero solvente y, en último plano, el que allanó el camino
Del hermano se hereda la gabardina. También una gorra verde
Se tienen hermanos, una familia
Al parecer la sangre es parecida, y con la edad se igualan las arrugas, las manchas, las cicatrices
Tu jovencita rubia toda la noche abrazada a ti, sin miedo al sol
El fantasma se pasea cada noche por la casa llena de huecos, puertas y lugares estratégicos
Mas no sabemos si el fantasma es el mismo cada noche
Recuerdas que él te levantó el castigo. Encerrado en la habitación de los muertos, él vino en tu rescate. Te llevó en brazos hasta la mesa, te restituyó a tu lugar
Aquel castigo se mereció por tu primer hurto. Quizá más adelante convendría decir "robo". Tu ídolo entonces era Fantômas
También el hermano tuvo su novia: una jovencita morena que posa en blanco y negro con su cara de muñeca y su actitud de modelo
De tu hermano recuerdas su camisa de colores y su fugaz parecido con Elvis, sus medallas, sus brújulas y sus cronómetros
En la cúspide de la montaña y a los pies del cerezo
El dolor y el amor de los hermanos. Se perdonan las ofensas, se envejece, y uno quiere irse liviano y tranquilo, y otro no quiere irse, y otro se despide a su modo
Salvador Alís.
miércoles, 26 de marzo de 2014
ALGUNAS NOCHES HAY SUEÑOS
ALGUNAS NOCHES HAY SUEÑOS
Qué hermosa es la lluvia y el cielo. Y las nubes de las que cae la lluvia en esta noche del 26 de marzo de 2014
Hay momentos de felicidad, de satisfacción, y otros momentos de agobio
El corazón no late a un ritmo regular
Algunas noches hay sueños
Se duermen cinco horas, con suerte siete
El cesto de las botellas se llena y se vacía
Los días volando en el ordenador, los proyectos
Lolita observa como apagas las diminutas brasas de la colilla en el cenicero de cristal
La boca, con sus dientes transparentes y su lengua sucia, la botella vacía, el cenicero
Qué hermoso es el frío y la lluvia. Y los vientos que transportan el frío en esta noche
La energía del cuerpo, la fuerza de voluntad
Con el primer vaso de agua se produce satisfacción, felicidad. Con el primer temblor aparece el agobio
El cuerpo comienza a manifestarse. Lo que antes era tan sólo sensación acaba en hechos consumados
Con el segundo vaso de agua se apacigua la sed
Diminutas brasas en el cenicero. En la nevera gris con puertas de aluminio: las frutas
De vez en cuando apetece una, y se alternan las frutas con los cigarrillos, con las copas de vino, con la observación de las estrellas
Si una fruta ocupa todo un plato no requiere de otras frutas, se aisla en su ocupación
El corazón no late al tiempo del corazón
Se duerme pocas horas y se retrasa el viaje
Por algún motivo el viaje se retrasa y las noches van cambiando
Por algún motivo dos hombres corren en noches paralelas, en ciudades que son pantanos. Sobre esos pantanos se elevan edificios parcialmente iluminados
En el corazón de esas ciudades la felicidad, la satisfacción y el agobio
Salvador Alís.
Qué hermosa es la lluvia y el cielo. Y las nubes de las que cae la lluvia en esta noche del 26 de marzo de 2014
Hay momentos de felicidad, de satisfacción, y otros momentos de agobio
El corazón no late a un ritmo regular
Algunas noches hay sueños
Se duermen cinco horas, con suerte siete
El cesto de las botellas se llena y se vacía
Los días volando en el ordenador, los proyectos
Lolita observa como apagas las diminutas brasas de la colilla en el cenicero de cristal
La boca, con sus dientes transparentes y su lengua sucia, la botella vacía, el cenicero
Qué hermoso es el frío y la lluvia. Y los vientos que transportan el frío en esta noche
La energía del cuerpo, la fuerza de voluntad
Con el primer vaso de agua se produce satisfacción, felicidad. Con el primer temblor aparece el agobio
El cuerpo comienza a manifestarse. Lo que antes era tan sólo sensación acaba en hechos consumados
Con el segundo vaso de agua se apacigua la sed
Diminutas brasas en el cenicero. En la nevera gris con puertas de aluminio: las frutas
De vez en cuando apetece una, y se alternan las frutas con los cigarrillos, con las copas de vino, con la observación de las estrellas
Si una fruta ocupa todo un plato no requiere de otras frutas, se aisla en su ocupación
El corazón no late al tiempo del corazón
Se duerme pocas horas y se retrasa el viaje
Por algún motivo el viaje se retrasa y las noches van cambiando
Por algún motivo dos hombres corren en noches paralelas, en ciudades que son pantanos. Sobre esos pantanos se elevan edificios parcialmente iluminados
En el corazón de esas ciudades la felicidad, la satisfacción y el agobio
Salvador Alís.
martes, 25 de marzo de 2014
EN LOS ALAMBRES
EN LOS ALAMBRES
Las pinzas para tender la ropa son pájaros de madera sobre los alambres
Esos pájaros no tienen vida, y permanecen inmóviles a no ser que los mueva el viento
La lluvia y el sol y los cambios de temperatura los van transformando
Se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Esos pájaros muertos que son las pinzas sobre los alambres caen cada tanto sobre la terraza inferior. Allí acaban de consumirse
En los alambres del piso superior sólo hay ropa negra tendida. Agitada por el viento, al sol, bajo la lluvia
Mujeres y hombres como pinzas sobre alambres desnudos, entre pájaros disecados. Bajo las estrellas
La ropa tendida en el piso superior, la ropa oscura como fragmentos de una noche semejante a una pintura intemporal en cuya superficie las grietas han trazado caminos
No se pierde de vista el error, la inexactitud, la carencia de significado, la falta de contenido
Esta pintura intemporal, al fin y al cabo, ¿qué muestra
Cuatro ventanas continuas para observar a los hombres y a las mujeres que el viento mueve en sus alambres
Noche tras noche el tiempo pasa y las pinzas caen
Sobre la terraza inferior la madre y la hermana de Nube hacen equilibrios por los muros, el tejado y la chimenea
El contenido inexistente reclama que los actores salgan a escena
En el teatro donde un reducido grupo de espectadores contemplan un pequeño escenario
Alambres de un lado al otro del escenario. En el telón de fondo: el mar, los bosques, los cielos
El escenario es vertical y muestra tres niveles
En la terraza inferior: las gatas ajenas, las pinzas caídas
En el piso superior: la ropa tendida, la ropa oscura
El actor que recita su monólogo se asoma a cuatro ventanas continuas
Entre los alambres: mujeres y hombres que, como pinzas, se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Ahora la carencia de significado se quita la ropa, se desnuda para mostrar el significado
Ahora todo se hace evidente y equívoco: los hombres y las mujeres son pájaros de madera. No se oye su canto
El viento sopla por ellos. El tiempo pasa. Las piezas caen
Salvador Alís.
Las pinzas para tender la ropa son pájaros de madera sobre los alambres
Esos pájaros no tienen vida, y permanecen inmóviles a no ser que los mueva el viento
La lluvia y el sol y los cambios de temperatura los van transformando
Se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Esos pájaros muertos que son las pinzas sobre los alambres caen cada tanto sobre la terraza inferior. Allí acaban de consumirse
En los alambres del piso superior sólo hay ropa negra tendida. Agitada por el viento, al sol, bajo la lluvia
Mujeres y hombres como pinzas sobre alambres desnudos, entre pájaros disecados. Bajo las estrellas
La ropa tendida en el piso superior, la ropa oscura como fragmentos de una noche semejante a una pintura intemporal en cuya superficie las grietas han trazado caminos
No se pierde de vista el error, la inexactitud, la carencia de significado, la falta de contenido
Esta pintura intemporal, al fin y al cabo, ¿qué muestra
Cuatro ventanas continuas para observar a los hombres y a las mujeres que el viento mueve en sus alambres
Noche tras noche el tiempo pasa y las pinzas caen
Sobre la terraza inferior la madre y la hermana de Nube hacen equilibrios por los muros, el tejado y la chimenea
El contenido inexistente reclama que los actores salgan a escena
En el teatro donde un reducido grupo de espectadores contemplan un pequeño escenario
Alambres de un lado al otro del escenario. En el telón de fondo: el mar, los bosques, los cielos
El escenario es vertical y muestra tres niveles
En la terraza inferior: las gatas ajenas, las pinzas caídas
En el piso superior: la ropa tendida, la ropa oscura
El actor que recita su monólogo se asoma a cuatro ventanas continuas
Entre los alambres: mujeres y hombres que, como pinzas, se hinchan, se resecan, cambian de color, se oxidan y, a veces, hasta se pudren
Ahora la carencia de significado se quita la ropa, se desnuda para mostrar el significado
Ahora todo se hace evidente y equívoco: los hombres y las mujeres son pájaros de madera. No se oye su canto
El viento sopla por ellos. El tiempo pasa. Las piezas caen
Salvador Alís.
