martes, 23 de julio de 2013
LO INEVITABLE
LO INEVITABLE
Algún día no muy lejano, cuando se cierre a tu espalda la última puerta,
encontrarás de aquel lado a tu dios o a tu demonio.
Él te formulará claras preguntas que quizá sepas o no sepas contestar.
De nada servirán entonces tus números,
tus gráficos, tus estadísticas, tu contabilidad sin alma,
tus horas ganadas y perdidas. Toda la arena habrá caído
y tus manos sin tendones no podrán sujetar ya el reloj ni darle vuelta.
En esa estancia sin paredes te juzgarán interrogantes y silencios,
y el eco de las palabras y de la sombra de las palabras
volverá una y otra vez sin darte tregua.
¿Qué hiciste por tus semejantes? ¿Comprendiste el dolor ajeno?
¿Fuiste justo? ¿Qué pasión fue la tuya? ¿Y hasta dónde...?
¿Y según qué trayecto...? ¿Y a costa de quién...?
Tu dios o tu demonio será todo tu pensamiento
y las preguntas durarán más allá de lo concebible. Algún día,
tras la puerta sin medida que cerrarás con tus pasos.
Salvador Alís.
Bien cierto es, además con toda la eternidad por delante te verás obligado a jugar partidas de ajedrez para pasar el rato, y dichas partidas espero que sean muy didácticas y como mínimo con un tal "Marx" (muy sabio él) que como bien decía, te explicará lo siguiente:
ResponderEliminar"El capitalista compra con dinero el trabajo de los demás y los obreros cambian la fuerza de trabajo, es decir, su mercancía, por la mercancía del capitalista, es decir, la paga o salario.
La fuerza de trabajo para el obrero es su actividad vital que le asegura los medios necesarios para subsistir. El obrero es libre de cambiar de capitalista, es libre de trabajar, pero no puede desprenderse de la clase de los capitalistas, a quienes se ha alquilado, sin renunciar a su existencia misma.
El trabajador no recoge el valor de lo que produce, es decir, la plusvalía, y esta explotación lo priva de sus herramientas artesanales. Por causa de esta división del trabajo ignora lo que está produciendo y eso significa que está alienado. Y estudié la alienación del producto del trabajo considerando que cuanto más se sumerge el obrero en su trabajo más extraño se le vuelve el mundo y menos dueño es de sí mismo. El trabajador siente que su trabajo no le pertenece.
Así que aprendido esto a posteriori, quiza se de cuenta de los verdaderos valores y del sentido de la vida. Y ahi será cuando llegue el arrepentimiento por no poder enmendarse. "Vive y deja vivir".
Un saludo ritopaja. ; ) Carpe diem.
La imagen es muy sugerente, es tuya y te reconozco el mérito: En un hipotético filtro de pasajeros VIP que pretenden viajar a Suiza o a su cielo, dos aburridos guardias de seguridad juegan al ajedrez mientras la cola se eterniza sin que a ellos parezca importarle demasiado. Uno es viejo y tiene larga cabellera y barbas blancas (Karl Marx); el otro, más joven, tiene una rala barba negra (Ernesto Che Guevara). De vez en cuando interrumpen la partida y atienden a un cliente. "Saque usted los sobres, le pita el dinero negro, quítese las comisiones, ponga aquí las plusvalías? ¿A dónde dice que va?"
ResponderEliminar