sábado, 31 de mayo de 2014
SON ESPASES / 1
Después de un vulgar resfriado, dos días en cama, con unas décimas de fiebre, y automedicado con paracetamol, volví al trabajo sin encontrarme todavía bien. Los mocos transparentes y los esputos verdes, algunas veces sangre por la nariz, aunque nunca en cantidad alarmante.
Un par de semanas después, una mañana al despertar descubro que tengo la enfermedad de Goya, la sordera:
En un cuadro, Goya aparece autorretratado enfermo y agonizante, sostenido por detrás por el doctor Arrieta que le da a beber alguna medicina. En un fondo oscuro aparecen al fondo a la izquierda unos rostros de mujer que la crítica ha identificado con la representación de Las Parcas. En una cartela en la parte baja del cuadro figura un epígrafe, presumiblemente autógrafo, que reza: "Goya agradecido, á su amigo Arrieta: por el acierto y esmero con qe le salvo la vida en su aguda y / peligrosa enfermedad, padecida á fines del año 1819, a los setenta y tres años de su edad. Lo pintó en 1820".
Goya continúa convaleciente, y se traslada a Cádiz, a casa de su amigo Sebastián Fernández, quien, en marzo de 1793 escribe a Zapater: “…que nuestro Goya sigue con lentitud, aunque algo repuesto. Tengo confianza en la estación y que los baños de Trillo, que tomará a su tiempo, lo restablezcan. El ruido de la cabeza y la sordera en nada han cedido, pero está mucho mejor de la vista y no tiene la turbación que tenía, que le hacía perder el equilibrio”.
• La “cofosis mercurial, en aquellos casos en los que, con el uso del mercurio, se pierde el oído”.
• La “cofosis venérea, en la que gálico inveterado ataca al oído”.
• Y la “cofosis pletórica, propia de personas de vida sedentaria y regalada mesa, por llenura de los vasos sanguíneos de la oreja interna”.
Según los conocimientos de la época, Goya padeció una “parálisis de los nervios de los oídos, de causa oscura –pletórica, luética o tóxica-, responsable de la sordera, que, a su vez, había excitado las terminaciones de los nervios auditivos, -lo que habría producido sus ruidos-, y justificado sus giros de cabeza, por el daño de los espíritus cerebrales”. Se han tenido en cuenta otras hipótesis diagnósticas, pero, en cualquier caso, la causa definitiva sigue siendo un misterio hoy en día.
La sordera de Goya era tan profunda que le obligó a renunciar a su puesto de director de pintura en la Academia de San Fernando. Se llegó a decir de él que:
Un par de semanas después, una mañana al despertar descubro que tengo la enfermedad de Goya, la sordera:
<< En
noviembre de 1792, Francisco de Goya enferma gravemente en Sevilla con
un complejo cuadro clínico: sufre de acúfenos (autoescucha de ruidos y
pitidos en los oídos), vértigos, disminución de la capacidad auditiva y
confusión mental, con delirios y alucinaciones.
Tal
es la gravedad del cuadro que adelgaza considerablemente y entra en una
profunda depresión, y en enero de 1793 escribe a su amigo Zapater
diciéndole que está:
"enfermo, en cama, desde hace dos meses en la ciudad de Sevilla”.
Zapater le contestó, aludiendo a su “mala cabeza”, en referencia a una posible enfermedad venérea, dada la conocida promiscuidad del pintor.
En un cuadro, Goya aparece autorretratado enfermo y agonizante, sostenido por detrás por el doctor Arrieta que le da a beber alguna medicina. En un fondo oscuro aparecen al fondo a la izquierda unos rostros de mujer que la crítica ha identificado con la representación de Las Parcas. En una cartela en la parte baja del cuadro figura un epígrafe, presumiblemente autógrafo, que reza: "Goya agradecido, á su amigo Arrieta: por el acierto y esmero con qe le salvo la vida en su aguda y / peligrosa enfermedad, padecida á fines del año 1819, a los setenta y tres años de su edad. Lo pintó en 1820".
Goya continúa convaleciente, y se traslada a Cádiz, a casa de su amigo Sebastián Fernández, quien, en marzo de 1793 escribe a Zapater: “…que nuestro Goya sigue con lentitud, aunque algo repuesto. Tengo confianza en la estación y que los baños de Trillo, que tomará a su tiempo, lo restablezcan. El ruido de la cabeza y la sordera en nada han cedido, pero está mucho mejor de la vista y no tiene la turbación que tenía, que le hacía perder el equilibrio”.
En
abril de 1793, a los 59 años de edad, puede regresar a Madrid, pero
queda finalmente con una sordera profunda e irreversible como secuela
que le acompañó hasta el final de sus días.
En cuanto a la etiología de la sordera (o cofosis) de Goya, la Otorrinolaringología de 1793 debió de barajar las siguientes probabilidades:
En cuanto a la etiología de la sordera (o cofosis) de Goya, la Otorrinolaringología de 1793 debió de barajar las siguientes probabilidades:
• La “cofosis mercurial, en aquellos casos en los que, con el uso del mercurio, se pierde el oído”.