domingo, 23 de marzo de 2014
Nick Drake - Time Has Told Me
El Tiempo Me Ha Dicho
El tiempo me ha dicho
Eres un extraño hallazgo
Una conflictiva cura
Para una mente problemática
Y el tiempo me ha dicho
Que no pida más
Algún día nuestro océano
Encontrará su orilla
Dejar las costumbres que me hacen ser
Lo que en realidad no quiero ser
Dejar las costumbres que me hacen amar
Lo que en realidad no quiero amar
El tiempo me ha dicho
Llegaste con el amanecer
Una alma sin huellas
Una rosa sin espinas
Tus lágrimas me dicen
Que en realidad no hay manera
De acabar con tus problemas
Con cosas que puedes decir
Y el tiempo te dirá
Que te quedes a mi lado
Para seguir intentándolo
Hasta que no quede nada que esconder
Así que deja las costumbres que te hacen ser
Lo que en realidad no quieres ser
Deja las costumbres que te hacen amar
Lo que en realidad no quieres amar
El tiempo me ha dicho
Eres un extraño hallazgo
Una conflictiva cura
Para una mente problemática
Y el tiempo me ha dicho
Que no pida más
Algún día nuestro océano
Encontrará su orilla
Nick Drake
AJUSTE DE CUENTAS
AJUSTE DE CUENTAS
Todos cometemos errores
Fue una muerte rápida. 10 ó 15 minutos y se acabó. El jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te dice a las 21:30 que tiene que darte una mala noticia
Piensas si esa mala noticia se refiere a ti, a tu familia, a tus amigos..., porque una mala noticia no se le da a alguien si no le incumbe
Te dice que a las 22:00 te necesita en su despacho, como testigo, para despedir a un trabajador
Preguntas por su nombre
Y cuando sabes su nombre, preguntas por qué
La respuesta evita compromisos personales. La Empresa no lo quiere
Esa simplicidad oculta un secreto
Algo que pasó hace 6 años
Lo de la noche del viernes fue una venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor
No olvidarás sus ojos cuando, después de haber golpeado la puerta y pedir permiso para entrar, te sentaste junto a él y vuestras miradas se cruzaron
Ya otras veces en el pasado viste ojos como los suyos
Le dirías que el jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te comunicó la noticia a las 21:30, que preguntaste por su nombre, que preguntaste por qué
Su mirada indica que podría creerte o no creerte
La sorpresa, la frialdad, el miedo, la incomprensión y la iluminación están en los ojos
Un hombre le corta a otro hombre la cabeza. Muerte súbita
Cinceladas en la catana las palabras "ahora" y "nadie" y "no" y "nunca". La mano que la empuña es invisible
Una mujer vestida de gris se esconde tras las cortinas
Te sorprende que él no lea los documentos que le presentan para que los firme
Firmar documentos sin leerlos es una costumbre cada vez más extendida, un error
La mano fácil y siempre visible que firma esos documentos
Se le paga a alguien para que desaparezca, se compra su ausencia. En los ojos el brillo de
Monedas de oro señalando el camino. La cocina está ardiendo y envueltos en llamas: el lavavajillas, el fregadero y el gato. Un gato negro
En el despacho del jefe que, a su vez, tiene un jefe que tiene un jefe..., hay una tercera persona en un rincón, junto a una mesa, bajo una luz
Un gato negro ardiendo, envuelto en llamas y moviéndose muy lenta y majestuosamente
A las 21:45 incumples tu promesa de guardar silencio
La víctima tiene derecho a ser la primera persona en saberlo
Pero tú no le llamas a él, llamas a un cómplice
Haces una llamada con el móvil. La responsabilidad de dar un consejo te abruma
Una voz reconfortante te dice que te escucha, te comprende, te anima, te ayuda
El procedimiento a seguir es rutinario
Se debe tener paciencia con el dinero. Firmar el primer documento, no firmar el segundo, confirmar el tercero
Atención a la fecha y a la hora. Tomarse un tiempo
Leer y pensar pueden ser actividades compatibles
Recordarás que tuviste con él diferencias y encuentros. Meses sin hablar, sin un saludo. Y luego en el coche hasta tu casa, jamás hasta la puerta
La prepotencia, la burla, el desprecio
Cuando tu llegaste, él ya estaba. Permiso para entrar
Con independencia de la afinidad, te han impresionado la venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor
Alguien hace su ajuste de cuentas, pero el nombre no se menciona
El anonimato suplanta al destino
Calurosas tardes de agosto en que él te miraba y tú lo veías, conduciendo un coche de la Empresa, gafas de sol y aire acondicionado
Y recuerdas el asombro de saber que tenía muchos enemigos
Siempre del lado de los más débiles. El asombro de sus calificativos
Para ti la escritura de estas líneas demuestra el impacto
La mujer vestida de gris, que se esconde en las cortinas del decorado de este teatro, le entrega con disimulo al jefe la catana
El condenado tiene como defensa sus ojos
Importa tanto la mirada
No dirás que te importa. Cada cual tiene su escala de valores
Dirás que la venganza es un plato que se sirve frío, algo que ya se cocinó en el pasado. Un gato negro ardiendo y envuelto en llamas
No olvidarás nunca esa mirada
Sin leer este documento, lo firmas y desapareces
Todos cometemos errores
Salvador Alís.
Todos cometemos errores
Fue una muerte rápida. 10 ó 15 minutos y se acabó. El jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te dice a las 21:30 que tiene que darte una mala noticia
Piensas si esa mala noticia se refiere a ti, a tu familia, a tus amigos..., porque una mala noticia no se le da a alguien si no le incumbe
Te dice que a las 22:00 te necesita en su despacho, como testigo, para despedir a un trabajador
Preguntas por su nombre
Y cuando sabes su nombre, preguntas por qué
La respuesta evita compromisos personales. La Empresa no lo quiere
Esa simplicidad oculta un secreto
Algo que pasó hace 6 años
Lo de la noche del viernes fue una venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor
No olvidarás sus ojos cuando, después de haber golpeado la puerta y pedir permiso para entrar, te sentaste junto a él y vuestras miradas se cruzaron
Ya otras veces en el pasado viste ojos como los suyos
Le dirías que el jefe de los responsables de los coordinadores de los conductores te comunicó la noticia a las 21:30, que preguntaste por su nombre, que preguntaste por qué
Su mirada indica que podría creerte o no creerte
La sorpresa, la frialdad, el miedo, la incomprensión y la iluminación están en los ojos
Un hombre le corta a otro hombre la cabeza. Muerte súbita
Cinceladas en la catana las palabras "ahora" y "nadie" y "no" y "nunca". La mano que la empuña es invisible
Una mujer vestida de gris se esconde tras las cortinas
Te sorprende que él no lea los documentos que le presentan para que los firme
Firmar documentos sin leerlos es una costumbre cada vez más extendida, un error
La mano fácil y siempre visible que firma esos documentos
Se le paga a alguien para que desaparezca, se compra su ausencia. En los ojos el brillo de
Monedas de oro señalando el camino. La cocina está ardiendo y envueltos en llamas: el lavavajillas, el fregadero y el gato. Un gato negro
En el despacho del jefe que, a su vez, tiene un jefe que tiene un jefe..., hay una tercera persona en un rincón, junto a una mesa, bajo una luz
Un gato negro ardiendo, envuelto en llamas y moviéndose muy lenta y majestuosamente
A las 21:45 incumples tu promesa de guardar silencio
La víctima tiene derecho a ser la primera persona en saberlo
Pero tú no le llamas a él, llamas a un cómplice
Haces una llamada con el móvil. La responsabilidad de dar un consejo te abruma
Una voz reconfortante te dice que te escucha, te comprende, te anima, te ayuda
El procedimiento a seguir es rutinario
Se debe tener paciencia con el dinero. Firmar el primer documento, no firmar el segundo, confirmar el tercero
Atención a la fecha y a la hora. Tomarse un tiempo
Leer y pensar pueden ser actividades compatibles
Recordarás que tuviste con él diferencias y encuentros. Meses sin hablar, sin un saludo. Y luego en el coche hasta tu casa, jamás hasta la puerta
La prepotencia, la burla, el desprecio
Cuando tu llegaste, él ya estaba. Permiso para entrar
Con independencia de la afinidad, te han impresionado la venganza tardía, el capricho de la devolución de una ofensa, el precio del rencor
Alguien hace su ajuste de cuentas, pero el nombre no se menciona
El anonimato suplanta al destino
Calurosas tardes de agosto en que él te miraba y tú lo veías, conduciendo un coche de la Empresa, gafas de sol y aire acondicionado
Y recuerdas el asombro de saber que tenía muchos enemigos
Siempre del lado de los más débiles. El asombro de sus calificativos
Para ti la escritura de estas líneas demuestra el impacto
La mujer vestida de gris, que se esconde en las cortinas del decorado de este teatro, le entrega con disimulo al jefe la catana
El condenado tiene como defensa sus ojos
Importa tanto la mirada
No dirás que te importa. Cada cual tiene su escala de valores
Dirás que la venganza es un plato que se sirve frío, algo que ya se cocinó en el pasado. Un gato negro ardiendo y envuelto en llamas
No olvidarás nunca esa mirada
Sin leer este documento, lo firmas y desapareces
Todos cometemos errores
Salvador Alís.
viernes, 21 de marzo de 2014
Chuck Berry, Eric Clapton, Keith Richards jam
A pantalla completa, máximo volumen y, a ser posible, en pie o de rodillas, nunca sentado.
