ALGUNAS NOCHES HAY SUEÑOS
Qué hermosa es la lluvia y el cielo. Y las nubes de las que cae la lluvia en esta noche del 26 de marzo de 2014
Hay momentos de felicidad, de satisfacción, y otros momentos de agobio
El corazón no late a un ritmo regular
Algunas noches hay sueños
Se duermen cinco horas, con suerte siete
El cesto de las botellas se llena y se vacía
Los días volando en el ordenador, los proyectos
Lolita observa como apagas las diminutas brasas de la colilla en el cenicero de cristal
La boca, con sus dientes transparentes y su lengua sucia, la botella vacía, el cenicero
Qué hermoso es el frío y la lluvia. Y los vientos que transportan el frío en esta noche
La energía del cuerpo, la fuerza de voluntad
Con el primer vaso de agua se produce satisfacción, felicidad. Con el primer temblor aparece el agobio
El cuerpo comienza a manifestarse. Lo que antes era tan sólo sensación acaba en hechos consumados
Con el segundo vaso de agua se apacigua la sed
Diminutas brasas en el cenicero. En la nevera gris con puertas de aluminio: las frutas
De vez en cuando apetece una, y se alternan las frutas con los cigarrillos, con las copas de vino, con la observación de las estrellas
Si una fruta ocupa todo un plato no requiere de otras frutas, se aisla en su ocupación
El corazón no late al tiempo del corazón
Se duerme pocas horas y se retrasa el viaje
Por algún motivo el viaje se retrasa y las noches van cambiando
Por algún motivo dos hombres corren en noches paralelas, en ciudades que son pantanos. Sobre esos pantanos se elevan edificios parcialmente iluminados
En el corazón de esas ciudades la felicidad, la satisfacción y el agobio
Salvador Alís.
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