• La “cofosis venérea, en la que gálico inveterado ataca al oído”.
• Y la “cofosis pletórica, propia de personas de vida sedentaria y regalada mesa, por llenura de los vasos sanguíneos de la oreja interna”.
Según los conocimientos de la época, Goya padeció una “parálisis de los nervios de los oídos, de causa oscura –pletórica, luética o tóxica-, responsable de la sordera, que, a su vez, había excitado las terminaciones de los nervios auditivos, -lo que habría producido sus ruidos-, y justificado sus giros de cabeza, por el daño de los espíritus cerebrales”. Se han tenido en cuenta otras hipótesis diagnósticas, pero, en cualquier caso, la causa definitiva sigue siendo un misterio hoy en día.
La sordera de Goya era tan profunda que le obligó a renunciar a su puesto de director de pintura en la Academia de San Fernando. Se llegó a decir de él que:
"Se
asusta con facilidad por el modo en que la gente irrumpe en su campo
visual como caída del cielo, por el modo en que corre a su alrededor en
silencioso torrente, murmura y ríe, se le acerca subrepticiamente, por
detrás, y él siente su aliento en la nuca. Todos parecen burlarse de su
vulnerabilidad, excepto los que son vulnerables: los lisiados, los
viejos seniles, y los locos, que lo reconocen y aceptan de inmediato
como uno de ellos." >>
miércoles, 28 de mayo de 2014
HILDE DOMIN
LA GUERRA DESPUÉS DE LA PRÓXIMA GUERRA
"No tengo brazos.
Mis manos están atadas a mi espalda como alas.
Quizá mi destino era ser pájaro,
pero no vuelo.
Quizá un ser humano,
pero no mato.
Y no necesito abrazaros a vosotros que matáis,
a vosotros cuya mano lanza la piedra
desde el principio.
Todo ha sido igual desde entonces,
sólo ha cambiado la honda.
La guerra después de la próxima guerra
-decía Einstein-
se hará de nuevo con arco y flecha.
El próximo frigorífico no,
pues el que ha de venir será un cántaro
con agua de lluvia.
Hasta entonces,
para los no adaptados al mundo,
tal vez aún la luna
como campo universal de concentración."
Hilde Domin.
(Poetisa alemana nacida en 1909 y muerta en 2006. Viajó por diversos países huyendo, como tantos otros, del nazismo, hasta establecerse en República Dominicana, donde vivió 13 años.)
NO - EUROPA
Europa no existe. Europa es un espejismo entre la nieve y el desierto, una pompa de jabón que no estalla, que flota sobre una cruz invertida, una luz que no ilumina pues esta hundida en el fango, una mujer con barba, un disfraz, una caracterización. Europa es un toro castrado, una tierra estéril. Heridas en las fronteras, amputaciones en el viaje, maletas extraviadas.
Piden en un instante, con disimulada violencia, su limosna las mafias de pedigüeños. Cualquier aficionado al teatro reconoce a los tramposos, malos actores en una obra fallida. No hay políticos honrados. Unos y otros, bajo sus carpas ideológicas, cuentan con fruicción sus billetes.
Europa es un campo extenso horadado por múltiples madrigueras de conejos. Italia es un conejo cobarde y presuntuoso. Francia es un conejo con lentes. Alemania es un conejo gordo e intimidante. Inglaterra es un conejo gris que alardea de saber nadar. Austria es un conejo carnívoro, Suiza es un conejo acaparador. Y así sucesivamente.
Todos los políticos mienten. Ninguno está interesado en la libertad. La verdadera libertad no necesita a los políticos.
Europa es una jaula de pájaros muertos, un circo decrépito y decadente donde los payasos ya no hacen reír, un viejo elefante que se deja caer y aplasta con su peso a los niños, una gran mueca que repele y atemoriza. Europa resbala con la lluvia en los tejados puntiagudos de pizarra, se rompe en mil pedazos en contacto con el adobe seco, se corrompe en las charcas contaminadas y se estrella en las autopistas. Y sin embargo, paga bien a los idiotas que representan hasta la extenuación el número de las falsas bofetadas, a los reyes y primeros ministros, a las brujas y a las putas, a los hombres maquillados, a los domadores y a los enanos. En el gran circo se exhiben banderas multicolores, pero el león bosteza y el buda sonríe.
Un viejo aficionado a la viagra gobierna un país sin aceptar su edad e ignorando su historia. Un papa argentino habla con los pobres en público y con sus dioses en privado. Una vieja sin alas, maquinista de locomotora, rectifica el carbón de su cara -frente a un espejo.
Europa es un espejismo entre la nieve y el desierto. Europa no existe.
Los políticos de esta Europa son los cerdos que imaginan ser los políticos que husmean en nuestro bosque las trufas blancas y las trufas negras. De todo se aprende. ¿Hay olfato en esta Europa que capte el silencio enorme de los pobres? ¿Hay antenas que asimilen y redirijan las señales?
Se diría que Europa habla consigo misma. Se diría que Europa es el mal argumento de una mala novela. Un folletín interminable. Un monólogo que no se entiende.