El maestro juega con los alumnos.
GATOS Y HOMBRES
GATOS Y HOMBRES
Si vivo rodeado de gatos se debe en gran parte a que aborrezco a los hombres
Tres gatas vivas de distintas edades, calendarios, porcelanas, miniaturas, libros, láminas y cuadros y otras formas y materias
Los gatos no disimulan ni mienten, no va con ellos el arte de la ironía ni utilizan recursos hipócritas. Cuando un gato se expresa, su dialéctica es clara como el vuelo de una flecha en campo abierto. Si se sienten agredidos, menospreciados, violentados, entonces sacan las garras. Si tienen frío, buscan calor. Si algo les gusta, lo convierten en una rutina. Si te quieren, te quieren
Los hombres se atacan con machetes, con catanas, con bates de béisbol. Nada ha cambiado
El hueso lanzado al aire por los prehumanos de 2001: Una odisea espacial ha evolucionado hasta convertirse en bate de béisbol. La primera espada de hierro de los hititas está en la sombra de la espada actual. La primera daga es la última daga
Un hombre corta la cabeza de otro hombre, un hombre se ríe a espaldas de otro hombre, un hombre se oculta en subterfugios para preparar su ataque
Los hombres se olvidan de los hombres, los hombres trazan fronteras para separarse unos de otros
Nube duerme en el sofá, Lolita en el sillón y Sombra en un hueco del mueble que soporta el ordenador donde escribo
Esta noche, un hombre le ha cortado a otro la cabeza. Ese otro pude ser yo, o tú, o quien menos se lo espera
Los hombres hablan demasiado, los discursos son galimatías, un lenguaje cifrado que recuerda al que describe Memorias encontradas en una bañera
Los idiotas, por un lado, con sus preguntas reiteradas, su languidez y su parsimonia. Y, por otro lado, los genios de la manipulación y la maldad
En el hueco del mueble donde duerme Sombra introduzco mi pie, enfundado en un calcetin negro, para que ella descanse ahí su cabeza
Aunque prefiere salir del hueco y saltar sobre mis piernas. Y que yo le hable en el tono cariñoso que ella merece, que la toque, que le haga sentir mis manos, mis dedos, mi electricidad
Eso con un hombre es impensable
¿Qué hombre salta sobre las piernas de otro hombre para buscar cercanía
Y si hablamos de mujeres y gatas, la conclusión es la misma
Si yo escribiera un texto a dos manos, si yo pintara una tabla a tres manos
Las preguntas esenciales: ¿Cuántas manos se necesitan para tocar este tema? ¿Cuántas manos fueron necesarias para construir la fortificación que luego devino en ciudad? ¿Cuantas manos para el amor? ¿Cuántas manos para la pornografía
Rodeado de gatos en la casa y de enanos al aire libre
Aborrezco a los enanos de sombras desmesuradas, al próximo enano y al último enano
Ningún gato es pequeño en su personalidad, la simplicidad es enorme
Seguiré pensando que todo es inútil y que esa inutilidad es mi seguro de vida
Los hombres, en tanto que hombres, dan pasos en falso, a veces saltan depresiones en las montañas, a veces caen por los acantilados
Marineros que no saben nadar. Y el mar enfurecido
Al menos los gatos permanecen atentos, anticipan las muertes y los seísmos. Al menos los gatos
Arderá tu casa mientras yo salvo a mi gato
Tu navaja de Damasco frente a los colores de la cara de Sombra dividida en dos
Mis tres gatas son las hechiceras a las que debo mi poder
Salvador Alís.
Si vivo rodeado de gatos se debe en gran parte a que aborrezco a los hombres
Tres gatas vivas de distintas edades, calendarios, porcelanas, miniaturas, libros, láminas y cuadros y otras formas y materias
Los gatos no disimulan ni mienten, no va con ellos el arte de la ironía ni utilizan recursos hipócritas. Cuando un gato se expresa, su dialéctica es clara como el vuelo de una flecha en campo abierto. Si se sienten agredidos, menospreciados, violentados, entonces sacan las garras. Si tienen frío, buscan calor. Si algo les gusta, lo convierten en una rutina. Si te quieren, te quieren
Los hombres se atacan con machetes, con catanas, con bates de béisbol. Nada ha cambiado
El hueso lanzado al aire por los prehumanos de 2001: Una odisea espacial ha evolucionado hasta convertirse en bate de béisbol. La primera espada de hierro de los hititas está en la sombra de la espada actual. La primera daga es la última daga
Un hombre corta la cabeza de otro hombre, un hombre se ríe a espaldas de otro hombre, un hombre se oculta en subterfugios para preparar su ataque
Los hombres se olvidan de los hombres, los hombres trazan fronteras para separarse unos de otros
Nube duerme en el sofá, Lolita en el sillón y Sombra en un hueco del mueble que soporta el ordenador donde escribo
Esta noche, un hombre le ha cortado a otro la cabeza. Ese otro pude ser yo, o tú, o quien menos se lo espera
Los hombres hablan demasiado, los discursos son galimatías, un lenguaje cifrado que recuerda al que describe Memorias encontradas en una bañera
Los idiotas, por un lado, con sus preguntas reiteradas, su languidez y su parsimonia. Y, por otro lado, los genios de la manipulación y la maldad
En el hueco del mueble donde duerme Sombra introduzco mi pie, enfundado en un calcetin negro, para que ella descanse ahí su cabeza
Aunque prefiere salir del hueco y saltar sobre mis piernas. Y que yo le hable en el tono cariñoso que ella merece, que la toque, que le haga sentir mis manos, mis dedos, mi electricidad
Eso con un hombre es impensable
¿Qué hombre salta sobre las piernas de otro hombre para buscar cercanía
Y si hablamos de mujeres y gatas, la conclusión es la misma
Si yo escribiera un texto a dos manos, si yo pintara una tabla a tres manos
Las preguntas esenciales: ¿Cuántas manos se necesitan para tocar este tema? ¿Cuántas manos fueron necesarias para construir la fortificación que luego devino en ciudad? ¿Cuantas manos para el amor? ¿Cuántas manos para la pornografía
Rodeado de gatos en la casa y de enanos al aire libre
Aborrezco a los enanos de sombras desmesuradas, al próximo enano y al último enano
Ningún gato es pequeño en su personalidad, la simplicidad es enorme
Seguiré pensando que todo es inútil y que esa inutilidad es mi seguro de vida
Los hombres, en tanto que hombres, dan pasos en falso, a veces saltan depresiones en las montañas, a veces caen por los acantilados
Marineros que no saben nadar. Y el mar enfurecido
Al menos los gatos permanecen atentos, anticipan las muertes y los seísmos. Al menos los gatos
Arderá tu casa mientras yo salvo a mi gato
Tu navaja de Damasco frente a los colores de la cara de Sombra dividida en dos
Mis tres gatas son las hechiceras a las que debo mi poder
Salvador Alís.
jueves, 20 de marzo de 2014
AQUILES
AQUILES
Siempre llego tarde a todos los sitios. Y sin embargo soy más veloz que cualquiera
Quizá se deba a que suelo escoger el camino más largo o varios a la vez, y extraviarme
Los cuadros que he pintado son prueba de ello, y lo son mis cuadernos y mis fotografías
Se puede plasmar una vida en un ordenador, y esa vida ser vista por muchos ojos
Pero si alguien piensa que hay vidas en los ordenadores, se equivoca
Las imágenes y las palabras han sido congeladas. Y sólo la música parece estar viva
En un ordenador se pasa tiempo, se introduce uno en él de vez en cuando y se van ocupando espacios más extensos
Los elementos que conforman un ordenador te permiten escanear tus propias manos, crear un enorme cementerio de fotografías, observar el mundo a través de numerosos agujeros de cerradura, escuchar las palabras de millones de seres, los latidos de millones de seres, la música que parece estar viva
La diferencia entre congelación y vida depende naturalmente del punto de vista: mientras alguien elabora su vida en un ordenador, introduce en él fragmentos de sí mismo que, para ser plasmados universal y eternamente, lo que no deja de ser una clara exageración, necesitan ser congelados, es decir: morir
Otro punto de vista es que durante la ejecución de la tarea, el que interactua con el ordenador vive para contarlo
Siempre llego tarde a todo. Y sin embargo
La velocidad del ordenador es la velocidad del mundo
Hace unos pocos siglos, y más atrás, ¿a cuántos seres veía en toda su vida un habitante de una pequeña aldea de montaña
Sin ordenador, sin televisión, sin cine, sin revistas, sin prensa, sin cámaras fotográficas
Apenas la pintura y la escultura, los grabados y los libros iluminados. Más sólo para las élites
Yo sentado en lo más alto de mi montaña, tecleando sin pausa
Esta vida cinematográfica, escrita, fotografiada, escaneada, impresa, publicada
Esta vida de colores y banda sonora
Algo tan cotidiano y banal. Algo tan único
Siempre llego tarde y por eso nadie me espera. Y sin embargo
Dejar tras de sí un reguero de pólvora, una mecha encendida que se bifurca constantemente hasta formar un árbol
Y ese árbol en llamas cada vez que se convierte en vida plasmada
La fricción acelerada por la velocidad, la erosión de los elementos, el desgaste de los dientes de la máquina
Para ver el conjunto, alguien debe subir escaleras y situarse por encima de
La vida que en el día se entretiene con la visión de una nube. Las nubes donde se pierde la vida
Salvador Alís.
