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Calavera de platino y diamantes de Damien Hirst. |
El 31 de agosto de 2007, la Agencia EFE comunicaba desde Londres, a nivel internacional, la siguiente noticia:
"La
calavera humana de platino y enteramente incrustada de diamantes del
artista británico Damien Hirst ha sido supuestamente adquirida por 50
millones de libras (74 millones de euros) por un grupo de inversión no
identificado. Según informa el vespertino 'Evening Standard', el artista, sin embargo, no ha querido perder todo control sobre su obra y ha puesto una serie de condiciones a los compradores. Así, la calavera, que se exhibió por primera vez el pasado junio en
la galería de vanguardia londinense 'White Cube', podría viajar
próximamente a varias capitales. Según el agente comercial del artista, Frank Dunphy, los compradores se han declarado dispuestos a pagar en metálico sin que se les haya ofrecido descuento alguno sobre el precio, que es el que fijaron inicialmente el artista y su galería. "La venta se cerrará dentro de tres o cuatro semanas una vez que acabamos con todo el papeleo", dijo Dunphy al diario.Como parte del acuerdo, la calavera se exhibirá en museos de todo el mundo
durante los próximos tres o cuatro años. Cuando se expuso por primera
vez, Hirst dejó bien claro que no le gustaría que su obra acabase en una
caja fuerte sino que quería que pudiese verla mucha gente.
La obra de Hirst es una reproducción a tamaño natural de un cráneo humano en platino, completamente cubierto por 8.601 diamantes, cuyo peso, según White Cube, es de 1.106,16 quilates. La pieza fue fabricada por Bentley & Skinner,
conocido joyero de la londinense Bond Street, y se dice que es el
encargo de joyería más caro desde las Joyas de la Corona británica. El artista británico reconoce que su participación en las obras de
arte, lo mismo pinturas que esculturas o instalaciones, es mínima: él
tiene la idea y luego deja que sus "obreros" -hay más de 120 personas trabajando a sus órdenes en tres estudios- la materialicen. Hirst, de 42 años, se ha convertido gracias a sus tiburones en formol
y a sus vitrinas con píldoras de colores en el más rico de los artistas
británicos vivos. Se le calcula una fortuna superior a los 300 millones de euros, y el artista tiene propiedades inmobiliarias en varios lugares del Reino Unido así como en México. Las ventas de su última exposición, en los dos locales londinenses de
la galería White Cube, han sumado 130 millones de libras (unos 190
millones de euros), y ello sin contar la calavera.
El círculo que rodea a Hirst tiene además una posición dominante en
el mundo del arte: su marchante neoyorquino, Larry Gagosian, el
coleccionista Steve Cohen (propietario del tiburón suspendido en formol)
y el dueño de la galería White Cube, Jay Jopling, ocupan lugares
importantes en una lista elaborada por la publicación 'Art Review'. Si el propio Hirst es el número uno de esa lista, Gagosian figura en segundo lugar, y los otros ocupan las posiciones 24 y 31, respectivamente. Jopling, dueño de la galería 'White Cube', y Gagosian, propietario de
la que lleva su nombre, figuran entre los marchantes más importantes
del arte actual. Jopling, hijo de un político conservador y casado con la conocida artista
británica Sam Taylor-Wood, abrió su galería 'White Cube' en 1993 y pasa
por ser uno de los paladines del llamado grupo de Jóvenes Artistas
Británicos, junto al coleccionista y marchante Charles Saatchi. A su vez, el agente de Hirst, el citado Frank Dunphy, que representa
también a otros artistas de ese grupo como Tracey Emin o los hermanos
Chapman, es, gracias a su sentido del negocio, el cerebro que ha
convertido al artista británico en una especie de 'marca mundial'."
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