El rey de nuestra reina se entretiene disparando. Un catalán gobierna el país de Michaux, de Artaud, de Camus, de La Rochelle, de Le Pen. Entre las columnas del Partenón, Goebbels renueva su discurso. La pasión de Europa en el aburrimiento de los políticos. Una casta condenada a sucumbir.
Princesas que mueren en túneles, reyes que pierden la cabeza, zares y zarinas desaparecidos en la helada. Y no obstante, el norte de Europa crece, se tienen más niños, el circo nunca se llena, la inmigración no cesa. Toda Europa está pendiente del norte de Europa. Pero los turistas prefieren Atenas y Lisboa, Santorini y Madeira, las islas Baleares y las Canarias. El complejo mapa de Europa, con la fría Rusia por encima y la caliente África por debajo. Un niño con un gorro de piel de lobo y un niño con la cabeza llena de moscas. El viejo león bosteza y el viejo oso gruñe y el buda sonríe.
Estallará un volcán en Europa. Pero su fuego se verá -una vez más- en blanco y negro.
Europa es un mapa dibujado en una cartulina. En ocasiones se muestra enmarcado en oro y, en ocasiones, clavado con chinchetas en las paredes del aula donde el atormentador de niños imparte clase. Una copia del mapa de Europa permanece enrrollado dentro de un tubo de cartón.
Europa es un cuchillo cortando naranjas y limones. Una mujer vestida de azul con agujeros en la cara. Un espejo donde se junta el polvo. Los antiguos griegos tuvieron una idea de Europa. Los africanos buscan sus pirámides y sus selvas en Europa. El símbolo de Europa tras los muros de un campo de concentración.
Europa es una muñeca con los labios pintados, una cámara de fotos sobre las nubes, una guerra sin final.
Dibujos trazados a plumilla representan a Europa siendo atacada por perros hambrientos. Europa encarnada en una mujer vestida de azul, con los brazos y las piernas y los hombros y el cuello desnudos y cubiertos con tatuajes.
Sobre Europa, buda no deja de sonreir. Y a los pies de Europa, las concertinas no detienen a los desesperados. Integración y competencia, disgregación, desigualdad, independencia, control, represión y oposición y tantas otras palabras sinónimas del caos.
Europa es un toro castrado, una tierra estéril. Un espectáculo grotesco.
Salvador Alís (11 y 12 de mayo de 2014.)
Piden en un instante, con disimulada violencia, su limosna las mafias de pedigüeños. Cualquier aficionado al teatro reconoce a los tramposos, malos actores en una obra fallida. No hay políticos honrados. Unos y otros, bajo sus carpas ideológicas, cuentan con fruicción sus billetes.
Europa es un campo extenso horadado por múltiples madrigueras de conejos. Italia es un conejo cobarde y presuntuoso. Francia es un conejo con lentes. Alemania es un conejo gordo e intimidante. Inglaterra es un conejo gris que alardea de saber nadar. Austria es un conejo carnívoro, Suiza es un conejo acaparador. Y así sucesivamente.
Todos los políticos mienten. Ninguno está interesado en la libertad. La verdadera libertad no necesita a los políticos.
Europa es una jaula de pájaros muertos, un circo decrépito y decadente donde los payasos ya no hacen reír, un viejo elefante que se deja caer y aplasta con su peso a los niños, una gran mueca que repele y atemoriza. Europa resbala con la lluvia en los tejados puntiagudos de pizarra, se rompe en mil pedazos en contacto con el adobe seco, se corrompe en las charcas contaminadas y se estrella en las autopistas. Y sin embargo, paga bien a los idiotas que representan hasta la extenuación el número de las falsas bofetadas, a los reyes y primeros ministros, a las brujas y a las putas, a los hombres maquillados, a los domadores y a los enanos. En el gran circo se exhiben banderas multicolores, pero el león bosteza y el buda sonríe.
Un viejo aficionado a la viagra gobierna un país sin aceptar su edad e ignorando su historia. Un papa argentino habla con los pobres en público y con sus dioses en privado. Una vieja sin alas, maquinista de locomotora, rectifica el carbón de su cara -frente a un espejo.
Europa es un espejismo entre la nieve y el desierto. Europa no existe.
Los políticos de esta Europa son los cerdos que imaginan ser los políticos que husmean en nuestro bosque las trufas blancas y las trufas negras. De todo se aprende. ¿Hay olfato en esta Europa que capte el silencio enorme de los pobres? ¿Hay antenas que asimilen y redirijan las señales?
Se diría que Europa habla consigo misma. Se diría que Europa es el mal argumento de una mala novela. Un folletín interminable. Un monólogo que no se entiende.
El rey de nuestra reina se entretiene disparando. Un catalán gobierna el país de Michaux, de Artaud, de Camus, de La Rochelle, de Le Pen. Entre las columnas del Partenón, Goebbels renueva su discurso. La pasión de Europa en el aburrimiento de los políticos. Una casta condenada a sucumbir.