Siempre llego tarde a todos los sitios. Y sin embargo soy más veloz que cualquiera
Quizá se deba a que suelo escoger el camino más largo o varios a la vez, y extraviarme
Los cuadros que he pintado son prueba de ello, y lo son mis cuadernos y mis fotografías
Se puede plasmar una vida en un ordenador, y esa vida ser vista por muchos ojos
Pero si alguien piensa que hay vidas en los ordenadores, se equivoca
Las imágenes y las palabras han sido congeladas. Y sólo la música parece estar viva
En un ordenador se pasa tiempo, se introduce uno en él de vez en cuando y se van ocupando espacios más extensos
Los elementos que conforman un ordenador te permiten escanear tus propias manos, crear un enorme cementerio de fotografías, observar el mundo a través de numerosos agujeros de cerradura, escuchar las palabras de millones de seres, los latidos de millones de seres, la música que parece estar viva
La diferencia entre congelación y vida depende naturalmente del punto de vista: mientras alguien elabora su vida en un ordenador, introduce en él fragmentos de sí mismo que, para ser plasmados universal y eternamente, lo que no deja de ser una clara exageración, necesitan ser congelados, es decir: morir
Otro punto de vista es que durante la ejecución de la tarea, el que interactua con el ordenador vive para contarlo
Siempre llego tarde a todo. Y sin embargo
La velocidad del ordenador es la velocidad del mundo
Hace unos pocos siglos, y más atrás, ¿a cuántos seres veía en toda su vida un habitante de una pequeña aldea de montaña
Sin ordenador, sin televisión, sin cine, sin revistas, sin prensa, sin cámaras fotográficas
Apenas la pintura y la escultura, los grabados y los libros iluminados. Más sólo para las élites
Yo sentado en lo más alto de mi montaña, tecleando sin pausa
Esta vida cinematográfica, escrita, fotografiada, escaneada, impresa, publicada
Esta vida de colores y banda sonora
Algo tan cotidiano y banal. Algo tan único
Siempre llego tarde y por eso nadie me espera. Y sin embargo
Dejar tras de sí un reguero de pólvora, una mecha encendida que se bifurca constantemente hasta formar un árbol
Y ese árbol en llamas cada vez que se convierte en vida plasmada
La fricción acelerada por la velocidad, la erosión de los elementos, el desgaste de los dientes de la máquina
Para ver el conjunto, alguien debe subir escaleras y situarse por encima de
La vida que en el día se entretiene con la visión de una nube. Las nubes donde se pierde la vida
Salvador Alís.
miércoles, 19 de marzo de 2014
LA MUJER DE SETENTA AÑOS
LA MUJER DE SETENTA AÑOS
También se ha dicho que se puede pintar con palabras y escribir con colores
Los colores no son algo superficial, algo que no deba tomarse en serio
No llevo la cuenta exacta pero a estas alturas me parece que he superado a Van Gogh en el número de autorretratos. Pero cierto que el murió más joven
Y en cuanto a palabras escritas, más que Rulfo o Monterroso, seguro
En realidad todas las palabras se unen en una biografía pintada, capas sucesivas que no llegan a ocultar completamente a las que tapan
Estratos y sustratos de colores se superponen para que el libro de nuestra vida, página tras página, se vaya haciendo
Ambas cosas son artesanía en las manos de un hombre cualquiera, sin dependencia de su grado de locura
Es mentira que el alcohol se tome para olvidar. Se busca sin embargo concentración, se toma aire para sumergirse en las profundidades
Y tanto vale para el humo, el estar de pie varias horas con la noche abierta en la espalda
Los elementos de la pintura (soportes, pigmentos, pinceles) sometidos a una luz que produce sombras en ellos
Esas sombras oscilan, esas palabras oscilan. Todo va y viene de un lugar a otro, de una estancia de la casa a la siguiente y luego a la contigua
Todo se desplaza dentro y fuera de la memoria
Años dominados por un color concreto de muchas capas, meses rojos, días azules
La mujer de setenta años, vestida de negro y oro, desciende una escalera con zapatos de tacón. Parece provenir de un sol a escala cuyo diámetro triplica la altura de la mujer
Palabras pintadas, pinceladas inconexas
Salvador Alís.
También se ha dicho que se puede pintar con palabras y escribir con colores
Los colores no son algo superficial, algo que no deba tomarse en serio
No llevo la cuenta exacta pero a estas alturas me parece que he superado a Van Gogh en el número de autorretratos. Pero cierto que el murió más joven
Y en cuanto a palabras escritas, más que Rulfo o Monterroso, seguro
En realidad todas las palabras se unen en una biografía pintada, capas sucesivas que no llegan a ocultar completamente a las que tapan
Estratos y sustratos de colores se superponen para que el libro de nuestra vida, página tras página, se vaya haciendo
Ambas cosas son artesanía en las manos de un hombre cualquiera, sin dependencia de su grado de locura
Es mentira que el alcohol se tome para olvidar. Se busca sin embargo concentración, se toma aire para sumergirse en las profundidades
Y tanto vale para el humo, el estar de pie varias horas con la noche abierta en la espalda
Los elementos de la pintura (soportes, pigmentos, pinceles) sometidos a una luz que produce sombras en ellos
Esas sombras oscilan, esas palabras oscilan. Todo va y viene de un lugar a otro, de una estancia de la casa a la siguiente y luego a la contigua
Todo se desplaza dentro y fuera de la memoria
Años dominados por un color concreto de muchas capas, meses rojos, días azules
La mujer de setenta años, vestida de negro y oro, desciende una escalera con zapatos de tacón. Parece provenir de un sol a escala cuyo diámetro triplica la altura de la mujer
Palabras pintadas, pinceladas inconexas
Salvador Alís.
martes, 18 de marzo de 2014
EL ORIGEN DEL UNIVERSO
EL ORIGEN DEL UNIVERSO
En el principio fue un mar llenándolo todo con su rechazo, con su frialdad
Un barco sin rumbo en ese mar. Cualquier barco
Donde los pasajeros y la tripulación (desde el último ayudante del que pela las patatas hasta el que controla los reactores nucleares) juegan al escondite sin ir a ningún sitio
Desde el timonel hasta el capitan, desde el que limpia las letrinas al armador, todos perdidos en su laberinto, en su interés
Ese desorden, esa anarquía, viene de lejos. Estalla el Universo y cada uno va por su lado, cada partícula sigue su dirección
Con tan sólo pasar del punto 0 al punto 1 se traza una trayectoria. ¿Qué impulso hace que la partícula pase del punto 0 al punto 1 y no al 1A, 1B, 1C...? ¿Pasa por cada punto de la trayectoria una sola partícula o varias? ¿Son infinitas las trayectorias
No ayuda mucho a la comprensión el hacer preguntas, demasiadas preguntas
Ocurre en uno mismo (barco individual cuyas velas presentan muchas caras al viento
Al astrónomo le atormentan las preguntas desde niño, los impulsos, los deseos...
Principio y final
Y ocurre también entre dos, en un grupo cualquiera, en un subconjunto y en un conjunto de no importa qué naturaleza
Ese desorden, esa anarquía. Barcos ingobernables que no llegan a puerto
En algún lugar de su trayectoria, una partícula se convierte en un cuerpo y ese cuerpo adquiere un alma. Las almas y las trayectorias se parecen, quizá coincidan como dos líneas superpuestas
Si cada estrella se consume a sí misma, si cada uno arde hacia su interior, el mar de los orígenes acrecentará su frialdad
¿Dónde encontrar las cartas de navegación? De un barco a otro, bajo un cielo oscuro
El cocinero quiere ir al Este y el arponero al Norte y el capitán al Sur
Se tiran anzuelos al agua, primero convencionales y después monstruosos
Sinuosas serpientes de mar, extensas algas flotando, colonias de medusas con luz propia
Estalla el Universo y lo que estaba unido se desata
El impacto de un partícula agrandada, sólida y ciega. Entonces se produce el cráter
Perdura por años y años. El cráter como huella de un acto de violencia
Los nervios de hierro de la embarcación atacados por el óxido
¿Cómo se espera dirigir ese barco si su destino está trazado por su impulso
Al astrónomo le atormenta la libertad de omitir las reglas. Pero esas reglas tal vez no sean las adecuadas. Todos en el barco quieren dirigir el barco
En una galera: cada remo por su lado: cada esfuerzo en una dirección
Para que la música avance, todo instrumento en su momento oportuno, otra forma no hay
Salvador Alís.
