DESMITIFICACIÓN

DESMITIFICACIÓN

Todo es más vulgar de lo que parece
pero eso no impide que todo sea más sublime antes de parecer.

Este poema se debe a dos botellas de vino:
un gewürztraminer de 2015, Viñas del Vero, Pago El Enebro,
y un furmint de 2006, Tokaji Dry, Disznókö.

Por su apariencia, uno tiende a pensar que el oro viejo
de la uva furmint se impondrá al amarillo limón
de la gewürztraminer, pero no. La primera ha envejecido mal,
huele a flores podridas y resulta empalagosa al paladar.
La segunda, sin embargo, conserva toda la frescura y acidez
de lo aún está vivo, un trago fácil pero generoso en sensaciones
y satisfacción. Para un precio similar,
las diferencias son evidentes, después de la cata.

Pero como todo es más vulgar de lo que parece,
la cata no significa otra cosa que acabar con ambas botellas.

En realidad, cuando un poeta habla del camino y de la duda,
habla de beber o no beber, de dormir o no dormir,
de fumar o no fumar, de su vida sexual,
de tener o no tener una erección, de la importancia de un deseo.
Cuando un poeta habla del destino y de la muerte,
habla de su trabajo, de su esfuerzo, de su próxima jubilación.
Cuando un poeta habla de sus vinos y sus canciones,
en realidad habla de sus nostalgias y pesadillas,
de su mal dormir y el diario sobresalto de su despertar.

Julio se presenta, en sus presagios, luminoso.
Pero en su primer amanecer hay relámpagos en el horizonte.

Cuando ella dice "querido" o dice "amado mío",
en realidad dice "adiós" o "nunca más".

Al margen de las apariencias prefiero, siempre ante todo,
la sinceridad de mis felinas: cuando buscan mis caricias
las buscan de verdad y sin condiciones.
El perezoso león, dormitando inquieto bajo el sol, permite
que las hembras de su corte cacen para él,
mientras a él le incomoda una pulga bajo su pelaje.

Todo es más vulgar de lo que parece: mis poemas
son mi humo, mi filosofía es oro viejo, mi vida
es el limón que exprimo cada mañana antes del café.

Ella me despidió con un beso frío.

Salvador Alís.







EL CAMINO INFINITO

EL CAMINO INFINITO

Mientras el camino es largo
se anda tranquilo, lentamente y con medida.
Se contemplan los paisajes
a uno y otro lado,
al frente lo que se espera,
detrás lo que se olvida.

Mas ante la bifurcación surge la duda,
y uno se detiene y se pregunta
a dónde va pero no de dónde viene.

Se elige por instinto la piedra o el olivo,
la palmera flexible, el quebradizo hielo,
el sol que cae tras la montaña,
el mar que más abajo se oscurece.

Bajo una sombra repentina
se guarda uno de las sombras,
pero poco después amanece y el camino sigue.
El primer obstáculo es salvado.

De esta forma, cada vez que el camino se abre,
un nudo tiene que ser desatado.

Cuando el camino es corto
se anda con otra inquietud, otra perseverancia,
y se acelera el paso.

Salvador Alís.

5 POEMAS ÁRABES

5 POEMAS ÁRABES

Autorretrato

Si a veces necesito comprensión,
otras veces, en cambio,
estoy más precisado de ignorancia.

Porque tengo un caballo de cordura,
con cordura embridado,
y otro tengo también de necedad,
de necedad ensillado.

Quien me quiera, por tanto, en derechura,
me tiene enderezado,
quien me quiera torcido,
torcido me tendrá.

Muhammad B. Hazim Al-Bahili


Recuerdos de viejo 

Veo que ya la vista se me cansa
tras haber sido fuerte.
¡Bástete con tener buena salud!
Y es que el día y la noche, los dos tiempos,
tratan continuamente, sin conseguirlo,
de alcanzar su deseo.
¡Cuántas voces, de paso, fui escuchando,
y con cuántas miradas me encontré!
Se fue haciendo de noche
por la orilla de aquella juventud.
De haberme levantado, me habría revestido
de una túnica a rayas.
Tengo ya mucha edad, y todo viejo
se aburre y desencanta.

Humayd Bin Thaur Al-Hilali


Solo 

Me ha castigado tanto ya el dolor,
que me resulta cosa familiar,
médicos, cuidadores, no aguantan ya a mi lado.

Si hay algo que me importa,
parece que las noches me impiden alcanzarlo
aunque yo lo persiga.

Y solo, sin amigos, por doquier,
cuanto más importante es el deseo
más pequeña es la ayuda.

Al-Mutanabbi


Amor 

Porque el amor es nube, sobre mí,
y torrentes, debajo.
Y me hunde los pies,
o me cae cual diluvio.
Como una ciudad, como una tribu,
me envuelve la pasión,
encuentra la nostalgia
su albergue y su descanso
aquí en mi corazón.
Y en torno mío, tan sólo,
hay vientos circulando.