Princesas que mueren en túneles, reyes que pierden la cabeza, zares y zarinas desaparecidos en la helada. Y no obstante, el norte de Europa crece, se tienen más niños, el circo nunca se llena, la inmigración no cesa. Toda Europa está pendiente del norte de Europa. Pero los turistas prefieren Atenas y Lisboa, Santorini y Madeira, las islas Baleares y las Canarias. El complejo mapa de Europa, con la fría Rusia por encima y la caliente África por debajo. Un niño con un gorro de piel de lobo y un niño con la cabeza llena de moscas. El viejo león bosteza y el viejo oso gruñe y el buda sonríe.
Estallará un volcán en Europa. Pero su fuego se verá -una vez más- en blanco y negro.
Europa es un mapa dibujado en una cartulina. En ocasiones se muestra enmarcado en oro y, en ocasiones, clavado con chinchetas en las paredes del aula donde el atormentador de niños imparte clase. Una copia del mapa de Europa permanece enrrollado dentro de un tubo de cartón.
Europa es un cuchillo cortando naranjas y limones. Una mujer vestida de azul con agujeros en la cara. Un espejo donde se junta el polvo. Los antiguos griegos tuvieron una idea de Europa. Los africanos buscan sus pirámides y sus selvas en Europa. El símbolo de Europa tras los muros de un campo de concentración.
Europa es una muñeca con los labios pintados, una cámara de fotos sobre las nubes, una guerra sin final.
Dibujos trazados a plumilla representan a Europa siendo atacada por perros hambrientos. Europa encarnada en una mujer vestida de azul, con los brazos y las piernas y los hombros y el cuello desnudos y cubiertos con tatuajes.
Sobre Europa, buda no deja de sonreir. Y a los pies de Europa, las concertinas no detienen a los desesperados. Integración y competencia, disgregación, desigualdad, independencia, control, represión y oposición y tantas otras palabras sinónimas del caos.
Europa es un toro castrado, una tierra estéril. Un espectáculo grotesco.
Salvador Alís (11 y 12 de mayo de 2014.)
domingo, 25 de mayo de 2014
ELECCIONES EN EURO-GATOLANDIA
Antes y después de las elecciones al Parlamento Europeo
me entretengo pintando sobre papel los rostros de los ganadores.
Es, por supuesto, un experimento, una apuesta sobre una Europa imaginaria.
A buen entendedor, pocas imágenes bastan.
Salvador Alís. 6 pinturas sobre papel.. 23 y 25 de mayo de 2014. |
jueves, 22 de mayo de 2014
LA TURCA
Querida D.:
Me gusta pensar que Istambul fue un puente entre dos momentos de nuestra historia.
Quizá los barcos, tal vez el atardecer cayendo como un telón sobre los minaretes,
las calles que cambiaban de sentido como si las rotase un motor gigante,
los azulejos azules y los gatos azules bajo el sol, la música en el bar-mirador del Gran Yavuz,
todas estas cosas y otras que no se mencionan nos dieron una nueva vida.
Mi corazón se llenó de alegría con esa música a tu lado.
La Turca me dijo entonces que nuestro amor era una joya más brillante que las dagas de oro de Topkapi, que los pájaros que caen del cielo deben ser protegidos de los gatos cazadores,
que en el castillo de Anadolu Kavagi soplaba el viento de la inmortalidad.
Por eso me gusta la Turca y por eso anhelo volver a Istambul.
Por eso la Turca y yo te dedicamos esta canción.
APUNTES 2014 / II
NO HAY ENEMIGO PEQUEÑO. ¿Cuántas botellas de vino es necesario beber para empezar a contar las innumerables gotas de veneno que aguardan, sin deseo y sin memoria, esparcidas en la vida cotidiana?
EN EL CIRCO. Enanos nos invitan a tomar café. Gigantes bobos tropiezan con una silla invisible. Payasos viejos pretender cambiar el Circo con sonrisas pintadas. El especialista en triple salto mortal no se decide a bajar al suelo. El caballo al que disfrazan de unicornio se entretiene mordisqueando la hierba. La orquesta ensaya bajo una carpa; tres de los músicos son ciegos, otros dos no oyen; y al director de la orquesta le faltan varios dedos.
JEAN-CLAUDE VAN DAMME. Esta noche me hacen ver en un móvil un anuncio publicitario donde Van Damme aparece entre dos camiones de gran tonelaje que circulan marcha atrás por una carretera. Sólo se apoya en los camiones con sus pies. Al principio los vehículos se mueven en paralelo a muy corta distancia, pero luego comienzan a abrirse y Van Damme tiene, a su vez, que abrir las piernas. La imagen se congela cuando el actor se apoya en los camiones con sus piernas formando un ángulo de 180º. Esto me ha hecho pensar que, en ocasiones, uno se mantiene vivo en equilibrio entre dos mundos que se alejan.