En el principio fue un mar llenándolo todo con su rechazo, con su frialdad
Un barco sin rumbo en ese mar. Cualquier barco
Donde los pasajeros y la tripulación (desde el último ayudante del que pela las patatas hasta el que controla los reactores nucleares) juegan al escondite sin ir a ningún sitio
Desde el timonel hasta el capitan, desde el que limpia las letrinas al armador, todos perdidos en su laberinto, en su interés
Ese desorden, esa anarquía, viene de lejos. Estalla el Universo y cada uno va por su lado, cada partícula sigue su dirección
Con tan sólo pasar del punto 0 al punto 1 se traza una trayectoria. ¿Qué impulso hace que la partícula pase del punto 0 al punto 1 y no al 1A, 1B, 1C...? ¿Pasa por cada punto de la trayectoria una sola partícula o varias? ¿Son infinitas las trayectorias
No ayuda mucho a la comprensión el hacer preguntas, demasiadas preguntas
Ocurre en uno mismo (barco individual cuyas velas presentan muchas caras al viento
Al astrónomo le atormentan las preguntas desde niño, los impulsos, los deseos...
Principio y final
Y ocurre también entre dos, en un grupo cualquiera, en un subconjunto y en un conjunto de no importa qué naturaleza
Ese desorden, esa anarquía. Barcos ingobernables que no llegan a puerto
En algún lugar de su trayectoria, una partícula se convierte en un cuerpo y ese cuerpo adquiere un alma. Las almas y las trayectorias se parecen, quizá coincidan como dos líneas superpuestas
Si cada estrella se consume a sí misma, si cada uno arde hacia su interior, el mar de los orígenes acrecentará su frialdad
¿Dónde encontrar las cartas de navegación? De un barco a otro, bajo un cielo oscuro
El cocinero quiere ir al Este y el arponero al Norte y el capitán al Sur
Se tiran anzuelos al agua, primero convencionales y después monstruosos
Sinuosas serpientes de mar, extensas algas flotando, colonias de medusas con luz propia
Estalla el Universo y lo que estaba unido se desata
El impacto de un partícula agrandada, sólida y ciega. Entonces se produce el cráter
Perdura por años y años. El cráter como huella de un acto de violencia
Los nervios de hierro de la embarcación atacados por el óxido
¿Cómo se espera dirigir ese barco si su destino está trazado por su impulso
Al astrónomo le atormenta la libertad de omitir las reglas. Pero esas reglas tal vez no sean las adecuadas. Todos en el barco quieren dirigir el barco
En una galera: cada remo por su lado: cada esfuerzo en una dirección
Para que la música avance, todo instrumento en su momento oportuno, otra forma no hay
Salvador Alís.
domingo, 16 de marzo de 2014
LA SELVA EN UNA PIZARRA
LA SELVA EN UNA PIZARRA
La hija de una pantera y de un león, heredera de la oscuridad, el sigilo y el poder
El ciclo de la vida y la muerte y otra vez la vida
La península que quiere ser continente y la isla que aún no sabe lo que quiere. En la pizarra verde oscuro, al capricho de las tizas y del borrador
La isla tuvo un bosque, tuvo una selva, sin estar habitada
Llegaron grandes buques y atracaron en el puerto, con sus hierros inmensos y pesados, sus chimeneas humeantes, sus tornillos oxidados
Barcos en el puerto de la isla con sus banderas blancas al viento, barcos negros en la península
La hija de una pantera, a veces la hija de un león. En la selva que más tarde fue bosque, deshabitada por seres humanos, en el tiempo
En la selva donde ruinas hablan de sus descubridores y callan a sus arquitectos
Entonces la pantera que duerme a cubierto del sol bajo los árboles, entonces la pantera que se anima en esta noche, adquiere alma
El sigilo aconseja medir los pasos, contar los pasos, procurar que no se interfieran unos con otros, que tracen un sendero
Pero este sendero no tiene bosque ni selva entre los que discurrir
Se avanza contra el sentido del agua en esta selva, sin brújula en este bosque, y la pantera observa todo lo que pasa
De ella, su inmovilidad y su aura, contra el horizonte su silueta esbozada
Vendrán papeles y tablas, palabras en una cuadrícula, vendrá la primavera y se acabarán las palabras
Fuego en el verano, el ciclo de la vida y de la muerte
Jaulas que se oxidan, cuerdas que se pudren, mar que se respira
Salvador Alís.
La hija de una pantera y de un león, heredera de la oscuridad, el sigilo y el poder
El ciclo de la vida y la muerte y otra vez la vida
La península que quiere ser continente y la isla que aún no sabe lo que quiere. En la pizarra verde oscuro, al capricho de las tizas y del borrador
La isla tuvo un bosque, tuvo una selva, sin estar habitada
Llegaron grandes buques y atracaron en el puerto, con sus hierros inmensos y pesados, sus chimeneas humeantes, sus tornillos oxidados
Barcos en el puerto de la isla con sus banderas blancas al viento, barcos negros en la península
La hija de una pantera, a veces la hija de un león. En la selva que más tarde fue bosque, deshabitada por seres humanos, en el tiempo
En la selva donde ruinas hablan de sus descubridores y callan a sus arquitectos
Entonces la pantera que duerme a cubierto del sol bajo los árboles, entonces la pantera que se anima en esta noche, adquiere alma
El sigilo aconseja medir los pasos, contar los pasos, procurar que no se interfieran unos con otros, que tracen un sendero
Pero este sendero no tiene bosque ni selva entre los que discurrir
Se avanza contra el sentido del agua en esta selva, sin brújula en este bosque, y la pantera observa todo lo que pasa
De ella, su inmovilidad y su aura, contra el horizonte su silueta esbozada
Vendrán papeles y tablas, palabras en una cuadrícula, vendrá la primavera y se acabarán las palabras
Fuego en el verano, el ciclo de la vida y de la muerte
Jaulas que se oxidan, cuerdas que se pudren, mar que se respira
Salvador Alís.
LA SUBASTA
LA SUBASTA
Se encuentran en una librería. El editor y el pintor
Se dan la mano y se dicen cuánto tiempo ha pasado
Ninguno de los dos mira el reloj. El editor dice que un autor debería publicar una primera edición de 60 ejemplares y después renunciar a su libro
Publicar un libro es una tragedia. O algo parecido
Se recomiendan libros, ahora y más tarde
El pintor envía al editor tres de sus apuntes
Una cabeza de yeso a la que siempre se le está quitando algo, añadiendo algo. Una cabeza de yeso rectificada constantemente. Una cabeza de yeso a la que se horada, se raspa, se hacen incisiones, se lija, se empasta y se vuelve a lijar
Escribir es esto
El editor habla vagamente de wisky. El pintor escucha a intervalos con una copa de vino en la mano. Pero esto sucede en otra librería
Un libro enorme abierto sobre una mesa entre libros. Lee al menos las cinco líneas anteriores. Escribe al menos cinco líneas
Lectores y escritores cuyas cabezas de yeso tienen costras y escamas, agujeros, manchas verdes, surcos grises
Se escribe para no decir, se tapa una cosa con otra
Un libro del que sólo existen dos ejemplares se subasta en ambas librerías. La cifra más alta es difícil de imaginar. En ese libro no hay más palabras que las que forman el título, la autoría, la edición y la fecha de la edición
Puede llamarse El libro de las portadas variables ( y contener un número indeterminado de pinturas ), puede abrirse por cualquier página
Junto al Libro de las portadas, el editor y el pintor cruzan a Salinger con Márai
Publicar un libro es una comedia, un espectáculo
Salvador Alís.
Se encuentran en una librería. El editor y el pintor
Se dan la mano y se dicen cuánto tiempo ha pasado
Ninguno de los dos mira el reloj. El editor dice que un autor debería publicar una primera edición de 60 ejemplares y después renunciar a su libro
Publicar un libro es una tragedia. O algo parecido
Se recomiendan libros, ahora y más tarde
El pintor envía al editor tres de sus apuntes
Una cabeza de yeso a la que siempre se le está quitando algo, añadiendo algo. Una cabeza de yeso rectificada constantemente. Una cabeza de yeso a la que se horada, se raspa, se hacen incisiones, se lija, se empasta y se vuelve a lijar
Escribir es esto
El editor habla vagamente de wisky. El pintor escucha a intervalos con una copa de vino en la mano. Pero esto sucede en otra librería
Un libro enorme abierto sobre una mesa entre libros. Lee al menos las cinco líneas anteriores. Escribe al menos cinco líneas
Lectores y escritores cuyas cabezas de yeso tienen costras y escamas, agujeros, manchas verdes, surcos grises
Se escribe para no decir, se tapa una cosa con otra
Un libro del que sólo existen dos ejemplares se subasta en ambas librerías. La cifra más alta es difícil de imaginar. En ese libro no hay más palabras que las que forman el título, la autoría, la edición y la fecha de la edición
Puede llamarse El libro de las portadas variables ( y contener un número indeterminado de pinturas ), puede abrirse por cualquier página
Junto al Libro de las portadas, el editor y el pintor cruzan a Salinger con Márai
Publicar un libro es una comedia, un espectáculo
Salvador Alís.
