sábado, 3 de agosto de 2013

ÁNGEL

José Hernández. Ángel caído II. Aguafuerte. Segunda plancha. 1994.



 

     Esta noche he sabido que, ayer por la noche, nuestro amigo Ángel tuvo un accidente de moto. Una nota de prensa dice que "ocurrió a las 23:30 horas frente al Palacio de Congresos. Un joven motorista, que circulaba en sentido al centro de Palma, tocó por causas desconocidas el bordillo de uno de los bloques de hormigón que hay en la parte derecha de la calzada. Por este motivo perdió el control de la moto y cayó al suelo. El joven fue trasladado a Son Llàtzer en estado grave. La primera valoración realizada por el médico del 061 en el lugar del suceso indicaba que el herido presentaba una fractura de fémur, lesiones en un hombro y una posible fractura de cadera." Al parecer ha sido operado esta mañana durante varias horas. Y poco más es lo que sabemos.
     Muy vital y muy alegre (a pesar de que la poliédrica vida ya le había mostrado una de sus facetas más trágicas), amante de la poesía, de los gatos, de los palíndromos, de los juegos de palabras y las sentencias irónicas y profundas, a veces vehemente, y siempre sensible en las distancias cortas, hemos compartido muchos momentos, ligeros algunos y otros más complicados, en los últimos años.
     La última vez que nos vimos, el 1 de agosto, me mostró alborozado en su móvil una cita del psicólogo humanista Carl Rogers, y yo le pedí que me la pasara mediante un wassap para incluirla en este blog. La copiaré a continuación porque pensaba hacerlo y también, en estas circunstancias, como expresión de mi solidaridad (con la persona y con sus ideas y preferencias) y mi deseo de que se recupere lo mejor posible y cuanto antes, para volver a conversar y reír juntos.

"Me doy cuenta de que si fuera estable, prudente y estático, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ése es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante."

Carl Rogers

2 comentarios:

  1. Muy buenas Don Salvador, Maestro, Amigo y compañero.
    Quiero que sepas que me ha llenado de orgullo formar parte de tu blog, aunque sea en estas circunstancias, por no mencionar la energia y fuerzas para seguir adelante que me has transmitido hasta esta estática y fria cama de hospital en este doloroso momento (aunque no mas doloroso que otros momentos de esta poliédrica vida que tu y yo sabemos que he pasado).
    Y por ello, Agradecerte infinitamente este hermoso gesto de solidaridad hacia mi persona, GRACIAS!
    Por último rectificar la nota de prensa señalando que el accidente fué a las 23:30 y que mi ingreso fué y continua en el hospital de Son Llàtzer con fractura abierta de fémur (asomando por el cuádriceps), quemaduras por asfalto en diferentes zonas y un importante número de puntos de sutura en antebrazo, y dedos meñique y anular del brazo derecho todos ellos.

    Un saludo y un fuerte abrazo (pero con cuidado que me duele todo el cuerpo).

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  2. Hechas las oportunas correcciones en cuanto a tiempo y lugar, me alegra mucho tu respuesta, precisamente porque hay una respuesta, y eso indica que los daños son más que nada físicos, pero esas herídas se curan -aunque dejen alguna huella- y los huesos se sueldan. Aprovecha ahora para descansar, escuchar música, leer, ver alguna película y recibir a las visitas; y -si te sirve de consuelo- piensa que durante una temporada evitarás el calor agobiante, el desagradable ruido de fondo, el fatigoso trabajo y demás circunstancias molestas. No tengas prisa ni te agobies; tienes que recuperar tu cuerpo y, entre tanto, adquirir serenidad y sumar equilibrio y armonía. Ya llegará el momento de celebrar una recuperación que, estoy convencido, propiciará un salto cualitativo en tu madurez como persona y en tu apreciación de las cosas esenciales de la vida. Porque finalmente, y ambos lo sabemos perfectamente, la vida también es esto: accidentes, ausencias, dolores... Mucho ánimo, Ángel. Procuraré verte en un par de días.

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