LA FIRMA DE UN NOTARIO. Me sorprende hoy la firma de un notario. Muchos trazos y muy seguros, ocupando gran parte de la mitad inferior de un folio. Yo tengo dos firmas, pero ambas son simples, y una de ellas es la síntesis de la otra. Podenos imaginar grande la firma de Don Quijote, la de Napoleón, la de Homero, pero ¿la de un notario?. Si uno vive de su firma es fácil que la pinte de colores, que la expanda, que la complemente con planetas y con estrellas, que elabore sobre ella o en ella su autorretrato, que la acompañe con un texto, con símbolos, con sellos.
EN EL CIRCO. Enanos nos invitan a tomar café. Gigantes bobos tropiezan con una silla invisible. Payasos viejos pretender cambiar el Circo con sonrisas pintadas. El especialista en triple salto mortal no se decide a bajar al suelo. El caballo al que disfrazan de unicornio se entretiene mordisqueando la hierba. La orquesta ensaya bajo una carpa; tres de los músicos son ciegos, otros dos no oyen; y al director de la orquesta le faltan varios dedos.
JEAN-CLAUDE VAN DAMME. Esta noche me hacen ver en un móvil un anuncio publicitario donde Van Damme aparece entre dos camiones de gran tonelaje que circulan marcha atrás por una carretera. Sólo se apoya en los camiones con sus pies. Al principio los vehículos se mueven en paralelo a muy corta distancia, pero luego comienzan a abrirse y Van Damme tiene, a su vez, que abrir las piernas. La imagen se congela cuando el actor se apoya en los camiones con sus piernas formando un ángulo de 180º. Esto me ha hecho pensar que, en ocasiones, uno se mantiene vivo en equilibrio entre dos mundos que se alejan.
LA FIRMA DE UN NOTARIO. Me sorprende hoy la firma de un notario. Muchos trazos y muy seguros, ocupando gran parte de la mitad inferior de un folio. Yo tengo dos firmas, pero ambas son simples, y una de ellas es la síntesis de la otra. Podenos imaginar grande la firma de Don Quijote, la de Napoleón, la de Homero, pero ¿la de un notario?. Si uno vive de su firma es fácil que la pinte de colores, que la expanda, que la complemente con planetas y con estrellas, que elabore sobre ella o en ella su autorretrato, que la acompañe con un texto, con símbolos, con sellos.
martes, 20 de mayo de 2014
APUNTES 2014 / I
DEMOCRATURA. Recientemente he leído en algún sitio esta palabra compuesta para definir nuestro actual sistema de gobierno, pero no recuerdo dónde ni tampoco quién era su autor o quién la citaba. Como suele ocurrir a veces, mi memoria se resiente de lo cercano mientras se aferra a todo lo que se aleja. Me parece una expresión acertada, y por eso la traigo aquí para no olvidarla. Democracia y dictadura conviven y se mezclan y, al final, son la misma cosa en otro grado de complejidad.
EL GATO QUE BESA. Hace unas pocas noches tuve el sueño más hermoso. Paseando con un gato en los brazos, éste me daba constantes y cálidos besos por toda la cara. El gato era mullido y agradable; y sus manifestaciones de cariño acariciaban con uñas afiladas las cuerdas de arpa de mis sentimientos. Aunque quizá el gato fuese una gata y, esa gata, el símbolo de una mujer (o de todas las mujeres) que, a su vez, fuese el símbolo de la humanidad.
FEALDAD. Una de las consecuencias menos banales de La Crisis -al menos en esta ciudad- es que las calles se han llenado de personajes feos. Me cruzo a diario con gente horripilante. Sólo los niños y los más ancianos conservan en potencia inversa ciertos aspectos de su belleza. Los periódicos en los bares, impresos en papel barato, muestran los colores de la fealdad.
JUZGUE POR USTED MISMO. ¿Se equivocaba Ernesto Sabato cuando escribió: "Habrá siempre un hombre tal que, aunque su casa se derrumbe, estará preocupado por el Universo. Habrá siempre una mujer tal que, aunque el Universo se derrumbe, estará preocupada por su casa."?
LAVADORA. Pasamos por agua las copas para que el vino blanco y el tinto no se mezclen, para que el oro y la sangre no se enfrenten. Los colores no pueden entrar en guerra ni perder su identidad. Distintas uvas pueden compartir la copa y tener su momento.
EL GATO QUE BESA. Hace unas pocas noches tuve el sueño más hermoso. Paseando con un gato en los brazos, éste me daba constantes y cálidos besos por toda la cara. El gato era mullido y agradable; y sus manifestaciones de cariño acariciaban con uñas afiladas las cuerdas de arpa de mis sentimientos. Aunque quizá el gato fuese una gata y, esa gata, el símbolo de una mujer (o de todas las mujeres) que, a su vez, fuese el símbolo de la humanidad.
FEALDAD. Una de las consecuencias menos banales de La Crisis -al menos en esta ciudad- es que las calles se han llenado de personajes feos. Me cruzo a diario con gente horripilante. Sólo los niños y los más ancianos conservan en potencia inversa ciertos aspectos de su belleza. Los periódicos en los bares, impresos en papel barato, muestran los colores de la fealdad.