PINTURA PARA ANDUIN
Salvador Alís. El gato de ojos verdes.
Palma. Marzo de 2014.
( 29,9 x 30,2 )
Pinturas al agua para cuero "Tarragó" sobre tabla.
BEATRIZ BERROCAL
De Bettie Berrocal ( a finales de los años 70 ese era su nombre, que después cambiaría por Beatriz), mujer puertoriqueña de carácter y corazón, conservo una colección de poemas encuadernados con cartulina negra. Presumiblemente se escribieron en Río Piedras, sin que conste la fecha. En las primeras páginas hay una cita de Tagore y otra de Neruda. Se intercalan dibujos de Ramón Felipe de 1968.
A Bettie / Beatriz sólo la vi en dos ocasiones. Yo vivía con su hija y ella quiso conocerme y conocer la casa. Se llevó a la hija consigo y me dejó los poemas.
Una muestra de la profundidad y el misticismo erótico de Beatriz Berrocal:
PROSERPINA
"No sé qué pasa en mí, si vivo o muero,
si te quiero o te olvido a cada instante,
si eres verdad o sueño delirante
y es vano mi luchar y en vano espero.
Si me miras me quema tu mirada,
el corazón me duele sin tus ojos,
y si llego hasta ti fingiendo enojos
te dejo mi alma al fin aprisionada.
Y en esta eterna angustia de quererte
siento que vivo en sombras y en el cielo,
sin saber si me das ventura o muerte.
Pues si me voy de ti para salvarme
se aumenta con la ausencia mi desvelo
¡y regreso a tu amor a condenarme!"
viernes, 14 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
APRENDICES DE JEFES
APRENDICES DE JEFES
La vida, las circunstancias, la suerte o la mala suerte y en algunos casos su propia vocación, su deseo oculto, hacen que una persona -las coincidencias y las casualidades- pretenda vestirse con el uniforme del poder
Se les reconoce de lejos. Tienen todos las mismas facciones y la misma actitud
La mujer del vestido rojo actúa para la mujer a la que imita. ¿Quién la persona y quién el personaje? Entre el público: marionetas vestidas para la ocasión con chaquetas negras, camisas blancas, pajaritas al cuello
La mujer vestida de rojo ha sido atacada por un tigre que le ha desgarrado el vestido
Y a pesar de todo, los muslos siguen intáctos
Modelos de jefes entre el público
El jefe cobarde que, para serlo, necesita desaparecer, estar ausente
El jefe predispuesto (a todo) para ser jefe
El jefe tatuado con cráneos, cuernos, svásticas dextrógiras, lágrimas negras al borde de caer
El jefe gigante y el jefe enano
El jefe en sus pesadillas
El jefe que siempre obedece
El jefe que grita para que solo lo escuchen los pobres locos
El jefe que no da los buenos días
El jefe cuya mirada se vuelve cada vez más severa y más triste
Los hilos que mueven otros desde arriba y en la oscuridad hacen sonreír a las marionetas
Dientes blancos, camisas blancas
Pero la pajarita es negra, una mariposa negra con las alas cortadas a la que atraviesa y sujeta un alfiler de oro
La pajarita es negra como una cruz gamada
El aprendiz de jefe mira hacia la superestructura y, si encuentra un espejo, se mira a sí mismo
Dejará de ver a sus semejantes en igualdad de condiciones
Abrirá el regalo y se encontrará con su nueva condición
Perdido en esa isla de propensión, desconcierto y leyes desconocidas
El jefe verdadero crea sus propias leyes
Acordes con su naturaleza, con su destino. El verdadero jefe no obedece, no se ensimisma
Salvador Alís.
La vida, las circunstancias, la suerte o la mala suerte y en algunos casos su propia vocación, su deseo oculto, hacen que una persona -las coincidencias y las casualidades- pretenda vestirse con el uniforme del poder
Se les reconoce de lejos. Tienen todos las mismas facciones y la misma actitud
La mujer del vestido rojo actúa para la mujer a la que imita. ¿Quién la persona y quién el personaje? Entre el público: marionetas vestidas para la ocasión con chaquetas negras, camisas blancas, pajaritas al cuello
La mujer vestida de rojo ha sido atacada por un tigre que le ha desgarrado el vestido
Y a pesar de todo, los muslos siguen intáctos
Modelos de jefes entre el público
El jefe cobarde que, para serlo, necesita desaparecer, estar ausente
El jefe predispuesto (a todo) para ser jefe
El jefe tatuado con cráneos, cuernos, svásticas dextrógiras, lágrimas negras al borde de caer
El jefe gigante y el jefe enano
El jefe en sus pesadillas
El jefe que siempre obedece
El jefe que grita para que solo lo escuchen los pobres locos
El jefe que no da los buenos días
El jefe cuya mirada se vuelve cada vez más severa y más triste
Los hilos que mueven otros desde arriba y en la oscuridad hacen sonreír a las marionetas
Dientes blancos, camisas blancas
Pero la pajarita es negra, una mariposa negra con las alas cortadas a la que atraviesa y sujeta un alfiler de oro
La pajarita es negra como una cruz gamada
El aprendiz de jefe mira hacia la superestructura y, si encuentra un espejo, se mira a sí mismo
Dejará de ver a sus semejantes en igualdad de condiciones
Abrirá el regalo y se encontrará con su nueva condición
Perdido en esa isla de propensión, desconcierto y leyes desconocidas
El jefe verdadero crea sus propias leyes
Acordes con su naturaleza, con su destino. El verdadero jefe no obedece, no se ensimisma
Salvador Alís.
martes, 11 de marzo de 2014
EN LA NOCHE
EN LA NOCHE
Un ojo de gato visto a través del cristal de una lupa
Una guitarra a escala cuyas cuerdas son bigotes de gato
Una gota de agua imaginaria que está a punto de caer pero que nunca se abandona a esa caída
El acero inoxidable recortando con su luz la figura de un gato
Miniaturas de gastos, gatos en la nevera
Lo cotidiano y lo accesible en el reconocimiento de sus nombres por los gatos
Aprender de los gatos
Imitar a los gatos
Ser como gatos
Mujer de magia negra con una gata blanca en el regazo
El pantano vuelve a crecer
Dos lagartos ancestrales cruzan sus cabezas formando una equis
Se multiplican en la noche los gatos que acechan desde su oscuridad el símbolo
La equis formada por dos cabezas anuncia al ejército del miedo
Una pequeña calavera de papel de aluminio prensado rueda por la mesa
El cortejo de gatos con uniformes de épocas pasadas señala el camino a seguir, lo dibuja con precisión
Algo se repite, algo se hace de nuevo, algo se interrumpe
Ojos de gato en la transparencia de una botella de vino blanco
Ojos de gato al ras del suelo
A través del cristal de una lupa aparece el Universo en el ojo de un gato
Puntos tan alejados unos de otros, brasas recubiertas de fuego, de humo, de ceniza
Cuarenta soldados componen el ejército del miedo. Pero ésta cifra es arbitraria
Ondean banderas donde antiguos lagartos cruzan sus cabezas
Ante un ejército semejante se defiende uno con lo que tiene a mano
Cabezas de gato pintadas
La vida en la noche se enreda en palabras pintadas
Se acude de nuevo a las palabras pintadas
El cuadro bajo la luz es un cuaderno amarillo donde se describe lo que en él está pintado y no deja de pintarse. En la noche
Salvador Alís.
lunes, 10 de marzo de 2014
LA NORIA SIGUE GIRANDO
LA NORIA SIGUE GIRANDO
En la feria del dinero, el barracón de más éxito es el que tiene un rótulo dorado con las palabras "tiro al blanco". Los blancos son muñecos reducidos, unos vestidos y otros desnudos, y también soldaditos de plomo
Los uniformes son de distintos colores. Los tiradores son de una puntería insaciable
Cercando el barracón crece la hierba. Es hora de decir la verdad
Cuando el padre murió no dejó tras de sí ni secretos ni huellas, su hijo no tuvo que rebuscar en los cajones
Cuando muera el hijo dejará a su hija un rastro sobre papel, el plano escrito de un tesoro escondido. La noria sigue girando
Los disparos de los tiradores van haciendo caer a los muñecos y a los soldados
En otro barracón hay una pared para mirones llena de agujeros
Del otro lado bailan, pasean y se contorsionan mujeres. Puesto que son mudas, no se sabe si lo hacen porque sí o por dinero
En la feria del dinero, aviones sujetos a un carrusel dan vueltas en torno a un mundo ficticio
Los colores, las luces, los letreros, los mecanismos, la música, la falsedad, el reclamo... están por todas partes en la feria donde muñecos minúsculos y soldaditos de plomo son tumbados por los tiradores sin remordimiento
El premio se encuentra al alcance de los ojos
Salvador Alís.
