viernes, 21 de abril de 2017

DESAFINADO

DESAFINADO

No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.
He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!

Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.
Isabella Rossellini se asoma a mi ventana:
gorilas, ciervos, delfines, patos y ballenas.

El enigma de la fecha de la muerte de personas conocidas.
La vergüenza de nuestra inmortalidad.
Estudios para dibujos y pinturas que no serán nunca.
Apuntes para poemas que no serán jamás.

Para todo hay un límite, una puerta cerrada.
Pero una meta no alcanzada dice lo que dice,
lo que muchos esperan oír. La voz que en esta noche
habla, la voz que abre orejas, que agita almas.

Si no es tu caso, da la vuelta y regresa, Si lo es,
escucha con atención. Lo que se traza sobre papel,
lo que se pierde y se gana, es y no es lo que se piensa.
Un orador ante un público de mudos y sordos.

Por pensar se diluye el pensamiento en este discurso.

El pájaro que no se dice aprendió a comer migas de pan
en las manos del que se dice alimentador de pájaros.
No voy de un lado a otro corriendo, tampoco me demoro.
Ni deprisa ni despacio.

Se hace tarde, siempre se hace tarde.
Una venda en los ojos y tú gimiendo en la noche.
Otra botella vacía. Otra palabra por decir.
Otra jaula vacía. Otro algo que se dice y no se oye.

Un día y otro día unidos por el corto sueño agitado,
por las sábanas de piel de oveja,
por el convencimiento y la experiencia
de que una copa de más no duele, no mata.

Me queda tanto por soñar, reír, dibujar y escribir.
No estoy nervioso, tampoco apaciguado.

Me tranquiliza Nube clavándome sus uñas,
Lolita cuando duerme y más cuando está despierta,
Sombra con sus ensayos de maullar.

Lo que sucede en el Mundo no sucede en ti,
puesto que el Mundo se aleja a la velocidad de la luz.
Lo que sucede en ti, sucede en la oscuridad.
No se ve, tampoco se entiende, simplemente sucede.

Se abre una puerta cerrada y entre Isabella
con su vestido negro y su cremallera.
Se abre otra puerta y entra Jolie Môme.
Labios rojos y maquillaje no son accesorios.

El desprecio y la caricatura sobre lo que se calla.
Uno ya no sabe qué decir, qué opinar.

He vivido ya lo suficiente, estoy tranquilo.
Me queda tanto por vivir, tanto por olvidar...!
¿He comprendido algo, lo has comprendido tú?
La comprensión no implica felicidad.

En el discurso de este pensamiento se diluye la vida
y se diluye su contrario. Vencedor de la palabra,
conversador que no pronuncia palabra.
No por decir más alto, más claro.

Entender que en el toque de una guitarra desafinada
también puede hallarse emoción.
En el lago, en el fuego que no arde,
en la cara marcada, en la película que no acaba.

Aspa de hierro sobre la acera, tarde perdida,
noche interminable. Magali Datzira se parece a alguien
que se parece a ti. Pero ella no eres tú, yo no soy yo.

No voy de un lado a otro. Tampoco me importan
las cuerdas desafinadas. Me importa la belleza,
lo que no se somete a la actualidad,
lo que parece eterno.

Noches y días sin principio ni final. Este sueño
y esta pesadilla que se escriben al despertar...


Salvador Alís.







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