JUZGUE POR USTED MISMO. ¿Se equivocaba Ernesto Sabato cuando escribió: "Habrá siempre un hombre tal que, aunque su casa se derrumbe, estará preocupado por el Universo. Habrá siempre una mujer tal que, aunque el Universo se derrumbe, estará preocupada por su casa."?
LAVADORA. Pasamos por agua las copas para que el vino blanco y el tinto no se mezclen, para que el oro y la sangre no se enfrenten. Los colores no pueden entrar en guerra ni perder su identidad. Distintas uvas pueden compartir la copa y tener su momento.
sábado, 17 de mayo de 2014
SIBIL / SARI GYALIN
De la cantante armenia Sibil, este maravilloso tema.
El título de la canción puede traducirse como: La novia rubia.
Dedicado a D. G. (simplemente, la y griega era una i latina). Y ella sabrá por qué.
jueves, 15 de mayo de 2014
OTROS LLORAN / YO ME RÍO
Desde hace muchos, muchos años, este poema me acompaña.
De Nicolás Guillén:
"CUANDO YO VINE A ESTE MUNDO"
"Cuando yo vine a este mundo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo
se me alivia caminando,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando.
Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que mirar para ver,
hay que andar.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud:
lanza de mi poderío,
coraza de mi virtud.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud.
Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón,
y mi voz entera es
la voz entera del sol.
Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo;
ya estará el de abajo arriba,
cuando el de arriba esté abajo.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo.
Hay gentes que no me quieren,
porque muy humilde soy;
ya verán cómo se mueren,
y que hasta a su entierro voy,
con eso y que no me quieren
porque muy humilde soy.
Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que vivir para ver,
hay que andar.
Cuando yo vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo
se me alivia caminando,
pues cuando vine a este mundo
¡nadie me estaba esperando!"
sábado, 10 de mayo de 2014
martes, 6 de mayo de 2014
FINAL
FINAL
Sólo quedan tres páginas en el cuaderno amarillo. Así que estas anotaciones serán las últimas
En realidad, nada se acaba: se abre otro cuaderno de otro color, se pinta otro autorretrato, se duerme uno y se despierta a otro sueño, se contemplan toda la noche trenes vacíos que no se detienen en la estación
Nube te pide que le abras la ventana y, al mismo tiempo, te recuerda quien eres
Tu voz propia diluida en tantos oídos que no oyen. El ruido de fondo
La moderación de los que no hablan
La severidad de los ciegos
Todos ellos se quedan atrás. El mundo como espéctaculo se queda atrás
De vez en cuando pasas en un tren frente a una estación donde te ves contemplarte a ti mismo en el tren que pasa y no se detiene. Tú le ves parado en el andén pero él no te ve asomado a la ventanilla. El paisaje es negro y también pasa a toda velocidad
Sólo quedan tres páginas. Una fotografía. Una canción. El ruido de fondo
El mar que duplica en su agua oscura a la media Luna envuelta en su niebla
Las gatas dobles, la única
Te preguntas si no serán intencionados los juegos y una simple estrategia las aparentes vacilaciones
Decidir en cada momento
Sombra te contempla junto al plato del agua. El reflejo de la luz en el plato de aluminio
Lunas llenas en los bordes de los vasos y las copas. El reflejo de la luz en la tapadera de aluminio
En la calle se oyen gritos, pero no es posible saber si son fruto de la violencia, de la euforia o del placer
Trenes vacíos que se alejan y otros que los siguen
En esos trenes: la violencia, la euforia y el placer
Alrededor del que espera ver pasar los trenes, he demolido piedra a piedra la estación. Sólo quedan paralelas en el suelo. Pero dejaré que tú lo cuentes como si la hubiese demolido yo
Algo que se piensa humano habla consigo mismo, y se duplica y le habla al otro, que a su vez se duplica y habla... Los espectadores sordos y los actores mudos y los encargados de los focos ciegos
El responsable de la partitura manco, el acomodador cojo, el portero enano
Algo que se piensa humano y no repara en sus defectos
Botellas en los trenes del campo a la ciudad. Botellas en mensajes en el fondo del mar
Una luna rota formada por cientos de botellas agrupadas en una esfera
La historia de tu vida y de mi vida en el penacho de humo del tren que se sumerje en la boca del túnel que no tiene final
Salvador Alís.