En la feria del dinero, el barracón de más éxito es el que tiene un rótulo dorado con las palabras "tiro al blanco". Los blancos son muñecos reducidos, unos vestidos y otros desnudos, y también soldaditos de plomo
Los uniformes son de distintos colores. Los tiradores son de una puntería insaciable
Cercando el barracón crece la hierba. Es hora de decir la verdad
Cuando el padre murió no dejó tras de sí ni secretos ni huellas, su hijo no tuvo que rebuscar en los cajones
Cuando muera el hijo dejará a su hija un rastro sobre papel, el plano escrito de un tesoro escondido. La noria sigue girando
Los disparos de los tiradores van haciendo caer a los muñecos y a los soldados
En otro barracón hay una pared para mirones llena de agujeros
Del otro lado bailan, pasean y se contorsionan mujeres. Puesto que son mudas, no se sabe si lo hacen porque sí o por dinero
En la feria del dinero, aviones sujetos a un carrusel dan vueltas en torno a un mundo ficticio
Los colores, las luces, los letreros, los mecanismos, la música, la falsedad, el reclamo... están por todas partes en la feria donde muñecos minúsculos y soldaditos de plomo son tumbados por los tiradores sin remordimiento
El premio se encuentra al alcance de los ojos
Salvador Alís.
viernes, 7 de marzo de 2014
EL GATO DE LOS OJOS VERDES
EL GATO DE LOS OJOS VERDES
El castillo inaccesible, al final, ha resultado ser un simple decorado, una fachada rígida y sin apenas relieve sostenida por detrás con un entramado de frágiles andamios donde se refugian los monos
Una niebla artificial cubre permanentemente al castillo, y una noche artificial
Todo lo que parece real en el castillo y alrededor del castillo, finalmente, no son más que efectos especiales
Se tarda una vida en acceder al castillo, y otra vida (o la misma) en descubrir su teatralidad
Se tarda menos en pintar al gato multicolor. Hubiera sido una buena idea fotografiar las sesiones de la pintura "El gato de los ojos verdes". Hoy, 7 de marzo, la pintura se hubiera multiplicado por 5, en otras tantas fotografías de otras tantas sesiones de su evolución
Una gran corporación cuyos propietarios son anónimos ha conseguido fabricar robots sexuales hiperrealistas
Utiliza esos robots para seducir a personas poderosas
Los robots hacen lo que quieren con esas personas. Y todo queda grabado
Mediante el chantaje, la gran corporación adquiere cada vez mayores recursos de poder
Por un lado se fomenta la tecnología y por el otro el pecado
De una sola imagen puede depender una vida
De una idea, de una percepción de lo que está bien y de lo que está mal según moralidad inducida
Mientras haya un tabú, un secreto o cualquier cosa inaccesible
"El gato de los ojos verdes" no entiende lo que está pasando a su alrededor
Al castillo lo rodean la niebla y la noche. Pero se trata de un decorado
Al castillo se tarda una vida en llegar, en comprender
Los monos, en los andamios traseros del castillo, están desconcertados y no saben qué hacer. Frotan sus dientes, mandíbula superior contra mandíbula inferior, emiten sonidos que transmiten miedo, afilan sus colmillos
Salvador Alís
El castillo inaccesible, al final, ha resultado ser un simple decorado, una fachada rígida y sin apenas relieve sostenida por detrás con un entramado de frágiles andamios donde se refugian los monos
Una niebla artificial cubre permanentemente al castillo, y una noche artificial
Todo lo que parece real en el castillo y alrededor del castillo, finalmente, no son más que efectos especiales
Se tarda una vida en acceder al castillo, y otra vida (o la misma) en descubrir su teatralidad
Se tarda menos en pintar al gato multicolor. Hubiera sido una buena idea fotografiar las sesiones de la pintura "El gato de los ojos verdes". Hoy, 7 de marzo, la pintura se hubiera multiplicado por 5, en otras tantas fotografías de otras tantas sesiones de su evolución
Una gran corporación cuyos propietarios son anónimos ha conseguido fabricar robots sexuales hiperrealistas
Utiliza esos robots para seducir a personas poderosas
Los robots hacen lo que quieren con esas personas. Y todo queda grabado
Mediante el chantaje, la gran corporación adquiere cada vez mayores recursos de poder
Por un lado se fomenta la tecnología y por el otro el pecado
De una sola imagen puede depender una vida
De una idea, de una percepción de lo que está bien y de lo que está mal según moralidad inducida
Mientras haya un tabú, un secreto o cualquier cosa inaccesible
"El gato de los ojos verdes" no entiende lo que está pasando a su alrededor
Al castillo lo rodean la niebla y la noche. Pero se trata de un decorado
Al castillo se tarda una vida en llegar, en comprender
Los monos, en los andamios traseros del castillo, están desconcertados y no saben qué hacer. Frotan sus dientes, mandíbula superior contra mandíbula inferior, emiten sonidos que transmiten miedo, afilan sus colmillos
Salvador Alís
miércoles, 5 de marzo de 2014
CABEZAS CORTADAS (2ª PARTE)
CABEZAS CORTADAS (2ª PARTE)
Que los hombres se entierran a sí mismos es un hecho indiscutible: cavan la fosa y se echan la tierra alrededor, se cubren hasta el cuello, dejando fuera las cabezas. Y luego miran al cielo
A veces forman filas en el suelo y otras veces tumultos, formas desorganizadas
Lo más común son las formas geométricas, las medidas de algunos lados coinciden, se repiten las medidas, se equilibran las cabezas en armónica distribución
Todo es símbolo de otro símbolo que a su vez
Se cuelan en un texto que avanza como un bordado
Colores que se interponen a la grafía
Se asalta un párrafo, una frase, una línea, una palabra. Ahora el azul, ahora el blanco
Los puntos faltan porque nada se termina y todo es símbolo de un fluir sin orden hacia no se sabe dónde
Una de las cabezas se abandona y ya no mira al cielo
Todas esas cabezas ya pintadas podrían ser las mismas
O partes de una cabeza compuesta
Comienza otro mes de otro año
Las gatas están ahí con sus édades distintas, con su comportamiento desigual, con su mirada que multiplica por tres la mirada
Donde coinciden debería haber un punto, debería haber algo
La grafía en ausencia de otra cosa
La palabra, la frase, la línea, el párrafo
No se escribe para contentar a nadie
Se abren puertas que no llevan a ningún lado
La llave de esas puertas es frágil y, con el uso, se deforma y se gasta
Tras la puerta blanca, la puerta azul
El deseo de abrir puertas dejándolas abiertas
El deseo de construir un muro
En esta imagen: piedras irregulares, arcilla y arena
Construir una fortaleza con una plaza central donde enterrar hombres y que sobresalgan sus cabezas
Al sol del mediodía
En tanto las hormigas gráficas trazan los senderos entre ellas
Salvador Alís
Que los hombres se entierran a sí mismos es un hecho indiscutible: cavan la fosa y se echan la tierra alrededor, se cubren hasta el cuello, dejando fuera las cabezas. Y luego miran al cielo
A veces forman filas en el suelo y otras veces tumultos, formas desorganizadas
Lo más común son las formas geométricas, las medidas de algunos lados coinciden, se repiten las medidas, se equilibran las cabezas en armónica distribución
Todo es símbolo de otro símbolo que a su vez
Se cuelan en un texto que avanza como un bordado
Colores que se interponen a la grafía
Se asalta un párrafo, una frase, una línea, una palabra. Ahora el azul, ahora el blanco
Los puntos faltan porque nada se termina y todo es símbolo de un fluir sin orden hacia no se sabe dónde
Una de las cabezas se abandona y ya no mira al cielo
Todas esas cabezas ya pintadas podrían ser las mismas
O partes de una cabeza compuesta
Comienza otro mes de otro año
Las gatas están ahí con sus édades distintas, con su comportamiento desigual, con su mirada que multiplica por tres la mirada
Donde coinciden debería haber un punto, debería haber algo
La grafía en ausencia de otra cosa
La palabra, la frase, la línea, el párrafo
No se escribe para contentar a nadie
Se abren puertas que no llevan a ningún lado
La llave de esas puertas es frágil y, con el uso, se deforma y se gasta
Tras la puerta blanca, la puerta azul
El deseo de abrir puertas dejándolas abiertas
El deseo de construir un muro
En esta imagen: piedras irregulares, arcilla y arena
Construir una fortaleza con una plaza central donde enterrar hombres y que sobresalgan sus cabezas
Al sol del mediodía
En tanto las hormigas gráficas trazan los senderos entre ellas
Salvador Alís
martes, 4 de marzo de 2014
LA ICONSISTENCIA
LA INCONSISTENCIA
Todo sistema cerrado se basa en una lógica interna naturalmente cerrada
Lo que se aferra a sí mismo permanece semejante a sí mismo
Naturalmente, esta lógica cerrada excluye a los mirones
Quien se adentra en un sistema cerrado verá ese sistema cerrado desde el interior
Este capítulo (llamado la inconsistencia) es un sistema cerrado que se basa lógicamente en su propia lógica cerrada
Este capítulo (sistema cerrado en sí mismo), junto a otros capítulos de igual condición, compone un sistema cerrado mayor y más complejo
En un sistema complejo cabe lo inesperado
