AHORA
Cascabeles silenciosos colgados de las orejas.
Un puente en blanco y negro sobre el amanecer no soñado.
Una serpiente de humo ciñendo el pecho
de un suspiro que atraviesa el tiempo desde que anochece.
Un pequeño gato multicolor bajo la bóveda
que cubre la calle denominada "Pasaje de Marte".
La muerte dorada y rubia, tan bella del otro lado.
Y esta barca que se hace a la mar anticipando noviembre,
que busca el viento cálido del sur del Mediterráneo,
que ignora la erosión de no dormir y avanza,
como si su destino fuera, contra la isla, contra el volcán.
Un coloso vigila el paso de este mundo a ese mundo:
columnas en triángulo, olivos verdes, mitos olvidados.
Hay una rueda girando para que todo vuelva.
Salvador Alís.
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