Sólo quedan tres páginas en el cuaderno amarillo. Así que estas anotaciones serán las últimas
En realidad, nada se acaba: se abre otro cuaderno de otro color, se pinta otro autorretrato, se duerme uno y se despierta a otro sueño, se contemplan toda la noche trenes vacíos que no se detienen en la estación
Nube te pide que le abras la ventana y, al mismo tiempo, te recuerda quien eres
Tu voz propia diluida en tantos oídos que no oyen. El ruido de fondo
La moderación de los que no hablan
La severidad de los ciegos
Todos ellos se quedan atrás. El mundo como espéctaculo se queda atrás
De vez en cuando pasas en un tren frente a una estación donde te ves contemplarte a ti mismo en el tren que pasa y no se detiene. Tú le ves parado en el andén pero él no te ve asomado a la ventanilla. El paisaje es negro y también pasa a toda velocidad
Sólo quedan tres páginas. Una fotografía. Una canción. El ruido de fondo
El mar que duplica en su agua oscura a la media Luna envuelta en su niebla
Las gatas dobles, la única
Te preguntas si no serán intencionados los juegos y una simple estrategia las aparentes vacilaciones
Decidir en cada momento
Sombra te contempla junto al plato del agua. El reflejo de la luz en el plato de aluminio
Lunas llenas en los bordes de los vasos y las copas. El reflejo de la luz en la tapadera de aluminio
En la calle se oyen gritos, pero no es posible saber si son fruto de la violencia, de la euforia o del placer
Trenes vacíos que se alejan y otros que los siguen
En esos trenes: la violencia, la euforia y el placer
Alrededor del que espera ver pasar los trenes, he demolido piedra a piedra la estación. Sólo quedan paralelas en el suelo. Pero dejaré que tú lo cuentes como si la hubiese demolido yo
Algo que se piensa humano habla consigo mismo, y se duplica y le habla al otro, que a su vez se duplica y habla... Los espectadores sordos y los actores mudos y los encargados de los focos ciegos
El responsable de la partitura manco, el acomodador cojo, el portero enano
Algo que se piensa humano y no repara en sus defectos
Botellas en los trenes del campo a la ciudad. Botellas en mensajes en el fondo del mar
Una luna rota formada por cientos de botellas agrupadas en una esfera
La historia de tu vida y de mi vida en el penacho de humo del tren que se sumerje en la boca del túnel que no tiene final
Salvador Alís.
domingo, 4 de mayo de 2014
TEORÍA Y PRÁCTICA DEL TRABAJO
TEORÍA Y PRÁCTICA DEL TRABAJO
Hay quienes trabajan de más a menos y quienes trabajan de menos a más. Algunos se mueren trabajando y otros en sus momentos de ocio. No hay una norma general
Los hay que trabajan como si trabajar fuera un juego. Las gatas trabajan con su tapón de corcho
Las horas al día jugando a dormir y a vivir. La vida en juego
Hay trabajos para uno mismo y hay trabajos para otros. No todos tienen el mismo valor. Los que trabajan con dinero lo saben bien
Hablar de dinero es una incorrección. Al fin y al cabo, el dinero es cosa de pobres. El poder habla otro lenguaje
Empresas productivas e improductivas comparten despachos
Rótulos ante las puertas indican que al otro lado se trabaja: el Director General tras una puerta, el Jefe de Personal tras otra, y así sucesivamente
También trabajan los Objetos Inanimados, los Elementos, la Naturaleza en su conjunto y el Sistema Solar en su conjunto y la Galaxia y el Universo
Trabajos que crean y trabajos que destruyen
Algunos hombres para talar un árbol. Leñadores a las órdenes de una mujer impaciente
Algunos hombres para forjar una anilla de acero
Hay quienes dejan de trabajar pero siguen jugando, quienes juegan hasta el final, quienes se mueren en horas libres. No hay una norma escrita
Son variadas las formas de trabajo: cazar a una mariposa, matar a una cucaracha, colocar piedras en una estantería, dibujar caricaturas, dar clases de filosofía, dejarse fotografiar, escribir mientras se fuma, fumar mientras se bebe, extraer un diamante de la tierra, construir una fortaleza, espiar las estrellas
Violencia extrema es a veces el trabajo
Un par de copas de Mirabelle D´Alsace de 45 % vol. Y menos de una hora para el sueño
Trabajar en sueños. Otra modalidad diferente. Trabajar con corazones, con su intercambio y su parálisis. Trabajar con dientes, con su deterioro
No hay sindicatos de virus, ni de bacterias, ni de microbios
Hay reinos de abejas y de hormigas
No hay reglas escritas
El silogismo es fácil: Todo es trabajo. El éxtasis, el suicidio y el sueño forman parte del Todo. Luego...
De tanto en tanto atacan la fortaleza ejércitos que pretenden que la fortaleza trabaje para ellos
Trabajo especulativo basado en armas inmateriales como el miedo y el deseo
Hablar de sentimientos no corresponde. Al fin y al cabo, hablar de sentimientos es cosa de fracasados
El liviano sentimiento de fracasar, como descender por una escalera de una cúspide que produjo vértigo. Guitarra de tres cuerdas
El colapso en el aeropuerto por exceso de trabajo. Las gatas trabajan con su tapón de corcho
En esencia, éste es el secreto
Hacer un sofá para la terraza o hacer una pirámide
Decir "ya basta" o "se acabó" es trabajo similar a motar una bicicleta por carreteras secundarias, subir y bajar las cuestas ignorando una lesión cardiaca
El odio y sus trabajos, el abandono, la superación y el sueño del amor que siempre fue ligero
Se avanza y retrocede, se suben cuatro o siete pisos a pie, se alcanzan terrazas valladas. Las montañas a lo lejos y el mar a lo lejos
Trabajan las orejas y los ojos para ver y escuchar. Trabajan las manos para escibir y dibujar
Se echa de menos una tijera
En esencia, éste es el secreto
No se trabaja para nadie. Eso es evidente. Pasó el tiempo y aparecieron los cometas
Centros poderosos desarrollando sus estelas
Una línea une gritos disonantes. Las gatas duermen (y trabajan mientras duermen) sobre telas amarillas
Los trabajos y los días se suceden. Poco antes de morir, sin dejar de trabajar, el padre se deja fotografiar por el hijo. La madre (incluida en la fotografía) murió veinte años más tarde
Todo es trabajo
Morir y fotografiar la muerte. Vivir y fotografiar la vida
La mujer cuya impaciencia ha colapsado sentada en un banco del jardín. Sentarse junto a ella y dibujar un árbol
Esa mujer dibujará su locura. Trabajar es lo que importa
Buscar hielos en la nevera, sevirse otra copa
Salvador Alís.