Sombra es un sistema complejo, una gata carey que se aferra a su alma felina para ser lo que es
Lolita y Nube duermen cerradas en sí mismas o ensimismadas. Son también sistemas complejos
Las manos que escriben son sistemas complejos
Lo simple, lo elemental y lo complejo no dependen para serlo de su tamaño
Un punto de luz, una gota de pintura, la incisión azul de un roler sobre el papel, ¿son sistemas elementales o forman, con otros sistemas, sistemas complejos? La misma pregunta es simple o es compleja
La lógica cerrada del sistema cerrado llamado Sombra: sobrevivir
La lógica cerrada de los sistemas cerrados llamados Lolita y Nube: vivir
La lógica cerrada de las manos que escriben: no morir. Por el momento
La muerte es la inconsistencia de un sistema cerrado. La lógica interna no es capaz de mantener íntegra su estructura
Ayer, 3 de marzo de 2014, se cumplieron 8 años desde que el sistema cerrado llamado M. colapsó
Los días 2 y 3 y 4 de marzo de 2014 (y quizá durante algunos días más), el pintor oscuro pintará una cabeza de gato multicolor
La tabla de madera donde las diversas lógicas de varios sistemas elementales se unen para sostener a un sistema complejo que se aferra a sí mismo para permanecer
Salvador Alís
Todo sistema cerrado se basa en una lógica interna naturalmente cerrada
Lo que se aferra a sí mismo permanece semejante a sí mismo
Naturalmente, esta lógica cerrada excluye a los mirones
Quien se adentra en un sistema cerrado verá ese sistema cerrado desde el interior
Este capítulo (llamado la inconsistencia) es un sistema cerrado que se basa lógicamente en su propia lógica cerrada
Este capítulo (sistema cerrado en sí mismo), junto a otros capítulos de igual condición, compone un sistema cerrado mayor y más complejo
En un sistema complejo cabe lo inesperado
Sombra es un sistema complejo, una gata carey que se aferra a su alma felina para ser lo que es
Lolita y Nube duermen cerradas en sí mismas o ensimismadas. Son también sistemas complejos
Las manos que escriben son sistemas complejos
Lo simple, lo elemental y lo complejo no dependen para serlo de su tamaño
Un punto de luz, una gota de pintura, la incisión azul de un roler sobre el papel, ¿son sistemas elementales o forman, con otros sistemas, sistemas complejos? La misma pregunta es simple o es compleja
La lógica cerrada del sistema cerrado llamado Sombra: sobrevivir
La lógica cerrada de los sistemas cerrados llamados Lolita y Nube: vivir
La lógica cerrada de las manos que escriben: no morir. Por el momento
La muerte es la inconsistencia de un sistema cerrado. La lógica interna no es capaz de mantener íntegra su estructura
Ayer, 3 de marzo de 2014, se cumplieron 8 años desde que el sistema cerrado llamado M. colapsó
Los días 2 y 3 y 4 de marzo de 2014 (y quizá durante algunos días más), el pintor oscuro pintará una cabeza de gato multicolor
La tabla de madera donde las diversas lógicas de varios sistemas elementales se unen para sostener a un sistema complejo que se aferra a sí mismo para permanecer
Salvador Alís
domingo, 2 de marzo de 2014
ESPÍAS Y RUMORES
ESPÍAS Y RUMORES
En todo conjunto de personas (ya sea una escuela, un cuartel, un centro religioso, una fábrica, un manicomio, un parlamento o un centro de control) se forman espías y se expanden rumores
Los rumores son como un juego de billar: se hacen chocar unas bolas con otras, se cambian sus posiciones, se deforman imperceptiblemente y se reduce su número
Los espías dan vueltas alrededor de los jugadores, susurran al oído
No se sabe quién juega realmente a qué
¿Juegan los espías a través de (o por medio de) los que expanden rumores, o juegan estos con los espías? En cada bola de billar, una idea; en cada choque, una frase que se rompe y se recompone
El espía quiere acumular información. Un rumor es una pregunta que obtiene una respuesta que, a su vez, es una pregunta que obtiene una respuesta y, así, sucesivamente
Si el espía pregunta al jugador, el jugador lanza una bola contra las demás y las respuestas no se hacen esperar
Ante un rumor, cualquier elemento del conjunto emite una respuesta. En el ejemplo, esa respuesta es un color
Los rumores no siempre son negros, los hay blancos y rojos y azules y verdes y amarillos y naranjas y
Los rumores mueven las bocas de quienes los dicen como si quienes los dicen fueran muñecos mecánicos. El espía pone voz a esas muecas
El espía no tiene cara
El espía es un cobarde detrás de su disfraz
En todo conjunto más o menos cerrado de personas se expanden los espías y se forman los rumores
Los jugadores ponen tiza en las puntas de los tacos y apuntan a las bolas. Los espías son francotiradores
Un rumor se convierte en otro rumor a medida que su impulso, desplazamiento y dirección consiguen imponerse en la mesa de juego
El efecto último de los rumores es dominar el mundo
Un rumor puede matar, un rumor pone tu vida en juego
Los rumores son miméticos y asimilan los detalles de su entorno para pasar desapercibidos
Un rumor de velas apagadas y robadas que podría dejar sin su escasa luz a una iglesia
Un rumor de alas que arden o se desintegran en vuelo sobre un aeropuerto
Un rumor de lápices entrelazados creando una corona de espinas, la coraza de un puercoespín o la tabla de clavos y salvación del inmune al dolor
Un rumor de balas que caen contra baldosas de barro cocido. El sol de agosto entrando por enormes ventanas sin cristal
Un rumor de informaciones cifradas que, sobre una pantalla vibrante, componen la cabeza de un gato que te mira fijamente
Un rumor sobre oro escondido en la cueva de Alí Babá
Un rumor sobre el rumor que el propio espía no reconoce como suyo, aunque no hace tanto lo dejó caer en orejas que no eran suyas
Los espías siempre se colocan en los vértices de los triángulos. De esta forma ellos mismos se delatan
Las delaciones son los efectos especiales de este juego: una bola salta por encima de otra y la golpea por la espalda
Los agujeros por donde se pierden los rumores
Los espías dan vueltas alrededor de los jugadores
El que gana la información, gana la partida.
Salvador Alís.
En todo conjunto de personas (ya sea una escuela, un cuartel, un centro religioso, una fábrica, un manicomio, un parlamento o un centro de control) se forman espías y se expanden rumores
Los rumores son como un juego de billar: se hacen chocar unas bolas con otras, se cambian sus posiciones, se deforman imperceptiblemente y se reduce su número
Los espías dan vueltas alrededor de los jugadores, susurran al oído
No se sabe quién juega realmente a qué
¿Juegan los espías a través de (o por medio de) los que expanden rumores, o juegan estos con los espías? En cada bola de billar, una idea; en cada choque, una frase que se rompe y se recompone
El espía quiere acumular información. Un rumor es una pregunta que obtiene una respuesta que, a su vez, es una pregunta que obtiene una respuesta y, así, sucesivamente
Si el espía pregunta al jugador, el jugador lanza una bola contra las demás y las respuestas no se hacen esperar
Ante un rumor, cualquier elemento del conjunto emite una respuesta. En el ejemplo, esa respuesta es un color
Los rumores no siempre son negros, los hay blancos y rojos y azules y verdes y amarillos y naranjas y
Los rumores mueven las bocas de quienes los dicen como si quienes los dicen fueran muñecos mecánicos. El espía pone voz a esas muecas
El espía no tiene cara
El espía es un cobarde detrás de su disfraz
En todo conjunto más o menos cerrado de personas se expanden los espías y se forman los rumores
Los jugadores ponen tiza en las puntas de los tacos y apuntan a las bolas. Los espías son francotiradores
Un rumor se convierte en otro rumor a medida que su impulso, desplazamiento y dirección consiguen imponerse en la mesa de juego
El efecto último de los rumores es dominar el mundo
Un rumor puede matar, un rumor pone tu vida en juego
Los rumores son miméticos y asimilan los detalles de su entorno para pasar desapercibidos
Un rumor de velas apagadas y robadas que podría dejar sin su escasa luz a una iglesia
Un rumor de alas que arden o se desintegran en vuelo sobre un aeropuerto
Un rumor de lápices entrelazados creando una corona de espinas, la coraza de un puercoespín o la tabla de clavos y salvación del inmune al dolor
Un rumor de balas que caen contra baldosas de barro cocido. El sol de agosto entrando por enormes ventanas sin cristal
Un rumor de informaciones cifradas que, sobre una pantalla vibrante, componen la cabeza de un gato que te mira fijamente
Un rumor sobre oro escondido en la cueva de Alí Babá
Un rumor sobre el rumor que el propio espía no reconoce como suyo, aunque no hace tanto lo dejó caer en orejas que no eran suyas
Los espías siempre se colocan en los vértices de los triángulos. De esta forma ellos mismos se delatan
Las delaciones son los efectos especiales de este juego: una bola salta por encima de otra y la golpea por la espalda
Los agujeros por donde se pierden los rumores
Los espías dan vueltas alrededor de los jugadores
El que gana la información, gana la partida.
Salvador Alís.