Abu-Nuwas


Patria de la pobreza 

Yo no cierro mi puerta porque tema
que me puedan robar lo que poseo.
La cierro simplemente porque así,
quien transite el camino,
no pueda ver mi mala situación.
Porque mi casa es patria de la pobreza,
donde, si entra el ladrón,
le robarán.

Abu-Firaun As-Sasi


Taracea de poemas árabes. "Poesía árabe clásica oriental". Tanais Ediciones.
Sevilla. 1995. Pág.: 17, 27, 33, 37 y 83. 














SOBRE LA MUERTE / DOS CITAS

SOBRE LA MUERTE / DOS CITAS

"Me gustaría resucitar de entre los muertos al menos una vez cada diez años. 
Desde mi tumba iría entonces al quiosco más cercano 
y compraría varios periódicos. Más no pediría. 
Pálido, con mis periódicos bajo el brazo, 
y tratando de pasar lo más inadvertido posible a la sombra de las casas, 
regresaría después al cementerio 
para informarme allí sobre las catástrofes más recientes del mundo. 
Luego volvería a dormirme contento 
en el refugio tranquilizador de mi tumba."

Luis Buñuel, a los ochenta y dos años, citado por Elias Canetti. 
Libro de los muertos. Galaxia Gutenberg. 2010. Pág.: 121.


"-Hace tiempo que no te veo. 
-Es que he muerto.
-Vaya, qué terrible. ¿Cuándo ocurrió?
-Hace dos meses.
-¿Pero ahora te va bien?
-No me va mal, gracias."

Anotación del año 1955 de Elias Canetti. 
El libro contra la muerte. Galaxia Gutenberg. 2017. Pág.: 91.

CONTRA EL AMOR

CONTRA EL AMOR

Imagen relacionada
Bianca Bakija en Bad Lieutenant, 1992, de Abel Ferrara.

CONTRA EL TERROR

CONTRA EL TERROR

La canción podría titularse "Dios salve a la reina";
otros imperativos la titulan "Terror en Londres".
El estribillo es conocido: "Cuando uno llega a casa,
después de una fatigosa jornada de trabajo
en el caótico aeropuerto de Son Sant Joan...",
cumplida la medianoche, luego de la necesaria ducha,
los espárragos y el pez espada, anhelando no pensar y relajarse,
las noticias en la televisión pretenden ser inquietantes,
y entonces la letra y música de la canción
se vuelven falsa bandera o simulacro.

El terror no consiste en que un caballo desbocado
arrolle a la multitud que lo jalea, incita o enerva.
El terror es una clara invención de los fantasmas que no existen,
como no existen los muertos, víctimas excelsas
que de este mal se duelen hasta el hastío.
No se muere nadie de nada sino de miedo.
El cáncer de uno es el pánico de otros, un proyecto avanzado,
las manos sobre la cabeza y desfilando por las aceras.

Policías uniformados con las manos vacías ordenan
"cuerpo a tierra"-, órdenes absurdas que los temerosos
se apresuran a obedecer. El ensayo general
resulta exitoso: se cumplen las normas, se asimila el temor
y nadie se siente menos que nadie en un mundo gregario
y cobarde. La gran amenaza son tres asesinos armados
con cuchillos de quince centímetros (¿quién los ha medido?).
Primero atropellan con una furgoneta blanca de gran tamaño,
la más mortífera de las armas, y en su lógica inversa
luego atacan cuerpo a cuerpo y se funden con la noche.

El estribillo es conocido: "Pendientes del fútbol, los goles
y la victoria, atemorizados ciudadanos
de nuestras prósperas ciudades,
dejando atrás sus cervezas calientes y sus disfraces...",
corren a esconderse en los contenedores de basura
donde se sienten seguros; si Mister Trump decide que EEUU
incumpla los protocolos para frenar el cambio climático,
entonces ¿cuántos millones se verán afectados?

No se trata de dólares ni de euros sino de seres humanos.
Que las fronteras hablen de su terror,
que los cementerios marinos hablen de sus muertos,
que los desiertos cuenten sus huesos,
que las selvas guarden sus machetes, que los campos
de refugiados colapsen y desaparezcan. No hay futuro.

La muerte en sus alturas, soberana de gobiernos y ejércitos,
se ríe en esta noche a carcajadas, cumplida pues
su estrategia fácilmente, sometida la City a sus caprichos,
ensayo general para quién sabe qué designios.
El anuncio de un cáncer no significa muerte sino miedo.
Pero es sabido que se muere de miedo y no de cáncer.
No seré yo quien lo desmienta.

Moriré por lo que deba de morir más sin temor alguno,
pues hace tiempo ya que me preparo, consciente
de que, igual que tuve que aprender a vivir en soledad,
deberé aprender sin ensayos previos el arte de la despedida.

¡Qué triste mensaje el de esta noche! Cobayas o simples conejos
deben correr a sus madrigueras, no opongan resistencia,
no se enfrenten, no negocien, apaguen los móviles,
contacten con la policía. El número ¿es seguro?
Sientan el miedo como sienten el calor del verano anticipado.
Y si desean relajarse, viajen a Mallorca, isla acogedora.

Salvador Alís.