martes, 3 de abril de 2018

MIRO EL PAISAJE / BUSCO PALABRAS

MIRO EL PAISAJE / BUSCO PALABRAS

En el estrecho camino que ni a ti ni a mí nos pertenece,
pared de piedra hasta el cielo a un lado,
ladera que se inclina, herida abierta del contrario,
aparecerás un día precedida por tu decisión irrevocable.
Me dirás entonces que sólo tras la defensa convencida
de nuestro paso se gana el amarillo sol más alto
y bajo él la mar azul o más clara agitada si corresponde.

Frente a frente nuestros ojos se abrieron y cerraron,
fieras tranquilas a la espera de una balanza,
de una verdad dicha por su sentido y nuestro dilema:
quién de los dos cede primero -el camino no lo sabe,
el camino no puede vernos, el camino es ciego.

Y esa mirada que no es tuya ni mía permanece
mientras nuestros ojos de distinto color se preguntan 
hasta dónde y hasta cuándo las canciones en el árbol,
hasta dónde y por qué los cerezos y los pinos,
las nubes rosadas, tenues neblinas hasta cuándo,
si hay que seguir o hay que detenerse, mirar el paisaje,
buscar palabras, recrear otra oscuridad, callarse.

Me dirás que de ti no depende, que el estrecho camino
no corta la árida montaña por casualidad, que una flor
se abre por su voluntad y se cierra cumplida
cuando ya ha visto en su totalidad el mundo visible.
Aparecerás ante mí desnuda o blanca, insobornable,
en una mano el libro, en la otra la llave verdadera.
Pero falta la puerta, la puerta no se halla, falta.

No detendrás tu avance, no pronunciarás un sí o un no,
precedida por tus heraldos negros sin espada
serán ellos quienes anticiparán nuestro encuentro,
el lugar y el instante, las deudas y los plazos, la suma 
y la resta, las inevitables condiciones de la rendición.

Salvador Alís.





Salvador Alís.

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