Hay quienes trabajan de más a menos y quienes trabajan de menos a más. Algunos se mueren trabajando y otros en sus momentos de ocio. No hay una norma general
Los hay que trabajan como si trabajar fuera un juego. Las gatas trabajan con su tapón de corcho
Las horas al día jugando a dormir y a vivir. La vida en juego
Hay trabajos para uno mismo y hay trabajos para otros. No todos tienen el mismo valor. Los que trabajan con dinero lo saben bien
Hablar de dinero es una incorrección. Al fin y al cabo, el dinero es cosa de pobres. El poder habla otro lenguaje
Empresas productivas e improductivas comparten despachos
Rótulos ante las puertas indican que al otro lado se trabaja: el Director General tras una puerta, el Jefe de Personal tras otra, y así sucesivamente
También trabajan los Objetos Inanimados, los Elementos, la Naturaleza en su conjunto y el Sistema Solar en su conjunto y la Galaxia y el Universo
Trabajos que crean y trabajos que destruyen
Algunos hombres para talar un árbol. Leñadores a las órdenes de una mujer impaciente
Algunos hombres para forjar una anilla de acero
Hay quienes dejan de trabajar pero siguen jugando, quienes juegan hasta el final, quienes se mueren en horas libres. No hay una norma escrita
Son variadas las formas de trabajo: cazar a una mariposa, matar a una cucaracha, colocar piedras en una estantería, dibujar caricaturas, dar clases de filosofía, dejarse fotografiar, escribir mientras se fuma, fumar mientras se bebe, extraer un diamante de la tierra, construir una fortaleza, espiar las estrellas
Violencia extrema es a veces el trabajo
Un par de copas de Mirabelle D´Alsace de 45 % vol. Y menos de una hora para el sueño
Trabajar en sueños. Otra modalidad diferente. Trabajar con corazones, con su intercambio y su parálisis. Trabajar con dientes, con su deterioro
No hay sindicatos de virus, ni de bacterias, ni de microbios
Hay reinos de abejas y de hormigas
No hay reglas escritas
El silogismo es fácil: Todo es trabajo. El éxtasis, el suicidio y el sueño forman parte del Todo. Luego...
De tanto en tanto atacan la fortaleza ejércitos que pretenden que la fortaleza trabaje para ellos
Trabajo especulativo basado en armas inmateriales como el miedo y el deseo
Hablar de sentimientos no corresponde. Al fin y al cabo, hablar de sentimientos es cosa de fracasados
El liviano sentimiento de fracasar, como descender por una escalera de una cúspide que produjo vértigo. Guitarra de tres cuerdas
El colapso en el aeropuerto por exceso de trabajo. Las gatas trabajan con su tapón de corcho
En esencia, éste es el secreto
Hacer un sofá para la terraza o hacer una pirámide
Decir "ya basta" o "se acabó" es trabajo similar a motar una bicicleta por carreteras secundarias, subir y bajar las cuestas ignorando una lesión cardiaca
El odio y sus trabajos, el abandono, la superación y el sueño del amor que siempre fue ligero
Se avanza y retrocede, se suben cuatro o siete pisos a pie, se alcanzan terrazas valladas. Las montañas a lo lejos y el mar a lo lejos
Trabajan las orejas y los ojos para ver y escuchar. Trabajan las manos para escibir y dibujar
Se echa de menos una tijera
En esencia, éste es el secreto
No se trabaja para nadie. Eso es evidente. Pasó el tiempo y aparecieron los cometas
Centros poderosos desarrollando sus estelas
Una línea une gritos disonantes. Las gatas duermen (y trabajan mientras duermen) sobre telas amarillas
Los trabajos y los días se suceden. Poco antes de morir, sin dejar de trabajar, el padre se deja fotografiar por el hijo. La madre (incluida en la fotografía) murió veinte años más tarde
Todo es trabajo
Morir y fotografiar la muerte. Vivir y fotografiar la vida
La mujer cuya impaciencia ha colapsado sentada en un banco del jardín. Sentarse junto a ella y dibujar un árbol
Esa mujer dibujará su locura. Trabajar es lo que importa
Buscar hielos en la nevera, sevirse otra copa
Salvador Alís.